El Valencia se tomaba el partido muy en serio y eso es algo que se pudo evidenciar a lo largo de la semana. Siete días esperando el momento e intentando provocar el ambiente a su favor, una llegada fulgurante de su equipo al estadio, como si de una gran ocasión se tratara, y lanzamiento de objetos al autobús del contrario, intentando marcar territorio desde antes del pitido inicial. Chándal especial para la ocasión y camiseta con la serigrafía del partido, además del lema "junts tornem" (juntos volvemos). Un presagio de lo que pasaría.

El 'Cholo' salió con todo arriba, con Griezmann, por fin, en el once inicial para asociarse con Arda, Koke y compañía. La rotación llegó en este caso en los laterales, con Gámez y Siqueira supliendo a los más habituales: Juanfran y Ansaldi. Al ex-jugador malaguista le tocó debutar en la plaza más fea, pero Simeone dejó claro que se dejaba los miedos a un lado y que plantearía el partido como uno más. Nuno lo tenía claro: once de gala y a por el Atlético.

13 minutos; tres goles.

Miranda Moyá recordaron fantasmas del pasado tras no entenderse en el primer golNo parecía el conjunto rojiblanco haberse dejado impresionar por el ambiente, pero en apenas 14 minutos dejó escapar el partido y los tres puntos. En el 5', uno de esos sucesos extraños que se producían a menudo en el Atleti antes de la llegada de Simeone. Centro a ninguna parte del Valencia en el que Miranda y Moyá no se entienden. Cabezazo del brasileño a la base del palo y gol en propia puerta.

Ahí comenzo la avalancha en ataque del Valencia. Griezmann respondió con un disparo lejano parado por Alves, y dos minutos después del primer tanto, el segundo. André Gomes gana por alto a Miranda, Alcácer le devuelve el balón y el portugués encara portería, se vuelve a deshacer de Miranda y bate a Moyá.

Pero la pesadilla aún no había acabado. El Atlético volvió a recibir su propia medicina; en este caso, córner, balón parado y gol de cabeza. La estrategia funcionó al equipo de Nuno, con Otamendi como goleador ante la mirada de Tiago y Miranda y la falta de posición de Moyá. El portero no tuvo su noche en el regreso a la que fuera su casa.

Reacción atlética.

Los de Simeone se adueñaron de la posesión y comenzaron a llegar las ocasionesDel gol en propia puerta de Miranda al tercero de Otamendi; diez minutos de despliegue ofensivo total. Al Valencia le bastó para llevarse el partido, porque tras el tercero, la posesión, las ocasiones y las jugadas polémicas se pasaron al área de Diego Alves. Los rojiblancos avisaron con balones colgados desde el lateral, pero Godín y Mandzukic no estuvieron atinados en el juego aéreo en distintas ocasiones. Más audaz estuvo el croata en el 28', cuando cabeceó a la red el rechace de Diego Alves a un disparo de Tiago, que se había asociado de maravilla con Griezmann en la frontal.

El Atlético de Madrid había reaccionado como el campeón que ha construído Simeone, y tras el 3-1 siguió en busca de otro gol que le acercara aún más en el marcador. Teixeiria no vio una mano clara de Mustafi en el área, pero sí vio otra de Gayá a dos minutos del descanso. Mandzukic cogió el balón convencido en su doblete, pero Siqueira le arrebató la pelota. No se le veía muy contento al croata con la decisión, pero el lateral, especialista en tirar desde los once metros en el Granada, se veía las caras con otro especialista: Diego Alves. Y el portero ganó el duelo de brasileños. Flojo, a su derecha, raso y sin ajustar. En bandeja para Alves. Una oportunidad de oro que los colchoneros dejaron escapar antes del paso por vesutarios.

Control che en la segunda mitad.

El Valencia controló el partido y no pasó apuros tras el descanso.Y ahí pudo estar el partido, porque la segunda mitad comenzó con menos revoluciones que la primera y las ocasiones desaparecieron de las porterías. Los minutos pasaban y el equipo de Simeone no creaba peligro. La posesión se dividió y el encuentro pasó al terreno que más le convenía al Valencia, con numerosas paradas de juego propiciadas por las faltas y los cambios de ambos equipos. Koke intentó liderar al conjunto rojiblanco, pero no encontró con quién asociarse en el medio campo, y a Cerci apenas le salió nada de lo que intentó desde su entrada: Orban estuvo atento a sus cambios de ritmo en banda, marcó un gol anulado en el descuento y acabó expulsado por doble amarilla. Partido para olvidar del italiano. Feghouli tuvo la más clara de la segunda mitad, pero le faltaron centímetros para hacer el cuarto al contragolpe.

El Atlético perdió su primer partido de Liga ante un Valencia que presenta sus credenciales de cara a la parte alta de la clasificación. A los de Nuno le sobraron con diez minutos intensos y la parada del penalti de Diego Alves para no pasar más apuros. Los rojiblancos se encontraron con todo en contra casi sin darse cuenta e intentaron reaccionar volcándose sobre el área contraria, pero la cuesta era excesiva y acabó difuminándose en la segunda mitad. La temporada promete grandes éxitos para ambos equipos, pero esto no ha hecho más que empezar.