Mucha deuda e historia en un penalti

Juanfran, protagonista al lanzar el decisivo penalti ante el PSV, se hace oír y recuerda quién ha sido y quién es para el Atleti de Simeone. El lateral ya fue héroe de Osasuna al marcar un gol decisivo para no descender.

Mucha deuda e historia en un penalti
Foto: RJ Torrellas - VAVEL
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Por Kike Ramos

Un lema, una consecución. Un Credo, un profeta y una afición volcada. Una religión que muchos no entienden. Un sentimiento y un acertijo que tan solo se puede comprender entendiendo a Simeone y al Atlético de Madrid. Un equipo creado  de lo humilde, de la nada. Una psicología y un  duro trabajo. Un equipo, unas metas agrandadas por una esencia. Un grupo envidiable y unos jugadores creados por y para un estilo y una filosofía. Muchos de ellos también vivieron peores años. Muchos de ellos llegaron y fueron llamados a la llamada, al camino del orgullo colchonero.

Uno de ellos, Juanfran Torres, llegado para suplir una baja, llegado para ser un parche y para jugar en otra posición y a otra cosa. Un jugador muy desconocido por muchos, cotizado de manera ínfima y jugador 'del montón' en España. Manzano le encontró un sitio en el lateral -era interior- por las bajas y el bajo rendimiento. El mérito de Simeone, pues, no fue colocarlo, sino potenciarlo hasta ser historia rojiblanca. El resto del mérito, por favor, dádselo al futbolista.

Convencido en la causa, reclutado a la llamada de Simeone cuando este comenzaba a predicar, Juanfran se asentó en el equipo del argentino hasta el punto de ser pieza clave años tras año. Aparecerá en los libros de historia del Atlético de Madrid. Será recordado por ser un integrante de aquel Atleti de Simeone, el que ganó una Europa League, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España, una Copa del Rey en el Bernabéu al Real Madrid y una Liga española en el Camp Nou ante el Barcelona.

Uno de los fieles de Simeone, de los que han creído, cree y creerá en esto. Un discípulo del cholo. Un fiel del argentino, y en el que  el cholo confía. Ante el PSV, a Juanfran le llegó el momento de ganarse su propio reconocimiento. Injustos, ilusos y borregos los que se empeñan en señalar una flor más brillante que otra en el jardín de Simeone. Incierto es apuntar o distinguir en este equipo. Nadie más que nadie, un equipo, y una compacta y magestuosa obra de ingeniería.

Pero si se empeña en señalar, en destacar, por lo menos que se haga bien. Es totalmente justo o logico acordarse de los goleadores, de los que bregan en el centro del campo, de los que crean, de los que destruyen, de los que asisten, de los que paran y de los que desafían las alturas. Pero injusto es no reconocer con asiduidad  la mportancia de los laterales rojiblancos. El arma secreta de este equipo.  Con Filipe , tras su vuelta, se ha demostrado la importancia capital de los laterales. Pero es más injusto no haberse  acordado antes de Don Juanfran . Uno de los de siempre.

Es oportunista y ventajista acordarse de él, por su penalti, por ser determinante, por ser el último y decisivo lanzador de la noche de octavos. Se le debe dar el reconocimiento cada partido, cada intercepción, cada decisión bien tomada, cada kilómetro que hace rutinariamente, por cada subida, por cada ataque por cada cacho de alma dejado. Pero si no se ha hecho antes, por lo menos que se rinda ahora y se le dé a Juanfran lo que es de Juanfran. Seamos injustos y justos a la vez. Demos a Juanfran su momento de gloria que tanto ha merecido.

Juanfran ya fue héroe antes de ser heroe

El lateral, conocido como interior en su inicio, llegó al Atleti para cubrir la baja sensible de Simao. Se buscaba un jugador de banda, veloz, de recorrido, hábil en el regate. El equipo rojiblanco se centró en Juanfran Un jugador salido de la cantera del Real Madrid, anécdota que aun ahora todavía alguno intenta para sacar un pecho ridículo, que tras su paso por el Espanyol buscando su sitio en el fútbol, recaló en Osasuna. El Sadar disfrutó dos años antes que el Atleti lo llevara al Manzanares.

A los rojillos no les sonarán tan raro lo que ante el PSV sucedió. No sería la primera vez que vieran a Juanfran emocionándose por un gol suyo, a pesar de que allí solía marcar alguno más. El héroe rojiblanco ya lo fue una vez antes. Antes de venir al Calderón, Juanfran ya había roto de emoción tras marcar un gol – un golazo-. Su gol, ante el Real Madrid, en mayo de 2009, salvó a Osasuna del descenso. Un campo venido abajo, un gol de dimensiones determinantes, una emoción y un mismo e inesperado protagonista Juanfran ya sabía lo que era ser héroe.

Gol ante el Real Madrid que dio la salvación | foto: Osasuna1920.com
Gol ante el Real Madrid que dio la salvación | foto: Osasuna1920.com