Vuelta a la rutina en el Cerro del Espino

Tras un verano de ensueño, donde todo eran victorias, buenas sensaciones, grandes actuaciones y cero frustaciones, llegó la derrota. La vuelta a la realidad ya llegó para los de Óscar Mena. El filial grancanario, que no sabía lo que era puntuar aún en esta 14-15, les levantaba los tres puntos en el Cerro del Espino en un día gris de las jóvenes promesas rojiblancas, desde el primero hasta el último.

El encuentro asentó sus bases desde el principio. Los canarios, a defenderse para evitar una nueva victoria; los colchoneros, a tirar de su fútbol de toque para volver a la victoria, algo que no terminó siendo así. El encuentro fue muy igualado desde el principio, sin dejar grandes ocasiones, dando rienda suelta a los bostezos en los graderíos del Cerro.

Las cosas no salían para los de Mena, y eso les llevó a la precipitación y al juego directo, un ámbito de este deporte que precisamente controlar, no controlan. Ahí, el Las Palmas Atlético se sentía cómodo, se crecían con ello y empezaban a ver como sus opciones en el partido se acrecentaban. Además, por la izquierda, encontraron un enorme agujero negro en la defensa rojiblanca, con un Espejo que tuvo un día verdaderamente para olvidar.

En el primer acto, sobraron dedos de la mano para contar las ocasiones de peligrode sendos conjuntos. En el Atlético B, Mario Marín con un testarazo, y Daniel Aquino con un remate que no vio puerta, fueron los que, al menos, lo intentaron. En el conjunto visitante, mucho rigor defensivo, pero escasa actuación ofensiva, yéndose a vestuarios sin ni siquiera intimidar a David Gil, pero ahí estaban, in crescendo y con plenas opciones.

De la tranquilidad, a la derrota

Tras el descanso, el choque siguió por los mismos derroteros. Balonazos, errores, mucha falta y escaso ritmo de juego. De vez en cuando Samu Sáiz daba rienda suelta a su calidad, pero hoy, por primera vez en la temporada, no sería resolutoria. Aquino también lo intentaba, junto a Alejo y sus peligrosos centros por banda, pero todo salía en contra, o mejor dicho, nada salía a favor.

En unos minutos, de un más que posible penalti sobre Aquino, al 0-1

Y pasados los diez minutos del segundo acto, llegó la clave del encuentro. De un posible penalti -más que claro sobre Aquino cuando se disponía a tirar-, al gol del filial amarillo.

Enorme falta de entendimiento entre el arquero David Gil y el debutante Koustas Rougalas, y Dimas lo aprovechaba. Un error catedralicio, cómo para no aprovecharlo.

Las Palmas Atlético se ponía por delante en el que sería, a la postre, su único 'tiro' del encuentro. Esto terminó de desquiciar a los locales, que ya venían calientes por el penalti no señalado sobre su delantero murciano. Así, se fueron saliendo del partido y entrando en un fútbol que solo beneficiaba a sus oponentes.

Ni la salida de Ian, ni la de un agotado Héctor, provocaron un cambio en el devenir del encuentro. Para más inri, Benja veía la doble amarilla y era expulsado, repitiendo la escena que se vivió hace dos semanas con Pierre frente al Castilla. Mena, desquiciado con los errores del trío arbitral, también terminó en la caseta. Y así terminó un soso partido de fútbol que significó los primeros tres puntos para los de Josico y un tremendo paso atrás de los de Mena en un día para olvidar.

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