La Copa del Rey vive, vive en la intensidad que genera en las aficiones. La ilusión de levantar un título en una temporada discreta o coronar una buena campaña convirtiéndose en campeón. Una ilusión, que en tiempos donde dominan los grandes, es un rayo de esperanza para los segundos espadas de nuestro país. El Valencia y el Atlético de Madrid representan ambos extremos esta campaña, pero tuvieron a buen respetar por completo el significado de la Copa del Rey para sus aficiones, y así lo transmitieron en una fría noche, pero con ritmo y tensión, de fútbol en Madrid.
El vencedor fue el Atlético de Madrid, actual campeón de la competición, que se ha tomado en serio la competición, tal y como anunció su entrenador Diego Pablo Simeone. Dos goles de cabeza de Diego Godín y Raúl García acabaron de sentenciar una eliminatoria que los rojiblancos pusieron en franquicia gracias al error de Guaita en Mestalla, que aprovechó el navarro. En el Calderón, la estrategia sentenció el pase a la siguiente ronda de un campeón que quiere mantener el trono.
Dominio alterno
El primer tiempo fue una continuación del final en Mestalla. Con el Valencia buscando el gol desde el inicio, dominando la posesión y el partido en su tramo inicial, y el Atlético agazapado, los de Pizzi avisaron en varias ocasiones que querían llevarse la eliminatoria en su viaje de regreso a casa. Un Fede Cartabia muy activo lideraba las operaciones valencianistas en las inmediaciones de Courtois, mientras el Atleti trataba de explotar la presencia de José Sosa, su incorporación invernal, en el flanco derecho.
Las imprecisiones se hacían una constante en ese primer tramo del duelo copero. El equipo visitante estrellaba sus disparos en el muro rojiblanco, y el Atlético no encontraba de qué manera meter mano al conjunto valencianista. Esto hasta que el Atlético de Madrid comenzó a combinar en los dominios del conjunto che. Tiago y Arda elaboraron, Costa remató al filo del cuarto de hora pero con poca determinación. Guatia se hizo con la pelota sin dificultad.
El disparo espoleó a los colchoneros, que buscaron con insistencia el carril diestro. El papel del "Principito" Sosa, con el delantero hispano-brasileño y Juanfran como compinches de emboscadas resultaba efectivo. El equipo de casa reaccionaba, el Valencia no le perdía la cara al encuentro con Fede por la izquierda y Barragán por la derecha creando las opciones valencianistas. De hecho, el lateral gallego vio la amarilla a la media hora por caer en el área. Estrada Fernández, trencilla de la contienda, estimó que el futbolista del Valencia simuló la pena máxima y fue amonestado.
Sube la intensidad
El último cuarto de hora subió la intensidad de un partido que prometía grandes emociones desde el inicio del encuentro. Las imprecisiones y la virulencia del juego creció en pos de un espectáculo vibrante, con el Atlético percutiendo y trabajando el partido por la banda derecha, y el Valencia tratando de sostener las oleadas rojiblancas sin perder de vista el marco del belga Courtois. Mientras los rojiblancos embotellaban a los che en su área sin rematar la faena, los de Pizzi tenían una doble ocasión para probar al portero del equipo madrileño.
Sobrio y seguro como acostumbra, despejó a córner con el puño un remate a bocajarro de Míchel, y poco después veía como un cabezazo de Postiga se marchaba por encima del larguero. El descanso, al que se llegó con el marcador inicial, reflejaba la igualdad vivida hasta el momento, pero dejaba más satisfechos a los locales que a los visitantes por la necesidad visitante de marcar un gol para pasar la eliminatoria.
El Atlético aprieta para matar el cruce
Los rojiblancos salieron enchufados en el segundo periodo. Filipe crecía por la izquierda, mientras por la derecha mantenían la misma tónica tanto el de Crevillente como el argentino. Primeró aviso Gabi con un centro envenenado con destino Raúl García que despejó la zaga visitante, luego volvió a llamar a la puerta Godín, con un testarazo que Guaita sacó a lanzamiento de esquina, e insistente el charrúa, aprovechó la tercera oportunidad. Gabi colgó el córner al segundo palo, el balón sobrepasó al meta che, y el central atlético marcó el tanto que ponía en ventaja al conjunto madrileño. Sin embargo, la decisión de Estrada Fernández de señalar saque de esquina fue errónea. Guaita no tocó el balón, y por tanto, debió ser saque de puerta. Un error arbitral que propiciaba la ocasión con la que los locales se adelantaban en el marcador.
El Valencia movió pieza rápido. El nuevo entrenador del Valencia reaccionó de inmediato al gol colchonero, y dio entrada en el campo a Paco Alcácer por Fede Cartabia, el mejor de los visitantes hasta ese instante. Costó reaccionar a los valencianistas, que vieron como la cosa pudo ser peor de no ser por el palo, en un remate con potencia de Raúl García que no fue gol por poco. Simeone dio entrada a Koke por Sosa, y por si acaso, Courtois cerró la portería rojiblanca.
Raúl García cierra la eliminatoria
Con el Valencia herido por el gol en contra, los che tuvieron en las botas de Postiga y Míchel dos grandes oportunidades para empatar el duelo, pero Thibaut Courtois echó el cerrojo a su portería y evitó el tanto en ambas ocasiones. Pizzi aprovechó para echar más leña al fuego con la entrada de Piatti por un discreto Feghouli, y el partido entró en una dinámica de idas y venidas sin control, con unos tratando de rematar el partido, y otros buscando el empate para forzar el tiempo extra.
Sin grandes ocasiones para un equipo ni otro, el partido mantenía la tensión, la incertidumbre y la intensidad. El Atlético bajaba el ritmo, y veía como el Valencia ganaba metros, que trataba de romper el partido con lanzamientos desde lejos que se estrellaban en los futbolistas locales una y otra vez. Simeone, por su parte, agotaba los cambios al final para tratar de sostener el resultado y pausar el dominio del balón valencianista en el tramo final.
Los colchoneros durmieron el partido los últimos diez minutos, y lograron cerrar el partido en el tramo final. Sin que el Valencia disfrutara de peligro real de gol sobre la meta local, Raúl García cerraba el encuentro de cabeza. Otra vez, en saque de esquina lanzado por Gabi, el futbolista navarro, tocado por los hados del fútbol, superaba a Guaita con su remate de cabeza y certificaba el pase del campeón a los cuartos de final.
Los hombres de Pizzi, descontentos con el arbitraje, vieron como Parejo era expulsado por doble amarilla, la primera por protestar el córner en el primer gol, y la segunda por lanzar un balón cabreado tras encajar el segundo gol. A pesar de ello, los che siempre estuvieron de pie durante la eliminatoria ante la complicada escuadra de Simeone. Un campeón que quiere mantener el trono y se toma la competición en serio, y que ha peleado ante un buen Valencia en estos 180 minutos apasionantes.