Notable primer tercio de temporada del Deportivo Alavés

Tras un inicio dubitativo, el equipo entrenado por Alberto López ha encontrado un sólido patrón de juego y se encuentra ya cinco puntos por encima del descenso, a sólo dos de los puestos de playoffs. Es un buen momento para analizar su trayectoria.

Notable primer tercio de temporada del Deportivo Alavés
La victoria en el Villamarín deja al equipo cinco puntos por encima del descenso | Foto: www.lfp.es
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Por Roberto Mielgo

Seis jornadas sin perder, una sola derrota en los últimos nueve encuentros. Los números del Alavés invitan al optimismo. Sin embargo, antes de la visita al Villamarín tenían una doble lectura. Eran cuatro los empates consecutivos y el descenso quedaba cerca. Ni blanco ni negro. Superado el primer tercio de campeonato conviene echar la vista atrás para analizar en perspectiva cómo se ha llegado hasta aquí.

Pretemporada bien aprovechada

Girona, agosto de 2013. Comienza la temporada del retorno a Segunda División para el Deportivo Alavés. El equipo, todavía a medio hacer, cae con facilidad en Montilivi. Se sucedieron posteriormente las incorporaciones, obligando a Natxo González a improvisar una pretemporada en pleno mes de septiembre. Empezó el Glorioso con déficit de entrenamientos, de compenetración, de haber hecho equipo. Arrastró toda la temporada el mal comienzo y no fue hasta el partido de Jaén cuando respiró, "hasta el último minuto del último partido", que acuñara meses antes Manu García.

Aprendida la lección, este año el verano fue muy diferente. Visperas de Celedón, Mendizorroza, presentación ante la Real. El armazón del equipo está elaborado. A los diez jugadores de la primera plantilla del año anterior se suman los canteranos Einar, Sergio Llamas y Andoni Benito (actualmente en el Promesas) e importantes incorporaciones. El equipo casi hecho, a primeros de agosto.

Aprovechó el Alavés los partidos de preparación. Las sensaciones eran buenas y el posible retraso en el comienzo de la competición por el caso Murcia era visto desde Vitoria como un inconveniente. "Con lo bien que está el equipo", se decía. Sin embargo, para el debut en Butarque llegaban malas noticias de la enfermería. Beobide, Juli, Jarosik y Castillo se perderían el partido. No sólo eso, Beobide ha comenzado recientemente a sumar minutos y de Jarosik no se sabe nada.

Comienzo dubitativo

No comenzó bien la temporada para los albiazules. Al inmerecido empate ante el Leganés le siguió otro empate en casa esta vez ante el Recreativo, pero con mejor sabor de boca. La frescura de la pretemporada no aparecía. La afixiante presión en medio campo dejaba paso a un equipo que mordía poco y que no acertaba de cara a puerta. Comenzaron pronto las dudas en la delantera. Manu Barreiro y Ranko Despotovic fueron las apuestas ofensivas de Zubillaga. El primero, proveniente del Racing de Ferrol de Segunda B, con mucho que aprender y el segundo, con una larga trayectoria a sus espaldas, con mucho que aportar.

Cuando arreciaban las dudas llegaron los tres goles en el Sadar. Y no sólo los goles. El equipo corrió, presionó, mordió. Que pase el siguiente.

Pero el siguiente era el Barcelona B. Los de la Masía se llevaron los puntos gracias a tres goles en la primera parte fruto de dos tiros a puerta. El toque a rebato local en la segunda parte hizo soñar a la hinchada pero el penalti final lanzado por Juli se fue a las nubes. Primera derrota, que se reproduciría de nuevo la jornada siguiente en la Romareda.

No eran malas las sensaciones del equipo, pero al igual que la temporada anterior, veía la parroquia alavesista cómo volaban puntos merecidos y cómo desaparecía el equipo en segundas partes para olvidar como la de Zaragoza.

Nuevas dudas y buena racha

Llegaba el Sabadell con las dudas instaladas de nuevo entre los babazorros. Y se volvieron los catalanes con los bolsillos vacíos y la sensación de que les habían pasado por encima. Despotovic aparecía como el goleador que prometía ser. Y pintaba bien el segundo partido consecutivo en casa, esta vez contra la Llagostera. Pero desapareció el gol y llegó el segundo empate sin goles.

