El Atlético de Madrid visita el Camp Nou en la ida de los cuartos de final en uno de los mejores momentos de la temporada para el FC Barcelona. Con Messi de nuevo en estado de gracia, con el vestuario haciendo piña a pesar de los rumores de crisis y de los posibles conflictos internos y siendo el equipo menos goleado de Primera División, los azulgrana han sabido sobreponerse a lo ocurrido en la 17ª jornada en Anoeta.
El conjunto que dirige Luis Enrique Martínez cayó derrotado en San Sebastián por la mínima con un autogol de Jordi Alba en los primeros minutos del encuentro. Bien es cierto que los culés quizás merecieran algo más que la derrota, en un segundo tiempo con ocasiones; pero las suplencias de Neymar y Messi, la poca producción ofensiva del conjunto blaugrana en los primeros cuarenta y cinco minutos, y la falta de acierto ante Rulli condenaron al Barça a irse de vacío en visita a 'La Bella Easo'.
Desde entonces, los azulgranas llevan cuatro partidos en los que han sometido prácticamente a sus rivales. Dos triunfos contra el Elche en la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey, que saldaron con un parcial favorable de 9-0, más la victoria liguera ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou por 3-1 y los tres puntos conseguidos en Riazor el pasado domingo al imponerse por un contundente 0-4. En total, 16 goles a favor y uno sólo en contra, el conseguido por el croata Mario Mandzukic de penalti.
Messi lleva siete goles en los últimos tres partidos que ha marcado
El tropiezo contra la Real Sociedad inició una tormenta en Barcelona que se ha disipado a base de goles y goleadas. De hecho, desde que los azulgrana empataran a cero contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez, el conjunto azulgrana suma 21 goles a favor y dos en contra contando con la goleada que endosaron al Córdoba CF en la visita de los andaluces al Camp Nou.
Goleadas para calmar los nervios
Desde que el FC Barcelona cayera derrotado en el Camp Nou en la liga contra el Celta de Vigo y acumular su segunda derrota consecutiva en la liga, los azulgrana sólo han caído derrotados en una ocasión más, la de Anoeta. Pero desde entonces, gran parte de sus partidos se cuentan por goleadas. En hasta nueve ocasiones ha conseguido vencer el conjunto azulgrana por una diferencia de cuatro goles o mayor entre sus compromisos de Liga, Copa del Rey o Liga de Campeones.
El primero en sufrir la ira del barcelonismo, por orden cronológico, fue el Sevilla FC, que demostró que los grandes partidos todavía le vienen a contrapié. La escuadra catalana venció por un contundente 5-1 merced a otra exhibición de cara a portería del rosarino Lionel Messi, que anotó tres goles en el encuentro. El conjunto de Emery aguantó los primeros cuarenta y cinco minutos, llegando a empatar el choque en el minuto 47 con un autogol de Jordi Alba. Dos minutos después, Neymar derribaba el muro sevillista y desencadenaba la tormenta con goles de Rakitic y dos más del crack argentino.
Apenas tres días después, era el APOEL Nicosia chipriota el que sufría una nueva goleada a manos del FC Barcelona. Un contundente marcador de cero a cuatro bastaba para que el Barcelona asegurase su presencia en los octavos de final de la Champions League y se jugara el primer puesto del grupo en la última jornada contra el PSG.
El Barcelona ha logrado ganar nueve veces por cuatro goles de diferencia en los últimos dos meses y medio
Diciembre fue un mes muy prolijo para las goleadas azulgranas. Dos en liga, contra el Espanyol en el derbi de la Ciudad Condal, y la ya mencionada contra el Córdoba; además de las cosechadas contra el Huesca en dieciseisavos de final de la Copa del Rey indicaban que el Barça empezaba a encontrar el camino para pelear con los mejores en todas las competiciones que disputa.
La derrota de Anoeta, más que por la contundencia o el resultado, hizo temblar los cimientos del 'Proyecto Luis Enrique' por la suplencia de los dos cracks azulgranas, Neymar y Messi, que acumulaban pocos días de trabajo con el grupo tras las vacaciones navideñas. Todo esto, junto a la mala primera parte y a no conseguir remontar el marcador adverso en Donosti, abrió la caja de los truenos en Can Barça. Críticas veladas al entrenador, Messi con gastroenteritis no entrena al día siguiente en una sesión a puerta abierta, cruce de declaraciones, problemas internos…
Desde entonces, el temporal ha amainado en la entidad culé. Las goleadas contra el Elche en 'La Copa' y el Deportivo en liga, unidos a la importante victoria frente al campeón de liga en casa han calmado los ánimos en parte. Aunque los cambios más significativos se han producido dentro del campo, con un Rakitic que ha empezado a gobernar la nave blaugrana y un Messi que vuelve a ser diferencial para el Barcelona con más regularidad de la de los últimos meses. El argentino ha cortado su mala racha lejos del Camp Nou con su triplete en La Coruña, y amenaza a un Atlético que siempre se le ha dado especialmente bien.
Con la lección aprendida
El Atlético de Madrid llega a Barcelona consciente de que un error les puede costar caro en la eliminatoria. Simeone plantea el doble duelo contra los de Luis Enrique como un partido de 180 minutos, donde el primer acto en la Ciudad Condal tiene una importancia capital para lo que pueda suceder en Madrid. Los rojiblancos saben que de superar a un Barcelona al que ya eliminaron en cuartos de final de la Champions League la temporada pasada estarían a tres pasos de conquistar un nuevo título, ya con el Real Madrid en la cuneta.
Lo sucedido hace apenas diez días en territorio azulgrana es una lección de la que el 'Cholo' ha querido aprender, e irá a buscar al Barcelona, consciente del riesgo que eso puede suponer, pero sabedor de los problemas azulgranas esta temporada. El campeón de liga promete batallar duro ante un equipo que ha renacido en el momento idóneo para afrontar la segunda parte de la temporada con una fuerza y unión mucho mayor.