Luis Aragonés, eterno en el Vicente Calderón

Se cumple un año del fallecimiento de Luis Aragonés. En este tiempo el Atleti ha ganado una Liga, ha jugado una final de Champions, ha logrado convertir en rutina el ganar -o competir- contra el Madrid y ha vuelto su ‘Niño’ a casa.

Luis Aragonés, eterno en el Vicente Calderón
Montaje: Jaime del Campo - VAVEL.com.
ainhoasanchez
Por Ainhoa Sánchez

Hace justo un año nos despertábamos con la triste noticia de que Luis Aragonés iba a ser siempre eterno, pero ta no podríamos volver a disfrutar de él. Nos despertábamos con el adiós de El Sabio de Hortaleza, aquel que apostó por un juego en el que muy pocos creían y con el que puso la primera piedra para que La Roja se hiciese eterna, como él, en el panorama internacional.

El as en la manga de Simeone

Ese 1 de febrero el Atlético se quedaba huérfano. Se iba el entrenador que más partido ha dirigido desde el banquillo rojiblanco, el defensor acérrimo a unos colores -Y usted, ¡no pise ese escudo!- el grande del Atlético. En los campos de toda España, en todos los vestuarios y en todos los jugadores el recuerdo de Luis Aragonés inundaba sus mentes. Más allá todavía, fuera del país, los minutos de silencio por su figura se sucedían. Pep Guardiola desde Múnich, no dudó en mostrar sus condolencias por la figura de don Luis. "Luis no ha sido un grande sino el más grande. Qué pena haberlo perdido. Fue un genio al que todos queríamos".

Simeone, tras ganar la Liga en el Camp Nou: "Seguro que Luis Aragonés defendió con nosotros en el área en el segundo tiempo"

Diego Pablo Simeone tampoco dudó en mostrar su tristeza. En sala de prensa, el argentino habló de Luis Aragonés y recordó momentos vividos junto al que fuse su entrenador en el Sevilla. "Un gran respeto a Luis. Fue el primero que, cuando le comenté la posibilidad de venir al Atlético de Madrid (en 1994 cuando ambos estaban en el Sevilla), me dijo: 'Y a qué está esperando para ir'. Un gran tipo, un gran hombre y un gran recuerdo que ha dejado a la gente que pudo compartir con él momentos de fútbol y de la vida". Para él, Luis Aragonés le aportó al fútbol "rebeldía, romper las dificultades que siempre había tenido España para ganar, mostrar el camino... Creo que sin duda, más allá del trabajo posterior, que es brillante, él demostró que se podía y que España dejó de ser una posibilidad, sino una realidad", aseguró. "Y fue sin duda con su carácter, su personalidad, su manera de transmitir lo que siempre transmitió y eso es imborrable para los que lo tuvimos y para el fútbol español. Una pieza importante para marcar el rumbo y el camino en el cual España sigue manteniéndose a nivel del fútbol y de la selección", añadió.

De aquella anécdota en Sevilla, Simeone recordó: "Cuando estábamos en Sevilla, apareció la posibilidad de venir al Atlético, hablé con él en su despacho. 'Luis hay esta posibilidad' y él me respondió: "y qué está esperando usted para ir acá". "Sin duda, lo que nos encuentra es lo que todos queremos mucho, el club. Hoy lo entiendo. Si me pasara lo mismo con otro jugador, le respondería de la misma manera que me respondieron hace varios años", continuó. Al día siguiente, el Atlético recibía a la Real Sociedad y en la memoria solo estaba la persona de Luis Aragonés . "Ojalá que mañana pueda haber mucha gente en el estadio. Sin duda que una persona como Luis querría ver, más allá de la tristeza y el dolor del momento, siempre buenos recuerdos, que a la gente, cuando se va, hay que recordarla de la mejor manera. Tiene que prevalecer la alegría de haber podido compartir años y momentos. Ojalá todos los atléticos mañana podamos estar juntos porque será un día importante", deseaba emocionado.

Pero Simeone se guardaba un as en la manga desde aquel uno de febrero. Porque el Cholo es de esos que hablan, pero que aún callan cuando saben que hay algo grande por venir. Y ese 'algo' se convirtió en la décima Liga del club rojiblanco. Simeone no dudó en recordar la figura de Luis Aragonés a quien le dedicó el triunfo y regaló unas sinceras palabras, de esas que solo un colchonero como Simeone, como Luis, saben los que significan. "Es una alegría que no se puede explicar. Quiero agradecerle a los jugadores, a la gente que confió en nosotros en su momento: Miguel Angel Marín, Enrique Cerezo, Don Jesús (Gil y Gil) desde arriba y Luis (Aragonés), que seguramente defendió con nosotros en el área en el segundo tiempo", deleitó a la prensa el técnico bonaerense. La calma en la felicidad, el recuerdo por alguien que dio todo por un escudo y por pocos meses no pudo disfrutar al lado de Simeone del "extraordinaria trabajo" del argentino.

Porque Luis, desde arriba, como dijo el Cholo, estaba con los suyos. Porque alentó a sus hombres cuando más lo necesitaban, porque elevó a Godín al cielo de Barcelona para empatar el partido. Porque en el Atlético no defendían 11 sino 12 y contra eso, nada lo puede. Ese gol, esa defensa, ese empate y esa Liga era para él, para Zapatones, para El Sabio rojiblanco.

