Fernando Llorente abandonó el Athletic en junio de 2013 y poca gente en el club bilbaíno (directiva e hinchada) lamentó su pérdida. Polémicas a un lado, y decisiones de Marcelo Bielsa al otro, existía un motivo, entre otros tantos, para tal indiferencia en la afición: el buen rendimiento que había ofrecido Aritz Aduriz durante la campaña en que Fernando Llorente estuvo en el dique seco.
Ha participado en cuatro de los últimos ocho goles que ha marcado el Athletic
Y es que el veterano delantero guipuzcoano (34 años el próximo febrero) derribó a base de goles y buenas actuaciones aquel viejo tópico de que “segundas partes nunca fueron buenas” (aunque en su caso era la edición que completaba -y completa hasta el momento- la trilogía). En aquella temporada, en la cual tenía la difícil misión de rendir al mismo nivel que Llorente -un Llorente que vivía sus peores días como profesional-, Aduriz firmó su mejor campaña a nivel goleador: 14 goles en 36 encuentros.
Los directores técnicos del equipo vasco no estimaron necesaria la contratación de un delantero. Si Aduriz mantenía la línea mostrada durante su primer año, el ataque se encontraba en muy buenas manos. Y así fue. Jugando cinco partidos menos (31), la temporada pasada superó los 14 goles de la 2012-2013: transformó 16 y se convirtió en uno de los principales artífices de la clasificación del Athletic a Champions, tantos años después.