El Atlético de Madrid recuperó su identidad -difuminada en las últimas jornadas- ante el Sevilla coincidiendo con el regreso de Simeone a los banquillos. Posiblemente, sería casualidad en el resto de equipos de la liga, pero no en el Atlético. El técnico argentino le devolvió a sus jugadores ese plus que les había faltado en las últimas jornadas y que había propiciado la pérdida de algún que otro punto. Los colchoneros fueron el rodillo al que están acostumbrados en la Ribera del Manzanares y eso que el rival era uno de los líderes de la categoría. El balón parado y los goles de cabeza no volvieron, más que nada porque nunca se fueron: retoques en la estrategia y otros dos goles de cabeza. El Atlético acumula siete tantos con la testa de los once que han marcado en seis jornadas.

La goleada del Atlético al Sevilla (4-0) dio para mucho. Si primero fue Koke, uno de los mejores en el arranque de competición, el que se encargó de batir a Beto con algo de suerte, el segundo gol llegó directamente desde el laboratorio de Simeone y Burgos. Gabi se encargó de lanzar la falta, Arda y Miranda se intercambiaron los papeles y el turco asistió al central brasileño con la cabeza y este hizo lo mismo con el pie a Saúl, que entraba al segundo palo con la fuerza que debe caracterizar a un canterano que está a punto de marcar su primer gol en competición oficial con su equipo. Nuevo gol de estrategia, nuevo gol de cabeza.

En la segunda parte, Raúl García aumentó la distancia transformando un penalti que provocó el francés Griezmann. Cuando el partido finalizaba entre cánticos de alegría de la afición, llegaría un tanto que significó más que cerrar una preciosa noche de fútbol en el Vicente Calderón. Koke, otra vez Koke, lanzó una falta desde el costado derecho del ataque rojiblanco, el balón llegó donde tenía que llegar y Raúl Jiménez se tiró en plancha para marcar de cabeza su primer gol con la camiseta del Atlético. No con la del Real Madrid, como muchos piensan, con la del Atlético. No olviden y no consuman. El joven delantero finiquitó la goleada y sumó un nuevo gol de estrategia y, a su vez, de cabeza para el equipo de Simeone.

Los goles de Saúl y Raúl Jimenez de cabeza no son los primeros de la temporada. El Atlético suma siete dianas con la cabeza y todos han llegado desde el balón parado. En la primera victoria de la temporada en Liga BBVA ante el Eibar (2-1), los goles de Miranda y Mandžukić llegaron de cabeza. Lo mismo pasó en el triunfo ante el eterno rival en el Santiago Bernabéu (1-2), cuando Tiago adelantó a los visitantes rematando de cabeza en el primer palo de Casillas. Godín, ante el Celta, y Miranda, dando los tres puntos de cabeza ante el Almería, completan la lista.

Koke, guante de oro

La estrategia del Atlético de Madrid es la envidia de todos los equipos europeos. El potencial por arriba de jugadores como Miranda, Godín o Mandžukić proporcionan a los colchoneros cierta ventaja en el balón parado. Pero las cabezas de estos jugadores no son lo más importante en el laboratorio de Simeone y Burgos. El guante de oro de Koke es primordial para que el Atlético lleve siete goles de cabeza en Liga BBVA, ya que cuatro de esos tantos llegaron a través de un lanzamiento del canterano madrileño. Los otros tres goles con la testa llegaron gracias a dos asistencias de Gabi y otra de Miranda.