En el fútbol se vive de sensaciones y las del Real Betis y el Villarreal eran muy diferentes. Los verdiblancos solo habían conseguido una victoria en seis partidos, mientras que los castellonenses aún no sabían lo que era perder en su regreso a primera división con cuatro victorias y dos empates. Pero los de la capital hispalense estaban dispuestos a ser los primeros en ganarles y así fue. Buen partido de los locales, que con más empuje que juego consiguen su segunda victoria en el campeonato.
Para intentar encontrar la fluidez y la identidad perdida y parecerse más a ese Betis aguerrido y de toque que llegó a Europa la temporada pasada, o ese que puso en apuros al Real Madrid y que ganó por 3 goles a 0 al Valencia, Pepe Mel revolucionó el once. El técnico helipolitano cambió el sistema de juego y eliminó una banda. Sacó a un centro del campo inédito hasta el momento con Lolo Reyes, Matilla, Verdú y Nosa y le funcionó.
El Betis toma ventaja
Tras unos minutos iniciales de tanteo, en los que las aproximaciones de ambos conjuntos no creaban mucho peligro, al igual que en San Mamés, de nuevo la figura de Guillermo Sara emergió. El guardameta argentino demostró sus reflejos con dos grandes intervenciones a los 10 minutos de juego, primero a Mario y poco después a Uche. Pero no fueron las únicas, Sara estuvo muy seguro durante todo el choque y se convirtió en una barrera infranqueable para los de Marcelino. El Villamarín terminó coreando su nombre.
Los sevillanos no querían ser menos y comenzaron a crear peligro, sobre todo por la banda derecha, con Chica y Vadillo. Precisamente, tras una jugada individual del canterano, el balón se quedó muerto dentro del área grande y el lateral catalán llegó con todo para efectuar un potente disparo que Sergio Asenjo envió a saque de esquina. Este lo sacó Verdú y, aunque el remate de Amaya fue muy forzado, Asenjo tuvo que emplearse a fondo para sacar una mano providencial y salvar el gol para los verdiblancos.
El encuentro comenzó a ponerse bonito, con mucho ritmo y velocidad. En una de estas Cani, que realizó un partido espectacular, hizo una de las jugadas más bonitas de todo el envite, el extremo volvió loco a Chica, se fue también de Amaya con un caño y cuando iba a centrar, llegó por detrás Lolo Reyes para arrebatarle el balón. El zaragozano cayó, pidió penalti, pero el balón sería para el Betis, que poco después se adelantó en el marcador.
Apertura en la banda para Vadillo, que controla, dispara, pero el esférico rebota en Dorado y quedó suelto en el área. Apareció Verdú para tirar fuerte abajo, pero ahí estaba de nuevo Asenjo para rechazar el balón, aunque el despeje del portero no fue bueno y el balón le llegó a Nosa, que no falló. Triple ocasión de los helipolitanos, que hicieron bueno el dicho de a la tercera va la vencida.
A raíz del gol, el choque se abrió aún más, pero las imprecisiones de ambas escuadras y las intervenciones de los cancerberos hicieron que los de casa se fueran al vestuario con la tranquilidad que aporta ir ganado.
El Villarreal no puede con la defensa del Betis
Los del submarino amarillo comenzaron más metidos en el segundo periodo. Los castellonenses querían emular lo que hicieron ante Almería y Valladolid, donde consiguieron remontar el encuentro, aunque esta vez su empuje no fue suficiente. Pero los de Mel, se defendieron con uñas y dientes y aprovecharon la contra para crear ocasiones de peligro. El Villarreal tenía prisa y su técnico hizo un doble cambio buscando hombres de refresco en la punta de ataque. Su homólogo en el banquillo local no tardó en responder y sacó a Nacho y Juanfran por Matilla y Vadillo, ambos ovacionados por sus aficionados.
Con la entrada al campo de Perbet, el Villarreal ya iba a por todas, pero el trabajo y el derroche físico desplegado por los de La Palmera, a pesar del mal estado del césped, no dieron pie a ello. Además de Guille Sara, otro de los salvadores de los verdiblancos fue Antonio Amaya, cuya contundencia y la anticipación defensiva contagió al resto de sus compañeros. El partido se fue trabando cada vez más y la falta de jeugo empezó a faltar por todos lados.
La mejor y más clara ocasión de los segundos 45 minutos la tuvo Verdú, que no consiguió batir a Asenjo en un mano a mano. El catalán, tras una pared con Jorge Molina, intentó un sutil toque por encima del portero visitante, pero no fue suficiente.
El tiempo pasaba y las pisas estaban cada vez más presente en los jugadores amarillos, que además sentían el aliento y los ánimos que todos los aficionados béticos estaban dando a los suyos para darles el último chute de energía y que los tres puntos se quedaran en Heliópolis.
Y así fue, segunda victoria en lo que va de Liga de un Real Betis, que aunque no mostró su mejor imagen, consiguió vencer a uno de los equipos más en forma del campeonato. La victoria hace que llegue un poco de tranquilidad tanto a aficionados como jugadores. Pepe Mel tiene que seguir trabajando para encontrar ese estilo vistoso que ha desplegado en otras ocasiones y ahora con otra victoria, todo será más fácil.
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