Serán doscientas. Doscientas las veces que Koke habrá visto las rayas rojas y blancas, que habrá visto el escudo del Atlético de Madrid antes de saltar a cualquier campo de fútbol. Doscientas veces en las que habrá tenido ocasión de recibir un balón y poner un centro de los que sólo él sabe poner. Jorge Resurreccion Merodio, Koke, cumple 200 partidos oficiales como jugador del club de toda su vida.
No es un número fácil, mucho menos para un canterano. Los jóvenes con talento que surgen en la ribera del Manzanares suelen tener que buscar el éxito lejos de ellas. Pero Koke era especial.
Lo vió Abel Resino, quien le hizo debutar en el año 2009, ofreciéndole veinte minutos en un partido de Copa del Rey frente al Fútbol Club Barcelona con tan solo 17 años. Abel Resino fue destituido, y llegó Quique Sánchez-Flores. Y también lo vió, vió que Koke era especial. Y Koke volvió a jugar de rojiblanco, volvió a dar la esperanza a los aficionados de que tal vez, como ya ocurriera con Fernando Torres, podrían ver a uno de los suyos defendiendo el escudo del Atlético de Madrid.
Koke fue el séptimo jugador más joven en debutar en el Atlético de Madrid, con tan sólo 17 años
Y si en la temporada 2009/2010 contó tan solo con cuatro partidos para demostrar su calidad, la 2010/2011 sería la de su salto: 19 partidos disputados, llegando incluso a meter dos goles.
Y llegó Simeone, en diciembre de 2011. Llegó Simeone y le vió, y le dijo que se quedara en el Atlético, impidió que se marchara como tantos otros canteranos. El argentino cuenta siempre que le comentó al Mono Burgos que "quién era ese chiquito" que no daba un solo pase mal. Era Koke, y a partir de ese momento fue suyo. Con Simeone, el vallecano de tan solo 23 años puede presumir de haber ganado en las últimas tres temporadas y media una Europa League, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una Liga. Y de estar a un minuto de ganar una Champions. Todo ello de rojiblanco.
Puede presumir Koke de títulos. De ser visto como el fututro de la selección española, sucesor de genios como Xavi o Iniesta. Puede presumir de centros al área y asistencias de gol, de calidad, de trabajo en defensa. Puede presumir de ser un símbolo para la afición, de aquella bandera que rozó el suelo del Bernabéu poco después de derrotar al eterno rival en su propia casa en la final de la Copa del Rey de 2013. Koke puede presumir de ser 200 veces Koke en el Atlético de Madrid.