Los clubes de fútbol español profesionales están en deuda con Hacienda por una cantidad de 663 millones de euros, de los cuales más de 500 son de las Sociedades Ánonimas Deportivas (SAD). Esta situación, absolutamente exagerada e insostenible, conduce a una reflexión sobre el camino a seguir del fútbol profesional español, en el momento en que en el césped vive el mejor momento de su historia, en los despachos se tambalea de forma muy evidente. Durante los años de bonanza económica, Hacienda perdonó a muchos equipos la deuda y aplazó su pago, haciendo que la situación actual sea "preocupante" según el gobierno, y es que la deuda del fútbol es absolutamente insostenible. Lejos de presentar un panorama fatalista y pesimista, este artículo pretende analizar algunas de las posibles soluciones de un fútbol brillante de tribuna hacia abajo.
Si contamos la deuda actual, el fútbol profesional español se va a los 4.000 millones de euros. Una actividad relativamente secundaria como el fútbol genera en deudas una cantidad de aproximadamente el 1,5 % del PIB español, o un 10 % del primer rescate a los bancos españoles. Un rápido vistazo a las causas (en un momento en que hay que buscar soluciones, pero para que no se repitan):
1. La fracasada y desigual transición a Sociedad Anónima Deportiva de muchos clubes. Mientras que los clubes de fútbol tienen como fin un acomodo económico y deportivo, una SAD tiene como objetivo casi exclusivo el beneficio financiero, a costa, a veces, de debilitar el potencial deportivo de un equipo.
2. El fútbol ha ido en dirección contraria a la situación económica general. A medida que se ha ido reduciendo los salarios, precios y producción, el fútbol ha resultado ser más caro y ha sido lento a la hora de reajustarse al precio que hoy en día demanda la sociedad española.
3. El caos horario. Con ello es cierto que los clubes han generado más ingresos por televisión, pero, sin cifras demostrables, puede haber causado una bajada en los ingresos del estadio, hoy en día clave para entender un crecimiento sostenible, ya que el mercado de la televisión es muy dinámico y puede cambiar el panorama en cualquier momento, en cambio los estadios generan beneficios relativamente fijos (las localidades son las que son y no se pueden hacer muchos cambios en los establecimientos).
El plan del Consejo Superior de Deportes y la LFP
El CSD y la LFP preven un plan en que se ahorrarían 1.000 millones en los próximos tres años, 300 procedentes de la reducción de presupuestos, 300 procedentes de traspasos y 300 procedentes de inversiones extranjeras. Bien, pero hay más soluciones que pueden llevar a un fútbol español sostenible y sano. En el primer punto, es una evidencia, los presupuestos se han disparado de forma salvaje los últimos años, no sólo eso, sino que ha ido de forma contraria a todos los indicadores económicos. España entró en recesión en Enero de 2009, hasta 2012 no bajaron los presupuestos del fútbol. Para un Barcelona - Real Madrid del año 2009 las entradas costaban entre 75 y 225 euros. Para el Barcelona - Atlético de Madrid de Supercopa de España, el mínimo se mantiene en la misma cifra, habiendo bajado los salarios más de un 4 % sólo en 2012.
Presupuestos medios las últimas tres temporadas (millones de euros):
Los traspasos son la opción más realista que impulsa el plan. Sin duda España se ha convertido en un país exportador en todos los aspectos, y en el futbolístico el auténtico "boom" del fútbol español hace que ahora mismo, los traspasos de jugadores a equipos ingleses, alemanes o franceses sea la principal fuente de ingresos por detrás de la televisión. Nuevamente, la economía en general y el talento de futbolistas, entrenadores y coordinadores de fútbol base va por un lado y la microeconomía en que está sumida el fútbol par por el otro. El tercer punto son las inversiones de foráneos. Algunas malas experiencias hacen pensar que es una de las partes más poco definidas y endebles del plan. Casos como los de Piterman, Ali Syed o la temporalidad de la inversión del jeque Al-Thani en el Málaga hacen que las promesas de inversiones sean vistas con muchas reticencias por muchos sectores.
¿Hay solución económica para el fútbol español?
Seguramente muchos equipos acaben por desaparecer y por refundarse, perdiendo Hacienda mucho dinero. El exceso de deuda sin estar acompañado de un proyecto deportivo ni económico sostenible ha conducido a muchos equipos a la re-fundación. No sólo en España. Hemos visto como en Italia Nápoles o Fiorentina tuvieron que volver a empezar (con bastante éxito por cierto), o en el caso reciente del Glasgow Rangers, que por deber 134 millones de libras fue obligado a renacer y volver a competir en Tercera con el nombre de Rangers FC. Hacer las cosas de otra manera parece la solución, aunque mucho del dinero debido, como en la economía general, va a ser imposible que se recupere. Si tenemos en cuenta que los cuatro ingresos principales de un club de fútbol son la televisión, los traspasos y venta de patrimonio, y lo que generan los puntos de venta y estadios, el plan teórico es relativamente fácil de trazar, aunque muy difícil de llevar a cabo. Sostenibilidad es la palabra que se busca. No que sea alto. Ni bajo. Que se pueda llevar a cabo, y obviamente nada se puede llevar a cabo con una deuda general de 4.000 millones de euros, de los cuales 600 son a la Hacienda pública.
