Caudal de Mieres y Atlético de Madrid B se enfrentaron en el Hermanos Antuña de la localidad mierense en la ida del playout por la permanencia en Segunda División B, encuentro al que llegaban los locales tras evitar el descenso directo en la última jornada, mientras que el filial colchonero hacía varias jornadas que era conocedor de su necesidad de disputar esta eliminatoria para mantener la categoría.
El partido se iniciaba con el Caudal más enchufado y gozando de las primeras ocasiones en las que el cancerbero atlético se tuvo que emplear a fondo, especialmente en un remate de Jorge que desvió David Gil a córner en el minuto 10. Indénticas situaciones se vivieron en varios lances del partido, aunque los atacantes caudalistas no eran capaces de ver portería y Gil estaba inconmensurable bajo los palos.
En el minuto 22, Omar tenía que abandonar el terreno de juego tras sufrir un golpe y quedar ligeramente conmocionado siendo sustituido por Carlos Ramos. Precisamente tras este cambio en el Atlético B, sería cuando los colchoneros estiraban filas y mediante Dani Aquino tenían sus primeras ocasiones que eran desbaratadas una y otra vez por la defensa local. Con esta mayor igualdad en el juego y en el marcador se llegaba al descanso.
Un error que puede costar una permanencia
Tras el paso por vestuarios, sería el Atlético de Madrid B quien dominase más el juego en la parcela central del campo, aunque el Caudal seguía llegando con los balones largos hacia Rojas y Jorge aunque sin crear excesivo peligro. El Caudal jugaba cómodamente en campo contrario ante un filial rojiblanco replegado excesivamente.
Corría el minuto 66 cuando en un disparo de Iván Sánchez el portero Bielsa se empleaba a fondo impidiendo a los rojiblancos ponerse por delante en el marcador, pero en la siguiente jugada el portero caudalista veía como el balón se le escurría de las manos y traspasaba la línea de gol tras un potente tiro de Samu, que lleva 5 goles en los últimos 6 partidos, poniendo el 0-1 en el marcador del filial del Atlético de Madrid.
Un error que le iba a costar caro al conjunto mierense, que hasta ese momento no había sufrido en exceso. Miguel Ángel Tomé, entrenador del Caudal, optó por dar entrada a hombres de ataque con la esperanza de poder igualar el marcador pero siempre con más corazón que cabeza y siempre llevando ventaja la defensa y el portero del Atlético B.
Por su parte, los jugadores que entrena Oscar Mena, trataron de dejar correr los minutos para llegar al pitido final del colegiado García Ballesteros, que pasó inadvertido completamente. Y así se hizo el filial colchonero con una victoria vital por la permanencia un año más en el fútbol de bronce. El Cerro del Espino dictará sentencia.