El recuerdo en Lisboa

Se plantó el Atlético de Madrid en la final de la Champions League, algo inverosímil. Derrochando coraje y corazón, luchando contra viento y marea, los Guerreros del Cholo lograron terminar su periplo en Europa lo más lejos posible, en el Estadio da Luz de Lisboa. Cómo no podía ser de otra forma, el Atlético recordó a Aragonés. Antes de ese 24 de mayo, los madrileños viajaron a Milán de la mano de Luis. En su avión, la imagen de El Sabio de Hortaleza voló desde España a Italia para estar cerca de los suyos. Habían pasado algo más de 15 días desde que el extrenador rojiblanco se marchase, pero no quiso el club dejarlo en el olvido y se lo llevaron a la victoria por 4-1 contra el conjunto de rossonero.

Luis viajó con el Atlético a Italia, con su imagen en el avión que les llevó hasta Milán

Fiel a su estilo de pertenencia, ese por el que Simeone suspiraba desde llegada y que se ha culminado con la vuelta de Fernando Torres a su casa, el Atlético de Madrid también quiso que Luis estuviese con ellos en la final de Lisboa. La UEFA autorizó al club madrileño a que el nombre de Luis Aragonés luciese en el interior de las camisetas rojiblancas, porque él era uno más de aquella expedición que luchaba por su primera Copa de Europa. No pudo culminarse con la victoria, pero la iniciativa que fue promovida por los propios jugadores tras certificar el pase ante el Chelsea fue, de nuevo, un gesto de un gran equipo para un gran entrenador.

Algo ha cambiado

Ese escudo por el que suspiraba Luis Aragonés ha cambiado. El equipo ha dejado de ser el pupas para convertirse en un equipo de esos que molesta, de esos que se teme ir a su feudo, de esos que luchan, de esos que tienen garra. El Real Madrid ha sido el peor parado de todo esto. Si bien es cierto que el minuto 92:48 de la final de la UEFA Champions League del 2014 quedará en la historia blanca dejando en un más que segundo plano al Atlético, los rojiblancos ya no sufren al enfrentarse con los de Chamartín.

Los jugadores lucieron el nombre de Luis Aragonés en el interior del cuello en la final de la Champions

Los octavos de Copa han sido el último ejemplo de ello, pero desde la final de Copa del Rey del 2013 todo ha ido rodado. El gol de Miranda dio el título al Atlético y con él, el inicio de una saga de duelos envidiables para el fútbol español. El Atlético no tiembla cuando acude al Bernabéu, no tiene miedo escénico. Luis, desde arriba, vio como sus colores volvían a arrebatarles un título a los merengues, la Supercopa de España. Una pequeña 'venganza' por haberles robado a ellos su primera Liga de Campeones.

Porque algo ha cambiado. Ha cambiado la actitud, ha cambiado el sacrificio, ha cambiado la intensidad. Simeone aprendió mucho de Luis y por eso siempre cerca del artífice del milagro del Manzanares hay recuerdo para el Sabio. Los triunfos en los derbis han servido para que el Atlético se haga más fuerte, pero también para no olvidar su identidad. Por eso Luis está presente, porque él, durante mucho tiempo, durante muchos partidos, luchó por el crecimiento del Atlético y ha sido uno de sus pupilos el que lo ha conseguido. "Trabajo extraordinario", decía don Luis sobre cómo llevaba Simeone la última campaña. Lástima que no pudiese disfrutar con él del final de la película.

La vuelta de 'su Niño'

Era su niño y debía volver a casa. Fernando Torres lloró su muerte a través de Twitter, recordando su famoso "Ganar, ganar y volver a ganar". Casi un mes después de su adió, Fernando tuvo la oportunidad de dedicarle su gol. Era miércoles y el Chelsea, filas en las que militaba el ahora '19' rojiblanco, empataba a uno contra el Galtasaray, en Estambul. El gol del conjunto inglés dirigido por José Mourinho lo marcó El Niño, quien señaló al cielo en su celebración. Tras el partido, el delantero explicó mediante un mensaje en su perfil de Faceook que la dedicatoria iba para Luis Aragonés. "Clink caja niño, usted clink caja", fue la frase que puso el goleador del Chelsea, en clara alusión a lo que el técnico le decía las muchas veces que coincidieron tanto en el Atlético de Madrid como en la selección.

"Al cielo de Estambul dedicó Torres su gol para El Sabio"

Porque El Sabio siempre fue de su niño. Y El niño siempre fue de su sabio. En este año se ha perdido también su vuelta, el recibimiento del Calderón, ese Estadio que no olvida. Se ha perdido cómo cerró la eliminatoria ante el Real Madrid a favor de los rojiblancos con sus dos tantos al inicio de las dos mitades del partido de vuelta. Se ha perdido su primer gol en casa tras estar siete año lejos. Se ha perdido cómo besó el césped del Calderón tras ese tanto. O quizás no. Quizás fue él el que le empujaba en cada carrera de estos tres goles. El que recibió ese beso al verde césped del Manzanares antes que nadie. El que sigue arengando a su niño desde arriba. Porque todos necesitamos a alguien allí para que nos cuide y Fernando lo tiene.