Sonia vale una final

El Atlético de Madrid Féminas se impuso al Valencia en las semifinales de la Copa de la Reina. Un golazo de Sonia Bermúdez adelantó a las rojiblancas en el 83', pero las che respondieron dos minutos más tarde. Tras una prórroga agónica, otro gran tanto de Sonia mete al Atleti en la final.

Sonia vale una final
Foto: ATM
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Por Juan Ignacio Lechuga

Hubo que sufrir, sudar y pasarlo mal. Se tocó la gloria, se volvió a bajar a la tierra. Machacó al máximo sus posibilidades físicas y, en una prórroga infartante, consiguió el pase de la final. Esta vez sí, hablamos del Atlético de Madrid Féminas. Tras vengar el pasado torneo doblegando al Sporting de Huelva en cuartos de final, un intrépido duelo ante el Valencia acabó con felicidad rojiblanca. Una felicidad conseguida gracias a Sonia Bermúdez, que anotó dos golazos, uno de ellos en la prórroga, para meter al Atlético en la final de Copa.

Tensión e igualdad

Si hace apenas cinco días el equipo de Villacampa pasaba por encima del Sporting de Huelva, esta vez el panorama fue muy distinto. El Valencia apretó en medio campo, dejó desasistida a Sonia, Amanda y Esther y complicó la salida del balón del conjunto rojiblanco, que aún dio el primer aviso con un disparo al palo de Sonia a los cuatro minutos. A partir de ahí, igualdad máxima. El partido se disputaba en el centro del campo, pero las ocasiones caían para ambos lados, sin llegar a cosecharse.

Leila estrelló un derechazo en el larguero, Esther respondió con una vaselina demasiado alta y Carol, en apenas cinco minutos, cruzó en exceso un mano a mano con Lola. El partido se volvía loco, pero los goles no llegaban y la moneda estaba en el aire. Amanda intentaba bajar a recibir para crear juego mientras que Priscila se venía hacia el interior y apenas creaba peligro sobre la portería contraria. Además de la igualdad, el Valencia paraba el juego con numerosas faltas y la tensión se vivía en el ambiente de Las Rozas. Había una final en juego.

Euforia y decepción

El guión de la segunda mitad, en cuanto a igualdad se refiere, no cambio en exceso. Más centro del campo, pero menos áreas. Las ocasiones se empezaron a perder, pero el desgaste físico hizo aparecer a Priscila, la más desequilibrante. Mientras, Zornoza se sacaba un zurdazo que se estrellaba en el larguero. Fue un susto para Lola respondido por la portera che: dos jugadas donde a punto estuvo de cometer errores calamitosos con Priscila como protagonista. En el primero se le escurrió la pelota y la sacó sobre la línea de gol; en el segundo, la misma Priscila no envió a la red un rechace de Esther.

Se aventuraba la prórroga cuando Sonia, experta en estas lindes, decidió inventarse una obra de arte. Recibió un balón dentro del área, lo controló con el exterior de su bota zurda, dio un toque más con el mismo pie y, sin dejar el balón, de espaldas a la portería, se sacó un disparo que se coló por la escuadra y por encima de la portera. Un golazo, en toda regla, que parecía que valía una final. Duró poco la alegría, pues un minuto después Willy, en una posición más que dudosa, se encontró un balón que supuso el empate, casi sin querer.

Tras un final de partido loco, el empate parecía que podría afectar negativamente al Atlético en lo psicológico. Pero nada de eso; la prórroga hizo mella en el estado físico y Sonia, cómo no, apareció para determinar la semifinal. En la esquina del área, tiró una pared con Amanda para que esta se la devolviera dentro de la zona de castigo. Apareció desde atrás, se sacó un zurdazo a la escuadra y desató la alegría en color rojiblanco. Ahora sí, valía una final. La primera final de un equipo, el Atlético de Madrid, cuya ilusión sigue en todo lo alto. Cosas de la RFEF, solo habrá un día para preparar la final, que será el domingo a las 11:00, tras un partido de 120 minutos. Pero ya no hay excusas, espera una final. Y allí estará el Atleti.