Bélgica se ha quedado fuera de las semifinales al caer derrotada por tres a uno ante una histórica Gales en los cuartos de final de la Eurocopa de Francia 2016. El combinado belga llegaba como favorito a la cita tras la goleada que le endosó a Hungría en los octavos de final (0-4) la semana pasada. La selección dirigida por Marc Wilmots parecía ser una de las candidatas más fuertes para llegar a la final del torneo por su forma de jugar, por estar en el lado más débil del cuadro y por la enorme calidad que disponían los 'diablos rojos' en la parcela ofensiva. En cambio, la realidad es que Bélgica ha vuelto a defraudar una vez más, de una forma similar a la del pasado Mundial de Brasil, aunque esta vez cayendo eliminada por una Gales que poco a poco se está creyendo el sueño. 

Yannick Carrasco volvió a ser titular. El centrocampista rojiblanco comenzó el encuentro en la banda derecha, una posición en la que no se encuentra demasiado cómodo. De hecho, durante varias fases del encuentro se le vio perdido y sin saber qué hacer con el balón. Los mejores minutos del rojiblanco llegaron en los primeros quince minutos iniciales, coincidiendo con el mejor momento de Bélgica en el partido. Nainggolan adelantó a Bélgica a los trece minutos con un derechazo desde fuera del área. Un golazo en el que ni Hennessey ni la defensa galesa pudieron hacer nada. No obstante, tras el gol el combinado belga dio un paso atrás y regaló el balón a Gales. 

Con el cambio de posición, Carrasco perdió protagonismo en el juego ofensivo de Bélgica. La banda izquierda esta vez era propiedad de Hazard. No obstante, Carrasco lo intentó varias veces por su cuenta, aunque en todas ellas se vio superado por la sólida defensa galesa. 

Gales seguía llegando con claridad a la meta de Courtois, un Courtois que fue el mejor de su equipo durante la primera mitad. El gol del empate no tardó en llegar: pasada la media hora de partido, Ashley Williams puso las tablas en el marcador con un potente cabezazo tras un saque de esquina en la que la defensa belga pudo hacer más. 

El segundo tiempo empezó con sorpresa: Marc Wilmots sustituyó a Carrasco por Fellaini en el descanso. Parecía un cambio lógico, pues lo que necesitaba en ese momento Bélgica era tener más la posesión del balón, liberando de alguna forma el peso del juego a Kevin De Bruyne y Eden Hazard, algo que Carrasco no hizo durante los primeros cuarenta y cinco minutos. El cambio de cromos no cambió absolutamente nada. Gales se puso por delante nada más comenzar el segundo tiempo con un gol de Robson-Kanu. El delantero del Reading dejó en evidencia a toda la zaga belga en el minuto 55 poniendo el dos a uno. La euforia galesa estalló de forma definitiva cerca del final, concretamente en el minuto 86, cuando Vokes aprovechó otro desbarajuste en la defensa belga para sentenciar el partido con un precioso cabezazo al que no pudo llegar Courtois, poniendo el definitivo tres a uno.

Con la eliminación de Carrasco, Griezmann se convierte en el último representante rojiblanco en el torneo. El delantero francés juega su partido de cuartos de final este próximo domingo ante la modesta selección islandesa.