Un punto de enfado para el Calderón

El Atlético de Madrid tuvo que conformarse con un punto tras el empate sin goles ante el Athletic. El colegiado Jaime Latre anuló dos tantos a Griezmann y uno más a Tiago ante un Vicente Calderón atronador de enfado con el trío arbitral.

Un punto de enfado para el Calderón
ainhoasanchez
Por Ainhoa Sánchez

Pidió Simeone que jugase el Calderón y así fue. La llamada del entrenador rojiblanco a la afición del  Manzanares fue respondida con creces por la grada, que regaló a su equipo un nuevo lleno, aunque sin victoria. Y en el equipo, Torres titular. El ahora '19' rojiblancó saltaba en el once inicial y dejaba en el banquillo a Mandzukic. No repetía alineación el Cholo, como se podía esperar, y sentó en el banco a Arda y Gámez, ocupando el lateral izquierdo Siqueira y con Raúl García por el turco.

Por su parte, Valverde probaba a Herrerín en portería pensando en la final de Copa de finales de mes. Las bajas  del Athletic obigaron a recomponer el once.La séptima plaza está en juego para los leones y ni Aduriz, ni Beñat, Balenziaga, Ibai ni Muniain podían luchar por ella. De Marcos, Iturraspe, Kike Sola y Williams formarían en titularidad.

Plomiza primera mitad

Y comenzó el partido como que sí, que iba a ser una tarde de fútbol de disfrute... pero resultó que no. Porque lo que iba a ser era una auténtica tarde de enfado incalculable, pero el Manzanares aún no lo sabía. Ante la primera llegada rojiblanca - del Atleti, decimos, que los leones vestían de verde esta jornada- respondió el Athletic con unos minutos de puesta en escena con San José y Williams como actores principales. Después la tarde se volvió plomiza, tosca, pesada, de tiempo perdido, por lo menos, hasta los últimos minutos de la primera mitad donde despertó el Atlético y despertó el Manzanares.

Antes de ello el Atlético trataba de respirar el aliento del Calderón, pero hasta el silencio llegó a imperiar en algunas fases de la primera parte. Solo las protestas de algunas faltas y los lamentos por las ocasiones perdidas de los suyos despertaban los 'uys' en las gradas. Griezmann se movía y buscaba en el área rival, pero no iba a ser él el desperatdor del estadio por el momento. Porque, volviendo a las ocasiones, el 'uy' más claro y resonador de todos ellos fue el que gritó la hinchada colchonera tras un zurdazo de Raúl García que se marchó rozando el palo izquierdo de Herrerín.

Los últimos compases dieron ánimo a la grada, ahora sí, con Antoine como maestro de ceremonias. Las protestas a Jaime Latre, el colegiado de esta tade, se cerraron con una pitada ensordecedora a su camino del túnel de vestuarios. Un gol anulado al francés, un penalti no pitado a Torres y la cartulina amarilla a El Niño provocaron el desprecio del Manzanares al trío arbitral.

Segunda mitad de enfado

Y el enfado fue a más. La grada no iba a pasarle una al árbitro aragonés y volvió a retumbar con un nuevo gol anulado a Griezmann. Era la segunda mitad y el Atlético había salido con claras aspiraciones de dominar el partido, algo que contagió a una grada ya caliente por las decisiones arbitrales. El Athletic no se escondió e inmerso en la pitada y abucheos del Manzanares apuró a Oblak. Era el querer y no poder del Atlético, que a cada paso veía peligro por la banda izquierda de Siqueira, primero con San José llegando desde atrás, luego con Etxeita tras un saque de squina.

No le gustaba a la grada el partido y no le gustaba a Simeone. Sentó El Cholo a Torres y a Raúl García y metió sabia nueva con Mandzukic y Arda Turan. Algo había que cambiar y la banda izquierda del Atlético sería su protagonista. Entre mil abucheos de la grada los rojiblancos pisaban dominios de Herrerín. Hasta dos penaltis reclamaron jugadores e hinchada locales por caídas de los colchoneros en el área.

Animaba Simeone al Calderón y este a sus jugadores. Las  llegadas se sucedían pero, como no hay dos sin tres,  un nuevo gol del Atlético iba a ser anulado. Tiago remató ante Herrerín y el linier señaló fuera de juego del portugués. Bronca, bronca y más bronca era lo que se oía en los asientos del estadio. La aburrida tarde de las seis se convirtió en una de las tardes de más jadeo en el enfadado Manzanares. Arda cambió la olvidada banda izquierda y Siqueira destacaba con centros desde esa zona. Le sirvió el brasileño un centro medido a Griezmann que sacó de manera providencial el guardameta del Athletic. 

Apretaba el Atlético, apretaba el Calderón y lo intentaba Griezmann. A pesar de ver cómo le habían borrado de su cuenta goleadora dos tantos el juego del galo no se vio mermado. Encaraba, se ofrecía, llegaba, remataba, pero no marcaba. Y a todo esto aparcía Williams en las contras bilbaínas. El joven delantero no se arrugaba ante la defensa rojiblanca y apuraba sus opciones en cada ataque visitante. 

Los últimos minutos volvieron a ser plomizos, como la primera mitad. Una volea de Miranda rozando el pitido final fue la última ocasión de un Atlético que tendrá que seguir pendiente de Valencia y Sevilla en la lucha por la tercera plaza. El Calderón cumplió con la llamada de Simeone, pero los tres puntos no pudieron quedarse en casa ante un Athletic que terminó con diez por la expulsión de Bustinza.