El Ángel de Correa

Frente al Málaga, Simeone volvió a optar por el argentino en la segunda parte con empate a cero en el marcador, como ya ocurriera en Eibar y Vallecas, en busca de una jugada propia de los elegidos y que casi siempre llega cuando se trata de un elegido. Su cuerpo, su velocidad y su regate no hacen otra cosa que recordar al Kun, al que ya ha superado en números en su primer año de rojiblanco.

El Ángel de Correa
Foto: Ángel Gutiérrez - ATM
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Por Emilio Cabrera

Su juventud no es proporcional con su descaro. Cuando Ángel arranca, Correa dribla, sin orden, parece que sin control, como en las calles del barrio, pero siempre con el balón pegado al pie, casi sin dar opciones al rival. Porque Correa es anárquico, lo que le importa es ser feliz. Y Correa sonríe con un balón en los pies. Tardó en hacerlo, tras un año en el dique seco por una operación cardíaca, pero volvió, y volvió siendo lo que prometía ser cuando el Atlético lo fichó de San Lorenzo de Almagro hace ya casi dos años.

Las comparaciones son odiosas, sin embargo, cuando Correa empieza a correr, el Calderón visualiza al Kun con la rojiblanca, aunque ni siquiera jueguen en la misma posición porque Correa siempre fue más mediapunta que delantero, pero es inevitable, pequeños, jóvenes, argentinos, con olor a crack. Uno ya lo fue (y lo es), otro va camino de serlo. El propio seleccionador argentino, ''Tata'' Martino, afirmó que Correa era ''el mejor jugador joven del país''. Y Correa está empeñado en demostrarlo, partido a partido. 

De hecho, el rosarino ya ha superado los números de la primera temporada del último ídolo argentino que hubo en el Manzanares. Tanto en goles como en asistencias. Y en menos partidos, porque nada tiene que ver el Atlético con el que se encontró el citizen con el que se ha encontrado Correa. La competencia es feroz, pero a Ángel eso le da igual, cuando le toca jugar lo hace, lo suele hacer bien, y disfruta, siempre disfruta. Ocho goles por los siete que anotó el Kun y cuatro asistencias por las tres que logró el ahora jugador del Manchester City.

Goles que han valido nueve puntos (todos ellos desde el banquillo) sin los que el Atlético no estaría luchando por la Liga. Porque de momento, Correa es mucho más decisivo saliendo de revulsivo, siete de los ocho goles llegaron de esa manera. Tan sólo el que marcó frente al Benfica lo hizo saliendo desde el inicio del encuentro, y aquel no sirviño de mucho. Llegó para aprender y crecer con el fin de ser importante en un futuro, sin embargo, el argentino, en su primera temporada, ha acabado siendo una solución. Normalmente, la primera solución. 

Simeone siempre insiste en que quiere jugadores que ''den soluciones al equipo'' a la vez que se mantiene fiel a la idea de que "la calidad de los minutos vale más que la cantidad". Correa, como cualquier soldado de ejército, cumple órdenes, partido a partido demuestra que sí, la calidad es más importante que la cantidad, y con ello hace que lo que hace un mes eran diez minutos, frente al Málaga CF han sido 30.

El Calderón huele a un crack, huele a un ídolo, que una jornada más, con una gran personalidad, demuestra que está preparado para competir al primer nivel, aunque ello no implique que tenga que hacerlo desde el inicio, echándose el equipo a la espalda cuando hace falta un referente y sacando las castañas del fuego, igual que estuvo preparado para capitanear la Argentina Sub20 que se alzó con el último Sudamericano, recién salido del quirófano.