La primera temporada de Diego Godín como central del Atlético de Madrid no fue para nada sencilla. Fue nombrado líder de una zaga en la que le acompañaba Luis Amaranto Perea. El arranque de la segunda temporada, con Gregorio Manzano, apuntaba a desastrosa. Su vínculo con Joao Miranda no fructificaba y para colmo llegó la eliminación de la Copa del Rey ante un Segunda División B como era el Albacete Balompié. Hasta que llegó Diego Pablo Simeone.
La llegada del técnico argentino al banquillo del Manzanares transformó por completo a Diego Godín. El uruguayo se sintió más seguro en la línea defensiva y armó junto a Joao Miranda un sólido bloque que ha fraguado con el paso de las jornadas. El “partido a partido” que defiende Simeone de forma constante en las ruedas de prensa, como elemento de seguridad y desbloqueo de presión, también sirve para forjar históricas defensas. Esta consolidación premió a Joao Miranda con un gol contra el Real Madrid en la final de la Copa del Rey que le aúpo al pedestal colchonero. A Godín también le tenía una cita preparada.
El Atlético de Madrid no pierde jamás si el uruguayo emboca el balón dentro de la portería
El central uruguayo ha devuelto la gloria al Atlético de Madrid 18 años después (1996, última Liga que ganó el equipo rojiblanco) con un certero cabezazo picado en el que nada pudo hacer José Manuel Pinto. Una constante esta temporada para el equipo colchonero. Si Miranda no llegaba al remate, Godín esperaba su oportunidad para gritar de júbilo por el gol. Esta temporada ha batido su récord personal de goles, aunando su club y su selección, marcando siete dianas. Supera los seis tantos que marcó en la temporada 2005/06 cuando militaba en Cerro, en Uruguay.
Ha sido un pilar importante para Simeone en todos los aspectos. Ha marcado cuatro tantos en Liga, dos en Copa del Rey y uno en la Champions. Su cabeza es de oro, como si el Rey Dimas la hubiera tocado. En los trece encuentros que el uruguayo ha marcado vistiendo la elástica rojiblanca, el Atlético de Madrid ha sumado doce victorias y un empate. El Atlético de Madrid no pierde jamás si el uruguayo emboca el balón dentro de la portería.