El Real Madrid que se encontrará el Atlético esta noche será muy diferente al que se enfrentó con los pupilos de Simeone allá por el mes de septiembre. Después de muchos titubeos y de numerosas pruebas, Carlo Ancelotti parece haber encontrado el sistema que mejor se adapta a su estilo de juego y sobre todo al de los hombres que conforman su plantilla.
De este modo, el 1-4-3-3 parece haberse asentado gracias a la importancia que han adquirido dos futbolistas: Ángel Di María y Luka Modric. El primero de ellos ha abandonado la banda para situarse en la línea de tres centrocampistas a la izquierda del pivote (posición ocupada habitualmente por Xabi Alonso, que tras su total recuperación es fijo en el once), mientras que el croata, que independientemente del sistema utilizado era habitual verle de titular, es el que mejor se ha aprovechado del cambio.
La novedad de situar al argentino por dentro reside en dos aspectos: su facilidad para asociarse en ataque y su buen hacer en tareas defensivas. Todo ello se suma a la debilidad del Real Madrid en defensa en el sector izquierdo, donde Cristiano no siempre acude a la ayuda de Marcelo, mientras que las incorporaciones en ataque del brasileño daban lugar a muchos espacios a su espalda. Por ello Di María equilibra y tapa la espalda de Marcelo cuando éste se incorpora a la vez que libera a Ronaldo en muchas fases del juego realizando la ayuda en banda.
Además, el cambio definitivo de sistema ha dotado al Madrid de una solidez que no había demostrado tener en toda la temporada. Y esto se ha visto reflejado, pues en los 9 partidos que ha disputado en lo que va de año sólo ha recibido un gol (el pasado fin de semana frente al Athletic). Los espacios entre cada una de las líneas son mucho menores, dado que existe mayor sincronización entre las mismas.
Pepe, Sergio Ramos y Marcelo acumulan la mayor parte de los minutos, mientras que entre Carvajal y Arbeloa se reparten los minutos entre Liga y Copa, respectivamente. Es posible que de este modo Ancelotti vuelva a contar con el 17 madridista para esta ocasión.
Esta situación da lugar a que el Madrid pueda realizar la presión sobre el rival en una zona mucho más adelantada, dado que ahora sí existe armonía en lo que a los movimientos defensivos se refiere. Esto permite desarrollar un juego mucho más vertical, pues los robos de balón se producen en zonas en las que el rival tiene menos tiempo para replegarse por lo que hay más espacios para aprovechar la velocidad de los tres delanteros.
Centro del campo hecho a medida
Antes hablábamos de la incursión de Di María en el once titular y lo que esto ha supuesto para un aspecto determinado del juego del Real Madrid. Pero si el trío formado por el argentino más Xabi Alonso y Modric ha cuajado se debe especialmente a la compenetración perfecta entre las tres partes.
El argentino no ha perdido la posibilidad de desbordar en ataque, pues en grandes fases de los partidos Cristiano Ronaldo cae hacia dentro aprovechando los arrastres de Benzema, mientras que Di María y Marcelo aparecen por banda derecha. Además, también tiene gran habilidad para aparecer entre líneas sin necesidad de que existan espacios para que pueda correr. Esto, sumado a la capacidad que tiene para encontrar los desmarques de ruptura de los delanteros le permite adaptarse perfectamente a su nueva demarcación.
Xabi Alonso siempre ha sido el hombre que lideraba la salida de balón madridista y así sigue siendo. Sin embargo Modric y Di María no sólo ofrecen al tolosarra apoyos en fase de elaboración, sino que en los casos en los que éste se encuentra cubierto por un rival, la defensa tiene la opción de salir jugando con uno de los dos (en este aspecto la participación de Modric es mucho mayor).
De Modric, además de su capacidad para participar en la salida de balón, hay que destacar también su capacidad para jugar entre líneas y encontrar líneas de pase ante defensas que ofrecen muy pocos espacios –situación muy habitual, ya que los rivales del Real Madrid buscan por todos los medios que no dispongan de espacios para correr a su espalda-. Por ello, de su movilidad y participación en el juego depende en gran medida el buen juego en ataque de su equipo. En definitiva, entre ambos aúnan muchas de las esperanzas de que el balón llegue a los delanteros en posición de generar ocasiones de gol.
Para evidenciar este hecho podemos revisar la siguiente comparativa entre la participación en el juego de ambos y Gabi, el mediocentro más utilizado por Simeone en lo que va de temporada.