El Atleti se la pega. Después de tres días de dejarse media liga ante diez jugadores en el partido que enfrentaba al Sevilla, el equipo rojiblanco deja escapar otro tren, quizás el menos espinoso de los tres. Simeone y los suyos ven en la misma semana cómo se escapan prácticamente dos de las opciones a títulos y ven marchitar poco a poco otra temporada.  La derrota ante el Celta en la vuelta de la Copa deja al Atlético de Madrid en estado de shock. ¿Inesperado? Puede ser que el hecho de la eliminación como tal lo sea, pero la posibilidad de que el Atleti no consiga resultados podría estar dentro de las posibilidades visto el estado del equipo.

El equipo de Simeone lleva un último tramo de temporada gris. Es sorprendente, puesto hasta que hace escasos días era líder (momentáneo) del campeonato liguero, primero en la fase de grupos de Champions y estaba vivo en la Copa del Rey. Sin embargo se venía anunciando una catástrofe. Un juego rácano, atascado, previsible y tosco, renunciando al ataque y con falta de gol, dejaba a un Atleti muy expuesto con resultados cortos que algún día podrían verse igualados. De nada vale que el discurso desde dentro haya sido el allanar el terreno para estos casos. El Atleti era candidato a todo y no se han hecho bien las cosas.

Confianza extrema en un juego defensivo, un juego a no perder. Sin encajar goles y defendiendo la mínima ventaja. Demasiado riesgo. Al final, en la misma semana, dos partidos en los que no salió el plan tan arriesgado rojiblanco, y título y medio perdido. Ya hubo tramos de temporada en la que la misma sensación planeaba sobre los partidos colchoneros. Allá en octubre, Griezmann de milagro ante el Sporting, acabó con aquella semana con el empate ante Astana y Depor.  Partidos ajustados, goles de Griezmann, paradas de Oblak. El francés y Carrasco como únicas fuentes de ataque. Demasiada mediocridad para un equipo, que pese al discurso interino, aspiraba a todo.

Seis de Simeone…

El entrenador rojiblanco tiene su gran parte de culpa de este traspiés. Sin dudar de su importancia en lo que es hoy por hoy el Atleti, el argentino carga, obviamente, con su gran parte de culpa. Simeone cuenta con una de las plantillas, sin llegar a entrar en valoraciones sobre si es mejor o peor, más ofensivas desde que llegó. Tapar públicamente su opción de candidato a todo es una estrategia clásica en el argentino, pero no puede llegar a engañarse a si mismo, a su equipo y al resto de seguidores rojiblancos. Con una plantilla para poder optar a más, ha quemado la opción de guardar la ropa y ha puesto en peligro muchos puntos. Dos empates a cero seguidos, han sido parte de una metafórica lapida de títulos.

Otro de los pecados cometidos esta temporada es algo inusual en el argentino y que puede ir en función de la diversidad con la que cuenta en plantilla. Las rotaciones y la variedad táctica ha acabado por desvirtuar y perder la esencia buscada. 4-4-2, 4-5-1, 4-3-3. Muchas variantes, muchas tuvieron su etapa buena, pero la poca regularidad dada por el técnico rojiblanco y las vueltas de hojas en tantos partidos han hecho por no saber a qué juega ofensivamente este equipo. ¿Saúl de medio o de volante? ¿Gabi más atrás o más libre para la presión? ¿Koke por fuera o por dentro? ¿Griezmann en la banda o por el centro? ¿Con Correa? ¿Con Carrasco? ¿Con Óliver?. Demasiadas variantes, que tienen en la elección del nueve su máximo exponente. El vaivén en el puesto de delantero han hecho, ayudados a su poco rendimiento, en jugar, prácticamente, sin ariete.

…media docena de los jugadores

Si algo ha demostrado ser este equipo es ser un equipo unido, entrenador y jugadores. Por eso es justo señalar también a los máximos protagonistas de este punto de inflexión negativo en la temporada. El rendimiento individual ha carecido de calidad y el equipo lo está notando.  Descartando portería y defensa, que es lo más sano de esta plantilla, al equipo le flojean las piernas en la creación de juego. La baja de Tiago ha dejado un vacío de creación en el centro del campo. En este sentido, por potencial y características, es Koke el jugador que debería asumir ese papel, pero su peso en los partidos está totalmente desaparecido. Nadie asume ese papel.

Pero si alguien se lleva las miradas y si alguien se encuentra en los focos de las críticas, esos son los encargados del gol. Un equipo que aspira a todo no puede tener a los tres delanteros sumando 8 goles entre todos y entre todas las competiciones. Es intolerable. Por motivación y animación, es normal la defensa de Torres, Vietto o Jackson, pero de vestuario para fuera es una de las heridas que más sangra en este equipo y de la que debe curarse, si no quiere perder más trenes. Cuando Griezmann no marca (casos últimos en Vigo y ante el Sevilla), no aparecen los encargados del gol, y así es muy difícil conseguir objetivos. Su temporada está siendo desastrosa y son muy responsables de la perdida, prácticamente, de dos trenes.

El Atlético de Madrid vive su peor semana