En este artículo se repasa el once ideal de la jornada 12 en la Primera División Femenina. Es el siguiente:
Sarita Serrat (Sporting Huelva, 18 años): concentración, reflejos y seguridad. La guardameta internacional sub-19 fue un muro infranqueable para todo un Levante, incapaz de colocar el balón en el fondo de las redes. Apareciendo siempre en el momento oportuno, amargó a Olga durante los noventa minutos. Fundamental para cosechar la victoria en un campo tan complicado como Nazaret.
María Moya (Atlético de Madrid, 20 años): la lateral atlética cumplió a la perfección ante todo un Barcelona. En la primera mitad no dejó huecos por su zona y en la segunda, a banda cambiada tras el cambio táctico y con defensa de tres, tampoco sufrió para detener las acometidas culés. Concentrada de inicio a fin, cuajó un gran partido a nivel defensivo.
Sandra García (Sporting Huelva, 27 años): no es la primera vez que aparece en el equipo ideal de la jornada. Tanto ella como su compañera en el eje de zaga, Maite Albarrán, podrían estar perfectamente en este once. La central estuvo sobresaliente ante el Levante, apareciendo siempre en el sitio y momento oportunos. El balón parecía tener imán. Siempre terminaba en sus botas.
Leire Landa (Athletic Bilbao, 27 años): gran partido de la lateral vasca. Atenta en labores defensivas, se incorporó con criterio a zona ofensiva para trenzar interesantes combinaciones con Eli Ibarra y Nekane, ya perfectamente recuperada de su lesión. La banda izquierda fue suya. Jugadora básica en la resurrección de un Athletic que no puede permitirse muchos más tropiezos.
Maitane López (Collerense, 18 años): jugadora polivalente donde las haya, fue fundamental otra jornada más para los intereses baleares. Actuando como mediocentro, atascó el juego del Transportes Alcaine, ayudando y apoyando constantemente a sus compañeras. Además, fue la autora del gol que, a falta de nueve minutos para el final, otorgó un punto más a un Collerense que suma y sigue.
Vanesa Gimbert (Athletic Bilbao, 33 años): cuando el conjunto vasco más necesitaba una líder, apareció ella. Vanesa Gimbert se echó al equipo a la espalda, encargándose de la distribución y gestionando el centro del campo como solo una jugadora de su categoría es capaz de hacerlo. A todo su sacrificio, hay que sumarle también dos goles tranquilizadores que ayudaron sobremanera a la tranquilidad. Encuentro para enmarcar.
Sara Monforte (Valencia, 32 años): todas las exjugadoras del Espanyol que actualmente visten la camiseta del Valencia, no pocas, firmaron un buen encuentro. Aunque si hubiese que destacar a una, esa sería Sara Monforte. En un encuentro complicado, la mediocentro consiguió establecer el único tanto del choque que a la postre resultaría definitivo para llevarse los tres puntos de Barcelona.
Nerea Pérez (Levante, 19 años): la joven interior granota no desaprovechó su oportunidad. Quizá fuese la mejor de equipo, siempre desbordando e intentando cosas. No dio por perdida ninguna jugada y en la primera mitad dejó resquicios y detalles del gran futuro que atesora. De seguir así, seguro que Antonio Contreras la incluye en más ocasiones en el once inicial.
Alexia Putellas (Barcelona, 19 años): actuando más por dentro, fue la culé que más sensación de peligro dio ante el Atlético de Madrid por segunda jornada consecutiva. Con una ya conocida exquisita técnica, ejecutó buenos pases y siempre buscó la asistencia perfecta para pillar desguarnecida a una concentrada zaga atlética. Entre ella y Jelena Cankovic hicieron olvidar la lesión de Vicky Losada.
Saray García (Rayo Vallecano, 29 años): ya convertida en una de las referentes del nuevo Rayo, su concurso volvió a resultar diferencial para decantar la balanza de un encuentro bastante disputado. Un auténtico golazo que se coló por la escuadra de la portería defendida por Andrea Romero otorgó más tranquilidad a las vallecanas. Gran temporada la que está firmando.
Lucía García (Oviedo Moderno, 15 años): con apenas 15 años se convirtió en la heroína de su equipo. En un duelo complicado ante la Real Sociedad, presionó y luchó cada balón como si fuese el último, recibiendo la recompensa del gol en un esférico fortuito. La jovencísima delantera del Oviedo Moderno fue clave para mantener la racha de resultados de una escuadra ovetense en claro ascenso.