El Atlético de Madrid lo volvió a hacer. Decían las estadísticas que nunca había ganado durante dos ligas seguidas en el Bernabéu, pero Simeone llegó al equipo para romper todo malfario. Con la base de una buena defensa y la aparición de Arda en la segunda parte, los rojiblancos se impusieron a un Real Madrid al que se vio falto de ideas, sin darle la velocidad necesaria a su juego con el balón y donde solo Cristiano consiguió crear peligro al rival, esta vez desde la banda derecha.
Gol atlético, reacción blanca
El equipo blanco comenzó con la posesión total del balón -el Atleti ni lo tocó en los dos primeros minutos-, pero sin encontrar ideas claras en ataque. El balón no se movía con fluidez y los rojiblancos se posicionaban bien en su campo esperando al rival y con la intención de salir rápido a las contras y aprovecharse del juego de estrategia.
El Atleti repitió su jugada favorita: córner al primer palo y gol de cabeza, esta vez de TiagoY así lo hizo. Parecía que no pasaba nada en el partido cuando llegó la primera jugada a balón parado favorable al Atlético. Y ya se sabe que el equipo de Simeone es especialista en este tipo de casos. Koke, una vez más, puso el balón desde la esquina y Tiago, sin apenas oposición por parte de Benzema, remató con comodidad en el primer palo al fondo de la red. Parecía que no pasaba nada y el Atlético ganaba 0-1 con la jugada que probablemente más han repetido desde que Simeone llegase al banquillo del Manzanares.
La reacción madridista fue tímida y progresiva. No se volcó al área contraria a lo loco y siguió buscando ataques estáticos, aunque bien es cierto que la intensidad del encuentro aumentó. Cristiano y Benzema fueron los primeros en intentarlo con disparos lejanos que se marcharon altos, aunque muchas de las miradas se centraron en los siguientes minutos en Casillas. El portero fue pitado de forma intensa por su propia afición, que parecía culparle por la jugada del gol rojiblanco.
Cristiano: cambio de banda, gol y peligro
Los ataques madridistas continuaron en progresión y afinando su puntería. Pepe encontró el primer tiro a puerta tras un córner que acabó atrapando Moyá, pero la primera gran ocasión de peligro llegó desde las botas de Bale. El galés fue el encargado de botar una falta provocada por Cristiano en la frontal, a la cual Moyá respondió de maravilla tras un extraño del balón en su trayectoria.
Cristiano se cambió de banda e hizo mucho daño a Siqueira por el costado derechoAncelotti había movido fichas y empezaba a crear cada vez más peligro sobre el área rival. Con Cristiano en la banda derecha, Siqueira empezó a sufrir en exceso. Tanto que el brasileño acabó haciendo penalti sobre el portugués en el 24'. Fue el propio Cristiano el encargado de materializar la pena máxima desde los once metros y hacer la igualada en el Bernabéu.
El Madrid no se conformó y siguió al ataque en busca de la remontada, llegando reiteradamente por la banda derecha, con Bale y Cristiano como protagonistas. Aunque fue a la contra cuando llegó su mejor ocasión para ponerse por delante, cuando Cristiano, en el pico del área, recortó a Miranda y dejó el balón en bandeja para Benzema, quien erró en el control y dejó el balón para Moyá.
El Atlético de Madrid pedía el descanso a gritos; plano en ataque, se limitaba a defender e intentar encontrar algún contragolpe que no se produciría en el resto de la primera mitad, con un Raúl Jiménez muy desafortunado en los pocos balones que tocó. Fue para Benzema la última gran ocasión de los primeros 45 minutos, cuando remató de cabeza un gran centro de Cristiano al que Moyá, otra vez, volvió a responder demostrando sus reflejos bajo palos.
Arda Turan impone su condición
Arda sutituyó a un errático Gabi, y con él llegaron los mejores minutos del AtléticoTras el paso por vestuarios, poco cambiaron los papeles. El empate parecía conformar a ambos equipos, que no se volcaban con exceso al ataque. Los minutos se sucedían sin que nadie llegara al área contraria; solo James y Pepe lo intentaron desde muy lejos sobre la portería contraria. Gabi estuvo irreconocible sobre el césped, con reiteradas pérdidas de balón en medio campo, y Burgos lo cambió por Arda. El turco devolvió la magia que tanto le hacía falta al Atlético de Madrid durante sus últimos partidos. A su entrada se añadió la de Griezmann, y entre ambos se encargaron de subir un escalón en el juego ofensivo rojiblanco.
Tras haberle hecho mucho daño por su banda a Siqueira en la primera mitad, Cristiano desapareció en la segunda, y con él todo el juego ofensivo de su equipo. Tampoco apareció Bale, quien fue sustituido por Isco. Salió ganando el club colchonero con el cambio de cromos y lo hizo notar en el marcador.
Arda avisó dos veces antes de la definitiva. El turco recogió un balón de Griezmann en la esquina del área y su disparo se cruzcó en exceso ante la meta de Casillas. Apenas dos minutos después, a punto estuvo de llegar de cabeza tras un centro desde la derecha, pero Arbeloa impidió su remate. Y ya en el 76', Griezmann sorteó a dos jugadores blancos en banda, se la dio a Juanfran en profundidad y el lateral centró raso al área. Parecía que remataría Raúl García, pero el navarro dejó pasar el balón para la llegada de Arda, que la tocó sutilmente al palo derecho del guardameta.
El Real Madrid buscó el empate a la desesperada, con centros al área que la zaga rojiblanca se encargó de resolver en el juego aéreo. Aún así, Raúl García tuvo el tercero en el 81', y Griezmann gozó de la última del partido cuando se acariciaba el 90', pero el francés la mandó al lateral de la red. Poco más pudo hacer el Madrid, que suma así su segunda derrota consecutiva (dos derrotas en tres jornadas) ante un Atlético de Madrid que volvió a asaltar el Bernabéu, esta vez guiado por la magia de Arda Turan. La Liga no ha hecho más que empezar, pero los rojiblancos vuelven a presentar sus credenciales.