Ni la mejor temporada – título de Liga y subcampeón de la Champions League – en la centenaria historia del Atlético de Madrid ha servido para vivir un verano tranquilo, estable y sin tensión durante el mercado de fichajes. La mala costumbre se repite año tras año. Del término de la temporada hasta el inicio, el periodo de traspasos se ha convertido en un martirio para el aficionado colchonero. Independientemente de los resultados y de las ganancias obtenidas a final del curso liguero, el Atlético de Madrid se ha acostumbrado a ser, al contrario de lo que presume constantemente Enrique Cerezo, un equipo vendedor.

El traspaso de Adrián López al Oporto es el adiós definitivo a la delantera del mejor Atlético de Madrid que se ha conocido hasta el momento. Los lusos han hecho público que abonan once millones de euros por el 60% de los derechos deportivos del delantero asturiano, que firma un contrato largo con la entidad hasta junio del año 2019. Una transferencia que se explica desde dos vertientes: la necesidad de jugar más partidos por parte del de Teverga y la confianza y el interés depositado por Julen Lopetegui en él.

Mientras tanto el Atlético de Madrid no ha puesto fuerza alguna en intentar retener a un jugador importante. Al menos para Simeone. El técnico argentino ha confiado por activa y por pasiva por un jugador brillante en su primera temporada, gris en su segundo curso y bipolar en su último año, con momentos brillantes como aquel gol en Stamford Bridge que encaminó al Atlético de Madrid hasta Lisboa. ‘El Cholo’ le concedió más oportunidades que a ninguno, por delante de los jóvenes Óliver Torres o Leo Baptistao, e incluso explicó que a pesar de estar lejos de su mejor nivel, lo incluía en los onces iniciales porque desde el banquillo “no va a conseguir mejorar”.

Adrián dice adiós como ya han dicho David Villa y Diego Costa. El primero se marcha en busca de un proyecto con menos aspiraciones, que le permita disfrutar de un nuevo estilo de vida y de su familia en una ciudad como Nueva York. El segundo ha aprovechado su mejor año deportivo para conseguir un suculento contrato en uno de los equipos europeos más importantes. Tras años luchando por hacerse un hueco en el Atlético de Madrid, ‘La Pantera’ ha colmado las expectativas que se pusieron en él cuando lo ficharon con 18 años y deja en las arcas 19 de los 38 millones que el Chelsea ha pagado al conjunto rojiblanco.

No ha sido el mejor año deportivo de Adrián. Ha aportado poco, tan solo 3 goles en todas las competiciones (uno en Liga y dos en Champions League). Pero su marcha supone el adiós definitivo a la delantera del campeón. Una delantera que, sumando los goles de los tres jugadores, ha anotado 41 tantos en Liga y 56 dianas contando todas las competiciones. Dejan a Diego Pablo Simeone, una vez iniciada la pretemporada en Los Ángeles de San Rafael, con tan solo Mario Mandzukic en la posición de delantero, a expensas de que el croata se incorpore a la concentración una vez que termine sus vacaciones por haber disputado el Mundial de Brasil.