En julio, de vacaciones en Argentina, Diego Pablo Simeone confirmó a medios locales que el Atlético de Madrid necesitaba reforzarse si quería seguir creciendo e intentar mejorar el título de Liga conseguido y la final de la Champions League que alcanzó en la temporada pasada. "Sin que lleguen fichajes es muy difícil mejorar", manifestó el técnico argentino, que pidió urgencia a la directiva rojiblanca para suplir las importantes bajas tras las salidas de jugadores como Filipe Luis, Diego Costa, David Villa o Thibaut Courtois. En consecuencia a las masivas salidas, el Atlético de Madrid respondió e hizo un récord de traspasos (más de 100 millones de euros) con hasta nueve contrataciones.
Pasadas ocho jornadas de Liga, los fichajes veraniegos no han encontrado un sitio en el Atlético de Madrid. Salvo Mario Mandzukic, por necesidad y por la falta de un delantero que pelee por un puesto con él en cada entrenamiento, ninguna de las nueve contrataciones es titular indiscutible en el sistema de Diego Pablo Simeone. Además del croata, Moyá, otra de las inversiones, sí ha sabido hacerse con el puesto de titular durante la temporada y ha ganado la partida a un Jan Oblak que llegó a la ribera del Manzanares con el cartel colgado de teórico sustituto de Courtois bajo los palos.
Contra el Espanyol, cuatro de los siete jugadores que tuvo el Atlético de Madrid en el banquillo llegaron en el mercado veraniego. Más de cincuenta millones invertidos en verano esperando una oportunidad de su nuevo técnico. Otros, como Cerci, se perdieron el compromiso por sanción, mientras que Guilherme Siqueira, que llegó al Calderón con la difícil misión de suplir a Filipe Luis, no entró en la convocatoria y apenas se ha ganado la confianza de Diego Pablo Simeone ni ha convencido en las ocasiones que ha tenido como titular. Ansaldi, correcto en defensa y aseado en ataque, parte por delante del brasileño al demostrar mayor regularidad.
Se espera a Griezmann
Su fichaje generó una ilusión acorde al gran rendimiento ofrecido la temporada pasada con la Real Sociedad. No había dudas en afirmar que con la contratación de Antoine Griezmann, treinta millones mediante, el Atlético de Madrid había fichado a una estrella. Era uno de los caramelos más ansiados durante el mercado veraniego y los rojiblancos se impusieron a otros competidores que pretendían hacerse con sus servicios. Sin embargo, desde su llegada, el francés no ha terminado por convencer a Diego Pablo Simeone, que espera mucho más de él.
"Con todos los respetos para la Real Sociedad, el Atlético de Madrid es una exigencia diferente. Y en eso está, en ese periodo de demostrar todas las cosas buenas que tiene. Ojalá tenga más continuidad", argumentó, con contundencia, el técnico argentino sobre la mejoría que espera por parte del jugador francés. Y es que el exfutbolista de la Real Sociedad ya encadena hasta doce jornadas consecutivas de Liga sin ver portería y solo ha marcado un tanto como rojiblanco en la derrota (3-2) contra el Olympiacos en la jornada 1 de la fase de grupos de la Champions League.
Su caso es el que más repercusión genera por el montante económico que el Atlético de Madrid pagó por él. Ha participado en las ocho primeras jornadas de Liga pero en ninguna de ellas terminó de completar el encuentro. Pero son quizás sus cinco suplencias en ocho partidos el dato más demoledor y que peor habla del rendimiento del futbolista francés, grisáceo cuando sale de inicio y vertiginoso cuando parte desde el banquillo.
Jiménez no convence
La llegada de Raúl Jiménez estuvo discutida por un presunto contrato firmado con Televisa, medo de comunicación mexicano en el que el América tiene poder, y su comportamiento en las redes sociales donde alentaba a favor del Real Madrid durante la final de la Champions League. Sus participaciones con la camiseta del Atlético de Madrid, tanto en Liga como en Champions League, no han sido suficiente para convencer a la parroquia colchonera de un cambio de opinión.
El mexicano se ha estrenado como goleador rojiblanco en el 4-0 contra el Sevilla pero más allá de la anécdota de aquel gol, su fútbol está muy lejos del ritmo que exige jugar en Europa. Despistado, inoperante y en ocasiones hasta algo frío para la intensidad a la que obliga jugar Simeone, Jiménez aún intenta adaptarse a la Liga española. No cuenta con demasiados minutos y las múltiples variantes que tiene Simeone para jugar por detrás de Mandzukic no ayudan al mexicano a tener más oportunidades.