Saúl Ñíguez fue uno de los nombres propios del encuentro. Lo fue antes de empezar, por su sorprendente titularidad en la medular, y más aún al término de los 90 minutos, pues pese a ser el primer sustituido en torno a la hora de juego, tuvo tiempo de ser uno de los mejores del cuadro rojiblanco.
El centrocampista ilicitano, que formó escorado en banda derecha, comentaba tras la ducha sus impresiones a los compañeros de TVE. "Es un partido que cualquier colchonero quiere jugar, vestir la rojiblanca en el Bernabéu es un sueño", reconocía.
Pese a su buena actuación a nivel individual, Saúl no quiso echarse flores y apuntó a Simeone, a quien no tardó en reconocer. "Agradezco al míster la confianza depositada en mí", quiso recalcar el futbolista, quien parecía partir con menos opciones de cara a ser titular que otros jugadores con más experiencia como Antoine Griezmann.
Tenemos que seguir peleando
El único lunar del canterano fue la ocasión de gol de que dispuso ante Íker Casillas, saldada con un manso disparo que no encontró portería. Finalmente su error no tuvo mayor trascendencia gracias al postrero tanto de Raúl García que pone en ventaja a los rojiblancos, pese a lo cual Saúl no se fía. "No nos vemos favoritos y tendremos que seguir peleando si queremos levantar este título", declaró sin lanzar las campanas al vuelo.
No tuvo bastante el polivalente futbolista con atender a las cámaras de TVE, y minutos después era requerido por El Partido de las 12, en una noche de terapia de choque para superar su timidez. Halagado por su rendimiento, demostró tener los pies en el suelo. "Me voy contento pero tengo que dedicarme a lo mío: aprender para seguir mejorando", comentaba antes de pasar de soslayo por el debate al respecto de su posición. "Voy a jugar donde el míster me ponga, no tengo ningún problema", finalizaba un Saúl que, en su estancia la pasada campaña en calidad de cedido en el Rayo, llegó a jugar con asiduidad como central, la antítesis del puesto en que fue alineado en el estadio del eterno rival rojiblanco.