El Atlético de Madrid está teniendo ciertas dificultades para hacer gol en este inicio de temporada. Ni los delanteros están pasando por su mejor momento goleador ni las jugadas se finalizan como antes. Es posible que los rivales hayan aprendido a defenderse ante los rojiblancos, pero, por mucho que el sistema de Simeone sea más o menos conocido por el resto de equipos, las ocasiones se siguen sucediendo. Lo que falla es el acierto de cara a portería, y para recuperarlo, el Atlético debe recurrir a las viejas costumbres. Debe echar mano a los recursos que tan bien le han funcionado en las últimas campañas. Y uno de esos recursos, de los más efectivos para los atléticos, es el gol de cabeza.
Griezmann fue el autor del único gol de cabeza rojiblanco anotado en lo que va de temporada
Sólo un tanto de cabeza llevan los rojiblancos este curso, una diana que valió tres puntos para el conjunto de Simeone. Fue ante el Sporting, en un partido que parecía abocado a las tablas hasta que un testarazo de Griezmann se convirtió en salvador en el último suspiro del encuentro. Un remate de cabeza volvió a ser determinante una vez más para el Atlético en el Calderón. Y es que la afición colchonera está acostumbrada a que los suyos rematen cada balón aéreo y a que cada testarazo acabe en el fondo de las mayas. Sin embargo, este curso la historia es diferente, el equipo rojiblanco no carbura por arriba.
El Atlético de Madrid marcó 32 tantos con la testa en la pasada campaña
Hasta hace bien poco, un testarazo de los de Simeone era sinónimo de peligro para el rival. Y la prueba de ello está en los números. En la temporada 2014-2015, el Atlético de Madrid marcó un total de 32 goles de cabeza, 25 de ellos en Liga, logrando una media de 0,66 tantos con la testa por partido en el campeonato doméstico. El resto de dianas de cabeza se anotaron en Champions League y en Copa del Rey, cuatro y tres respectivamente.
La marcha de buenos cabeceadores
Una posible causa del descenso de efectividad de los testarazos puede ser la marcha de jugadores que podían presumir de ser grandes rematadores aéreos. El mejor ejemplo es Mario Mandzukic, máximo artillero de cabeza de los rojiblancos la pasada temporada. El croata vio puerta con este recurso en ocho ocasiones, cuatro en Liga BBVA, tres en Champions y una en Copa. Pero no es el único gran cabeceador que ha abandonado el club, Miranda o Raúl García son otros dos ejemplos de especialistas en el juego aéreo que ya no están a las órdenes del ‘Cholo’.
Mandzukic fue el máximo goleador de cabeza del pasado curso con ocho tantos
Sin embargo, el acierto cabeceador del pasado curso no se limitó a un número reducido de jugadores. Un total de diez futbolistas rojiblancos vieron puerta tras golpear el balón con la testa. Griezmann, Tiago, Saúl, Godín, Torres, Giménez y Raúl Jiménez, además de los ya mencionados Mandzukic, Miranda y Raúl García fueron los goleadores con este recurso. Y por supuesto, mención aparte merecen los asistentes, que en este tipo de jugadas suponen casi el 50% del tanto. Son jugadores como Juanfran, Koke o Gabi, cuyos centros iban perfectamente dirigidos al rematador.
El cabezazo de Miranda en el Bernabéu para ganar la Copa del Rey en 2013 o el testarazo de Godín que proclamaría a los rojiblancos campeones de liga en 2014, son los dos goles más importantes de la historia reciente del club de la ribera del Manzanares. Los dos de cabeza. Una prueba más de que Simeone debe recuperar un juego aéreo que tantas alegrías le ha dado y que todavía le puede dar. El Atlético tiene que volver a ‘usar la cabeza’.