La inestabilidad de la televisión
Desde que Mediapro se hiciera con los derechos de la mayoría de equipos, se ha llevado a cabo la solución de un partido por cada horario, en lugar de agrupar los partidos en el mismo horario. El tener sólo un canal de televisión ha conducido a esta situación. Pero el problema no es un operador u otro, es la sostenibilidad. En los últimos encuentros de liga Mediaset se hizo con los derechos, y por primera vez en la historia, esta temporada hubo un partido de la selección española que no fue televisado. ¿Es rentable el fútbol en abierto? ¿Es rentable el fútbol televisado? La televisión obtiene rédito y beneficio de los anunciantes. El contrato de Mediapro se firmó en la temporada 2008-2009, en los últimos coletazos de la era feliz, los últimos días de las vacas gordas. En cualquier caso, si tenemos en cuenta la caída de las inversiones de los anunciantes, que se sitúan entre el 8 y el 10 % para televisión, obviamente el fútbol arroja pérdidas. Además, hay que contar que el panorama mediático ha cambiado mucho con la entrada de Internet en liza. De hecho Internet es el único medio donde las inversiones publicitarias crecen. Potenciar este medio será muy importante para el futuro, muchas ligas se pueden ver sin dificultad de forma legal, mediante canales de Youtube o incluso algunas casas de apuestas, en cambio la LFP no puede llegar a todos los sitios sin Internet. Sorprende en ese aspecto la paradoja de intentar potenciar el consumo de fútbol en zonas como Asia o América, sin ofrecer un servicio de partidos a través de Internet (canal al que tiene acceso, en Estados Unidos por ejemplo un 78 % de la población adulta), a través de canales de pago que poseen únicamente un 1 % o un 2 % de la población. Es lícito tener un rendimiento económico a corto plazo y directo, pero se renuncia a mucho público potencial que no tiene acceso a los canales privados de pago, y menos en países donde existen mucha diferencia en las rentas.
Salarios y fichas, ¿topes salariales viables?
Los salarios del fútbol en general, salvo algún caso individual aislado, no son altos si los comparamos con otros deportes, como la Fórmula 1, el béisbol estadounidense o el golf. Son totalmente insostenibles, eso sí. De la máxima que dice que como mucho la mitad del presupuesto debe estar ocupada por los salarios, muy pocos la cumplen. En la Premier League se ha establecido un tope salarial de 52 millones de libras para esta temporada que empieza, 56 la que viene y 60 para la 2015/2016. Falta por ver si se cumple o cómo se cumple. Sobre los puntos a favor, es cierto que es un primer paso para limitar el gasto descontrolado de algunos equipos y el endeudamiento masivo. Como puntos en contra, sólo siete equipos estuvieron por debajo del tope la temporada pasada, y los equipos más pequeños, para competir, estarán obligados a ampliar su capital. La norma despierta algunas dudas y habrá que ver como se aplica. Otras opciones son el "fair-play" financiero de la UEFA, que limita las aportaciones de los propietarios a un porcentaje de las pérdidas. Como se ha comprobado, estas aportaciones se pueden camuflar detrás de patrocinios y otras operaciones y parece que la medida no termina de arrancar.
En la LFP sólo sería viable si todos los clubes fueran Sociedad Anónima Deportiva en un principio. El gobierno en principio ha negado la opción desde hace años, y la propuesta nunca se termina de concretar. Se ha anunciado para esta temporada un plan de recorte, poniendo algunos límites a los equipos con más deuda, pero no ha sido concretado ni ha sido explicado en cifras.
El retorno de público a los estadios, prioridad
El descenso de público registrado entre las temporadas 2011/12 y 2012/13 se sitúa en unas 40.000 personas en total. Es decir, se está perdiendo beneficio por taquillaje. Quizás el precio de las entradas no sea la única razón. Muchos estadios carecen de un incentivo para ir, hoy en día los estadios más modernos ya tienen, no sólo restaurantes, sino un centro comercial para ir a pasar la tarde. La explotación de los bienes de estadio en la LFP es muy reducida comparada a otros países. Incluso en otros países se le da más prioridad a lo que puedan generar los restaurantes y lugares de ocio que al propio precio de las entradas. No acompañan los horarios, más hechos a la televisión que al público, sin embargo, aunque difícil, se podría encontrar un término medio.
Evolución de la asistencia media de público a partidos de la LFP (miles de personas):
En el caso de la venta de patrimonio, con los bienes inmobiliarios bajando de precio de forma desenfrenada, parece que no es la solución.
Los traspasos, la opción más viable
Hoy en día, la opción más realista para un club español de generar beneficios y arreglar la deuda son los traspasos. Afortunadamente para el fútbol español, a nivel de formación base y modelo es un referente. Los equipos poderosos de la Premier, Bundesliga o los equipos rusos o franceses con mucho dinero se fijan en la liga española. Lo cierto es que con respecto a la calidad, todavía se observa en algunos casos un desajuste calidad-precio, sin embargo es la opción más tangible hoy en día. Los ingresos, gastos y beneficios de la LFP en traspasos los últimos años (millones de euros):
De los 500 millones que se gastaron en la temporada 2009/10 se pasó a menos de 150 la temporada pasada.
Lo que está claro es el cambio de tendencia. El fútbol español pasará a ser exportador, de mucha calidad futbolística aunque la liga perderá todavía más potencial deportivo, y necesita un rediseño de su estrategia financiera y publicitaria para volver al lugar donde llegó a estar como liga y organización.