Cholo Simeone, el Gran Jefe indio

Su alma irreductible se ha ganado el derecho a seguir creyendo. El Cholo ha conducido a los pieles rojiblancos pie sobre pie, partido a partido a las tierras de un río en la que no se concibe la palabra rendición.

Cholo Simeone, el Gran Jefe indio
Cholo Simeone, Gran jefe indio | Imagen: Javier Robles (VAVEL)
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Por Mariano Jesús Camacho

En una montaña sagrada de las Colinas Negras, en Dakota del Sur se construye desde 1948 el mayor memorial al indio nativo americano, con el levantamiento de una escultura faraónica en la que se representa a Tashunka Witko “Caballo Loco”. El ingeniero y escultor de origen polaco Korczak Ziolkowski emprendió la obra con la intención de restaurar la verdadera imagen del pueblo nativo americano y enterrar la distorsión histórica que quiso reducirlos a la condición de salvajes. Por ello quiso homenajear al citado pueblo con el Crazy Horse Memorial, la imponente representación pétrea de Caballo Loco a lomos de su caballo con un brazo señalando al horizonte. Ziolkowski falleció en 1984 y no pudo ni mucho menos atisbar el final de una obra aún muy lejana de su conclusión y de la que se hizo cargo la Fundación que dirige su familia.

Foto: www.touroad.com
Foto: www.touroad.com

Sin duda la figura histórica merece la distinción de ser elegida como legendario jefe indio, Gran jefe Sioux puesto que Tashunka logró vencer al General Custer en Little Big Horn, demostrando así su tremenda capacidad táctica militar y su incuestionable liderazgo. Su carisma llegó a ser de tal calado que es ciertamente complejo encontrar parangón similar de jefe indio en la historiografía de los pueblos nativos americanos. Caballo Loco dirigió con inteligencia y tenacidad a su pueblo en la resistencia contra los «wasichus» (hombres blancos) que querían conquistar las tierras de los pieles rojas. Por ello su brazo marcó la dirección hacia la lucha y batalla de un bravo guerrero que jamás se rindió. Un gran jefe indio que se lanzaba contra su enemigo a galope y al grito de «¡Hoka Hey!» («¡Hoy es un buen día para morir!»). Es más Caballo Loco logró cambiar la historia de los Estados Unidos al infligir una de la derrotas más épicas al 7º de Caballería.

Cholo Simeone, Caballo Loco rojiblanco

A muchos kilómetros de Dakota del Sur, prácticamente al otro lado del mundo una reserva india sigue incondicionalmente la figura de su gran jefe indio, aquel que consiguió sin duda cambiar la historia de los pieles rojiblancos. Su nombre Diego Pablo ‘el Cholo’ Simeone y como Tashunka Witko antes de cumplir doce años ya había cazado su primer búfalo y montaba a caballo. Por aquel entonces los pieles rojas aún no eran conscientes de su llegada, pero el potro que se fue curtiendo en la verdes praderas argentinas y andaluzas, acabó convirtiéndose en un Caballo Loco, imparable y desbocado a las orillas del río Manzanares y a la falda de una montaña sagrada llamada Vicente Calderón. A partir de ese punto se fue ganando la lealtad de su tribu colchonera a base del espíritu de la flecha y el filo cortante del hacha, demostrando su valía como guerrero. Simeone quedó profundamente marcado por la figura de otro Gran jefe indio llamado Luis (a cuyas órdenes estuvo en el Sevilla), y cuando se enfundó por primera vez la camiseta rojiblanca, ya tenía conciencia de la piel que portaba. Posteriormente cuando regresó como Gran jefe, curtió a sus hombres en aquella filosofía que les permitió afrontar todo tipo de combates contra los mejores equipos y jugadores del planeta.

Foto: ForoAmor.com
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Rendirse no es una opción

El Cholo ha conducido a los pieles rojiblancos pie sobre pie, partido a partido a las tierras de un río en la que no se concibe la palabra rendición. Ninguna decepción, ninguna derrota conseguirá desviar al gran piel roja del camino hacia la búsqueda de su particular batalla de Little Big Horn y, no se detendrá hasta conseguirla. No es momento de arrojar cinco años a la pira por una mala racha, de quemar todo lo conseguido. Mucho menos en un deporte como el fútbol en el que todo puede cambiar en un una décima de segundo. Resulta muy sencillo hacer un análisis a estadio apagado, gradas vacías y partidos concluídos. El resultado y las sensaciones conducen a un momento de trance, pero no se puede olvidar que el Atleti pasó por fases del partido en las que sí que fue realmente reconocible. Si en ese periodo de tiempo en el que desenterró su hacha de guerra y encerró al equipo de Zidane, hubiera marcado y no se hubiese producido la acción del penalti, posiblemente no se estaría escribiendo absolutamente nada de lo que se escribe. 

