Diego Pablo Simeone afirmó, hace unos días en rueda de prensa, que “en algunos equipos se busca cómo compensar la salida de algún jugador y nosotros sacamos o dejamos fuera a un futbolista. Entonces, cuando uno lee el periódico están buscando un lugar a un jugador para mejorar a un equipo; en nuestro equipo quitan a un jugador, queda afuera un jugador, borras a un jugador...”. Y es que desde que aterrizó el argentino en la ribera del Manzanares ha tenido que realizar una regeneración constante, tanto de jugadores como de estilo.

Desde que aterrizó en la rivera del Manzanares cada inició de una nueva campaña es un reto para el cholo, debido a las bajas importante que sufrió el equipo en los últimos años. Piezas fundamentales en el equipo rojiblanco como Diego, Falcao, Costa, Filipe Luís, Villa o Courtois han provocado a Simeone a reinventar al Atlético de Madrid constantemente.

En su primera temporada el técnico sufrió la marcha de Diego, un elemento fundamental en su juego. Un jugador que no era el mejor en su puesto, pero perfecto para el juego que quería desarrollar Simeone. El técnico pidió su vuelta hasta la saciedad, pero no sería hasta dos campañas después cuando vería colmados sus deseos. Mientras Diego regresaba al Vicente Calderón el Cholo optó por Koke para reemplazarle. Hasta la llegada del Cholo, el ahora internacional español, era un jugador con poco peso en el equipo. Curiosamente fue Simeone quien frenó su marcha al Málaga, cuando estaba casi cerrada. El argentino dio galones al canterano y este supo responder a su confianza convirtiéndose en uno de los mejores jugadores en su puesto. Tan bien pulió el Cholo a Koke, que cuando regresó Diego al Calderón ya no pudo volver a recuperar el sitio que perdió con su marcha.

Al año siguiente el técnico tuvo que volver a reinventarse al sufrir la baja de su jugador más importante, Falcao. El colombiano, en las dos temporadas que vistió la zamarra rojiblanca, consiguió 70 goles en 91 partidos algo que parecía difícil de superar. Al igual que sucediera con Diego, Simeone volvió a tirar a gente de la casa para superar tan importante baja. El elegido en esta ocasión fue Diego Costa. El hispano brasileño, hasta la llegada del argentino al Calderón había encadenado cesión tras cesión sin poder demostrar su valía en la capital de España. Diego Costa no sólo no defraudó sino que mejoró a su predecesor gracias a la confianza que le dio Simeone y de la que careció con otros técnicos del Atleti.

Esta temporada el Cholo tuvo que hacer variaciones tácticas para acoplar rápidamente a los nuevos

Pero el reto más importante para el Cholo estaba por llegar, ya que en las temporadas anteriores había perdido a su jugador más importante pero pudo mantener el bloque. En la presente campaña, sucedió al revés. Piezas clave en campañas pasadas como Courtois, Filipe Luís, Diego Costa o Villa decidieron hacer las maletas este verano en busca de nuevos desafíos.

Por lo que esta temporada, además de buscar al jugador ideal para sustituir bajas tan importantes, el Cholo tuvo que hacer variaciones tácticas para acoplar rápidamente a los nuevos. Ahora el conjunto rojiblanco se vuelca más en la banda derecha, en lugar de en la izquierda como hacía anteriormente, aprovechando el buen estado de forma de Juanfran y que Siqueira y Alsandi continúan su pelea por hacerse con el carril zurdo. A lo que hay que añadir que el Atleti ya no juega tan directo siendo su máximo peligro la estrategia.

Los sustitutos que han llegado, ya no son de la casa, pero son de garantías. Todos ellos necesitan todavía tiempo para acoplarse, pero Simeone espera volver a dar con la tecla pronto para que vuelva a suceder como en años anteriores.