Barcelona y Atlético de Madrid se retan en el Camp Nou donde se decidirá el Campeón de la Supercopa de España. El segundo round de una final que quedó abierta en la ida disputada en el Vicente Calderón, con un empate a uno que dejó más contentos a culés que a rojiblancos. Un encuentro de ida en el que los guerreros del Cholo maniataron el juego blaugrana hasta el punto de poner entre las cuerdas al Campeón de Liga. Pero un tanto de Neymar en los mejores minutos visitantes cayó como un jarro de agua fría en el feudo del Manzanares. Pese a todo, las buenas sensaciones de los colchoneros dejan un resquicio a la esperanza de poder asaltar el casi inexpugnable Camp Nou.

En la rueda de prensa previa al partido, Simeone ha dejado claro que el favorito para llevarse el título sigue siendo el Barcelona, aunque añadió que "nosotros con nuestras armas intentaremos buscar el camino que queremos y que nos genere la posibilidad de ganar".

Por su parte, Gerardo “Tata” Martino ha hablado sobre el estado de Lionel Messi, indicando que "está bien y se ha entrenado con normalidad" por lo que todo parece indicar que mañana será de la partida frente a los rojiblancos.

La pizarra de Simeone desquicia el juego culé

En la temporada pasada, Diego Pablo Simeone ya tuvo contra las cuerdas al conjunto catalán. Pero un golazo de Adriano y una jugada desafortunada al borde del descanso acabaron con las aspiraciones rojiblancas de vencer en el feudo blaugrana.

Pero a pesar del 4-1 final, el encuentro dejó claro que el Cholo tiene las claves para hacer daño al Barça. O por lo menos para desconectar su juego entrelíneas que tanto daño hacen a las defensas estáticas. Para ello tendrá que contar con las ayudas de dos figuras clave en el sistema del argentino, Arda Turan y Diego Costa.

En el encuentro de ida de la Supercopa, el desgaste de estos dos hombres fue vital para frenar el ataque culé, tapando los espacios en los costados con ayudas permanentes a los laterales. Este trabajo defensivo liberó a los tres del medio (Mario Suárez, Gabi y Koke) de caer a los costados, lo que les permitió estar más pendientes del carril central y apoyar a los centrales.

En el aspecto ofensivo los conceptos son claros. Robar y transiciones rápidas de dos o tres toques para finalizar. Una pérdida en la salida del balón suele ser letal contra hombres como Messi, Iniesta o Neymar, por lo que terminar cada jugada se convierte en una obsesión. Es aquí cuando Villa cobra un mayor protagonismo a la hora de montar los contraataques. Su juego asociativo es un gran desahogo para los centrocampistas, ya que puede aguantar el balón o tocar de primeras según lo pida la jugada. Así se fraguó el 1-0 de la ida.

Pero cuando no se puede robar y sorprender al rival, el balón parado es otro de los puntos fuertes de los rojiblancos. Y no sólo en faltas o saques de esquina. También desde un saque de puerta de Courtois, el Atleti es capaz de hacer daño al conjunto blaugrana. Una y otro a vez los saques del belga buscaban la disputa de Diego Costa contra Jordi Alba. La superioridad física del brasileño le hizo ganar con facilidad gran parte de esos balones largos, y a partir de ahí los colchoneros disponían de la posesión en tres cuartos de campo rival sin necesidad de tener que sortear la presión blaugrana.

Cesc, clave en la ida, podría entrar por Messi

Suena raro decir que sobre el césped del Calderón el Barça fue mejor sin Messi que con el astro argentino. Los problemas físicos del rosarino no le dejaron brillar y los culés lo notaron.

Tras el descanso, el “Tata” Martino decidió prescindir de su compatriota y dar entrada a Cesc Fábregas. Y el Barça mejoró. Tanto que estuvo a punto de darle la vuelta al encuentro.

La presencia del catalán desarboló el esquema defensivo del Atlético. Su capacidad de asociación en corto y sus llegadas a las zonas de remate sorprendieron a los rojiblancos.

El Barça tuvo mucha más movilidad con la entrada de Cesc y eso lo aprovecharon los extremos para ganar la espalda a los laterales rojiblancos. El tanto del empate llegó precisamente por un desajuste de Juanfran que dejó su espalda descubierta para que Neymar batiera casi sin oposición a Courtois.

Para el duelo de vuelta está por ver si Messi habrá superado las molestias que le impidieron jugar en La Rosaleda. De lo contrario, parece probable que Cesc ocupe su lugar en el once, algo que tendrá que tener muy en cuenta Simeone, si no quiere que le suceda lo mismo que en el Calderón.

Siete años sin ganar en el Camp Nou

Desde 2006 el Atleti no sabe lo que es ganar en el feudo culé. Siete temporada en las que las derrotas se han ido sucediendo una tras otra, pero no sólo eso, lo pero de todo es que durante todo este tiempo, los colchoneros han salido goleados en más de una ocasión.

La última victoria de los madrileños en el Camp Nou quedó marcada por la exhibición de Fernando Torres, autor de dos de los tres goles colchoneros.

Desde entonces, el bagaje es desolador. Un empate y siete derrotas, con seis goles a favor y 29 en contra. De estas derrotas tan abultadas destacan el 6-1 de la temporada 2008/2009 y el 5-0 de 2011 con hat trick de Messi.

Pero con el Cholo las estadísticas son meros números. Desde su llegada, el Atlético de Madrid se ha convertido en una calculadora rápida y eficaz. Y más si hablamos de finales. Y hoy lo es.

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