Foto: BUZZ
Foto: BUZZ

Simplemente no ha lugar para la duda,  la máquina de competir sigue ahí, solo hay que seguir las señales de humo en estos momentos de trance, y nadie como un chamán, como un Gran Jefe como el Cholo para volver al partido a partido, ese viejo cántico indio, aquel mantra de Luis que hizo suyo. Es una absoluta precipitación hablar de cambio de ciclo, de unas supuestas consecuencias del cambio de un estilo, pues el manual de Simeone sigue siendo el mismo. La efectividad de su llamada es absolutamente innegable y ya no hay sioux atlético que se resista a ella, pues desde que Caballo Loco rige los destinos futbolísticos del Atleti junto al Profe Ortega “Nube Roja” y al Mono Burgos “Oso Erguido”, nadie duda que la hierba verde del Calderón será siempre tierra sagrada, pese a que la reserva india se traslade a nuevas montañas.  Es la mentalidad guerrera que porta la sangre cholista, pues si algo ha demostrado Cholo Simeone en estos años es que  rendirse no es una opción porque en su ecuación de vida la persistencia es la que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso. 

El Gran espíritu guerrero

Foto: www.taringa.ne
Foto: www.taringa.ne

Es por ello que son estos momentos en los que la llamada sioux del Cholo debe ser escuchada, pues el hombre blanco, el general Custer (Zidane), que con su Séptimo de Caballería conquistó con justicia el Calderón en el último derbi que se vivió en la montaña sagrada, también cayó en otros tiempos ante la filosofía sioux. Aquella que defiende unilateralmente que la mayoría de las grandes cosas las consigueron aquellos que jamás dejaron de intentarlo.  Bajo estas irrenunciables premisas el Atleti, que para el Cholo es el Gran espíritu de su afición y la importancia del bloque, del equipo, no descansará hasta que el hombre blanco, los rostros pálidos, sepan que los pieles rojas también tienen grandes héroes que brillan en la historia del rodar de la pelota.

Simeone se ha ganado el derecho a seguir creyendo

Foto: Youtube.com
Foto: Youtube.com

Todo lo que constituya perder el eco de los tambores, las señales de humo de la aldea india, será un ejercicio de precipitación e injusticia. Lo más fácil ahora es quemarlo todo, pero por ese camino solo se consigue reinstaurar la negativa e histórica personalidad catástrofista que hizo tanto daño al aficionado rojiblanco.  Puede que perder ante el hombre blanco dos finales de Champions y el último derbi en el Calderón, constituyan situaciones capitales tremendamente difíciles de digerir, pero Simeone se ha ganado sobradamente el crédito para seguir creyendo en su llamada. Si algo ha conseguido Tashunka Witko, es que la afición colchonera, y la reserva india de sus futbolistas, sepan que no ha lugar para la desesperanza, que no existen límites para soñar, pues si se afronta un partido soñando en el mundo real se puede resistir cualquier cosa. Por todo ello, por la personalidad guerrera e inquebrantable del Cholo Simeone, su nombre, el del Gran Jefe Indio, el de Caballo Loco rojiblanco, sigue siendo sinónimo de resistencia. Caerse siete veces y levantarse ocho, seduciendo con el esfuerzo y el eco de los tambores de guerra de una afición cuyo cántico es el corazón de la realidad, su partido a partido, su latido a latido. Ese es el espíritu del Cholo, el espíritu guerrero, el espíritu del piel roja colchonero, pues para ser campeón hay que seguir creyendo en aquellos momentos en los que nadie lo hará.

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Sobre el autor
Mariano Jesús Camacho
Diez años escribiendo para medios digitales. Documentalista de la desaparecida web Fútbol Factory. Colaboré en la web deportiva italiana Sportvintage. Autor en El Enganche durante casi cuatro años y en el Blog Cartas Esféricas Vavel. Actualmente me puedes leer en el Blog Mariano Jesús Camacho, VAVEL y Olympo Deportivo. Escritor y autor de la novela gráfica ZORN. Escritor y autor del libro Sonetos del Fútbol, el libro Sonetos de Pasión y el libro Paseando por Gades. Simplemente un trovador, un contador de historias y recuerdos que permanecen vivos en el paradójico olvido de la memoria.