El Grupo A de la UEFA Champions League reúne a cuatro campeones: Atlético de Madrid, Juventus, Malmö y Olympiacos. Son los únicos cuatro equipos que llegan a la tercera jornada de competición igualados a puntos en la clasificación, teniendo desde el primer clasificado al último las mismas posibilidades de clasificarse para la siguiente ronda. Dos jornadas disputadas y ningún equipo ha destacado por encima del otro, pero Juventus y Atlético de Madrid quieren romper esa igualdad en sus enfrentamientos de esta noche.
En las dos próximas fechas, Atlético de Madrid y Juventus tienen una oportunidad de oro para distanciarse de sus perseguidores gracias al doble enfrentamiento ante Malmö y Olympiacos, respectivamente, pero no será fácil. El Olympiacos dirigido por Michel ya dio la sorpresa ante el Atlético en la primera jornada venciéndoles en el infierno griego y su buen rendimiento en competición doméstica donde se sitúan en la zona alta de la clasificación obligará a la Juventus a no confiarse e intentar no volver a pinchar como le ocurriría en la última jornada de Serie A donde empató ante el colista.
El Malmö, rival del Atlético, es, a priori, la cenicienta del grupo, pero no es ni mucho menos un equipo vulgar ni fácil. Los suecos se proclamaron campeones de liga con tres fechas de antelación lo que le ha servido para poder preparar con más tiempo y tranquilidad sus dos partidos ante los rojiblancos. Eso si, en la última jornada de competición sueca no reservó a Rosenberg, su principal estrella. El delantero que en su día pasó por España fue el autor del único gol de su equipo en la derrota (1-2) ante el Elfsborg.
Grecia puede quedar en el olvido
La primera jornada de UEFA Champions League regaló al Atlético una dura derrota ante el Olympiacos en Grecia. Un partido que provocó dudas en el conjunto madrileño, pero que puede quedar en el olvido gracias a la igualdad de su grupo. El equipo dirigido por Diego Pablo Simeone solo piensa en vencer al Malmö en los dos próximos partidos, lo que le permitiría viajar a Turín con más tranquilidad y con la única obsesión de ganar al Olympiacos en el Vicente Calderón. La derrota ante los griegos puede quedar en una simple anécdota y sin secuelas.