Han pasado pocas horas desde el pitido final de Howard Webb. Los aficionados atléticos siguen leyendo crónicas, artículos de opinión y resúmenes para confirmar que ya están despiertos, que no es ningún sueño. El Atlético de Madrid eliminó ayer al FC Barcelona de los Cuartos de final de la Champions League gracias a un gol de Koke. No es ninguna broma, cuatro décadas después, los rojiblancos vuelven a una Semifinal de la máxima competición europea.

Contra todo pronóstico, como siempre hace este Atlético. No lograban la victoria ante el FC Barcelona en el Vicente Calderón desde 2010. Por aquel entonces, Forlán era el encargado de golpear primero y, posteriormente, Simão, con un lanzamiento de falta sublime, aumentaba la ventaja del equipo local. Ibrahimovic, eliminado de la Champions League, recortaba distancias tras rematar un córner. Hacía más de cuatro años que el Atlético no derrotaba al Barça en el Calderón, pero ayer la magia que se palpaba en el feudo colchonero podría haber roto cualquier estadística. Anoche no podía salir nada mal.

Los últimos cinco equipos que eliminaron al Barça ganaron la Champions League

Pocos imaginaban una victoria del Atlético de Madrid. Mucho menos, dejando al Barcelona sin anotar ningún gol. Lo normal, debido a los últimos pronósticos, hubiese sido un empate. Pero eso no le valía a Diego Pablo Simeone. Sin goles en el partido, los rojiblancos habrían pasado también de ronda. Un resultado idéntico a la ida habría prolongado la agonía a la prórroga e incluso a los penaltis. Un empate por más de un gol, dejaba fuera al Atlético. El técnico argentino quiso pasar a lo grande y consiguió lograr una de las victorias más importantes en los últimos años. Cuando nadie lo esperaba, porque así es el Atlético. Capaz de lo mejor, porque de lo peor, afortunadamente, nos vamos olvidando.

Los favoritos no siempre ganan

“En las guerras no ganan los mejores, sino los que tienen mejor estrategia”, decía ayer Simeone. En el fútbol no siempre gana el más poderoso, también lo puede hacer la garra, el esfuerzo y el corazón del Atlético de Madrid. No es la primera vez que un favorito pierde contra los rojiblancos. Lo hicieron en el Santiago Bernabéu en la final de la Copa del Rey cuando pocos lo esperaban. Un Athletic que enamoraba con Marcelo Bielsa salió goleado en Bucarest. Tampoco hay que olvidar la Supercopa de Europa, donde los que ganaron la Champions League -Chelsea e Inter de Milán- perdieron contra el ganador del torneo menor. Los atléticos saben cuando tienen que ganar.