Tocaba visitar Son Moix y tocó dar vida a un hundido Mallorca. Un buen comienzo del Alavés se topó con el error de Manu Fernández y con él desapareció el equipo. Fue esta también la última derrota hasta ahora. La victoria ante el Lugo y cuatro empates consecutivos daban tranquilidad en la clasificación, si bien ha sido la victoria en el Villamarín la que pone la guinda a una serie de partidos marcados por la seriedad del equipo pero en la que los puntos llegaban sin embargo de uno en uno.

Las incorporaciones

Se presentó el Alavés ante el Betis con Beobide, Raúl García y Vélez como supervivientes de la temporada pasada además del canterano Einar Galilea. Sin embargo, como comentó Alberto, contaba para este partido con veinte jugadores con méritos para haberlo jugado. Se ha acertado con la mayor parte de las incorporaciones de esta temporada. El objetivo estaba claro, no se ha engañado a nadie. Desde el principio Zubillaga avisó de que se buscaba un equipo aguerrido, que no dejase jugar y con llegadas directas. Con poca elaboración se puede subir a primera, haciendo referencia al Eibar de la pasada campaña. Aunque no es el ascenso el objetivo de este año.

La seguridad defensiva en un equipo que es el quinto menos goleado de la categoría empieza por la portería. Manu Fernández ha conseguido, por fin, acabar con el debate que persiguió la temporada pasada a la porteria albiazul. El error en Son Moix ha dado paso a grandes intervenciones como las del Heliodoro o las del Villamarín.

No menos criticada fue la defensa en el pasado. El veterano Migue, Einar o Laguardia están dotando este año al centro de la zaga de una seguridad propia de la categoría. Incluso Galán, expulsado en el debut contra el Leganés o Xabi Castillo, que le costó entrar debido a una lesión, están demostrando en las últimas jornadas el porqué de sus fichajes.

Pero sin duda, uno de los fichajes más importantes ha sido el del 'Pitbull' Toribio. El de Girona suma brega y sencillez en la zona ancha. Como compañeros ha tenido a un siempre batallador Manu García y recientemente al recuperado Beobide. Más madera.

Más altibajos suman los extremos. Tanto Juli como Sangalli empezaron fuertes pero han ido apareciendo y desapareciendo de las alineaciones. Uno de los fijos en esta demarcación es Toti, acompañado de un Vélez que alterna la punta en solitario con partidos en banda. Como delantero, Manu Barreiro ha demostrado ser un referente para el equipo. Baja balones, los juega con criterio y tiene gol. Un pero: sólo mete golazos.

Puntos fuertes, puntos débiles

Si de algo puede presumir el Alavés es de seriedad y trabajo. Sólo tres derrotas suma en catorce partidos. La seguridad defensiva es un activo claro, gracias en parte al trabajo subterráneo en el centro del campo. Tras una serie de partidos con un trivote en el que Toribio jugaba por delante de la defensa, parece que Alberto ha dado con la tecla al alinear a Beobide al lado del exmurcianista.

Pero hay margen de mejora. Si el Alavés tiene un punto flaco en las bandas, parte ha solucionado el técnico con la dupla Castillo-Raúl García, que se están mostrando como una sociedad casi perfecta tanto en ataque como en defensa. Sin embargo, como se pudo ver contra Tenerife o Betis, en numerosas ocasiones no llegan las ayudas a tiempo y los laterales se encuentran uno contra uno con espacio por ambos lados. Toca trabajar este aspecto del juego que tan bien cuidado tienen equipos como Numancia, Lugo o Alcorcón.

También es obvio que el equipo no está cómodo en la generación de juego y no presenta una regularidad en el gol como sucedió la pasada temporada. Y es que el aficionado albiazul se imagina dónde estaría el Glorioso con un delantero como Viguera. Pero eso es agua pasada. Este año el Alavés tiene otra forma de jugar, otra forma de competir, otra forma de ilusionar. Y este año sí, lo está consiguiendo.