El Betis entra en caída libre

Betis y Rayo Vallecano empatan a dos en un duelo en el que los locales se adelantaron por dos veces en el marcador. Los fallos de Guille Sara y Jordi Figueras hicieron que los de Jémez igualaran el encuentro de forma fácil. El equipo verdiblanco no consigue abandonar el farolillo rojo y se queda cada vez más hundido. Tras 15 jornadas, los de Mel tan solo tienen 10 puntos en su casillero. (Foto: Julio Muñoz. EFE).

El Betis entra en caída libre
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Por María Trigo
Fría, muy fría era la mañana sevillana. La baja temperatura, unida a los malos resultados cosechados en lo que va de temporada, parece que contagió a la afición bética. Los seguidores verdiblancos no animaron a su equipo de esa forma ferviente e incansable a la que tienen acostumbrados a todos. Solo se escuchaba a los ultras animar de vez en cuando, pero todo esto cambió en el minuto 26. 
 
Ese es el número que lucía Miki Roqué, ese es el momento en el que el todo el estadio canta el nombre del catalán, y ese fue el instante en el que Amaya se elevó para rematar a placer desde el área chica el saque de esquina sacado por Nono. Con el grito de "gol", parece que respiraron todos: afición y jugadores. Pero este es un equipo y una afición acostumbrada a sufrir. Alberto Bueno empató, Verdú volvió a poner por delante a los heliopolitanos y, en el último suspiro, el silencio volvió a inundar el Villamarín. Bueno empató de nuevo en el descuento y todos los esfuerzos fueron en vano. El frío del principio del encuentro, terminó en congelación cuando pitó el final Teixeira Vitienes. 
 

Amaya adelanta al Betis

Real Betis y Rayo Vallecano se jugaban mucho en este choque. Ambos conjuntos están hundidos en la tabla y con la necesidad de empezar a puntuar cuanto antes si no quieren meterse en un lío. Por ello, la tensión era palpable en el césped del feudo sevillano, donde los de Pepe Mel salieron más metalizados y dispuestos a llevarse el partido. El primer tanto para los de La Palmera les sirvió para coger confianza y, sobre todo, para que se reflejara en el luminoso esa superioridad que se había visto en el terreno de juego hasta el momento.
 
El cuadro local tuvo el control absoluto y total del esférico durante toda la primera mitad. Dirigidos por Salva Sevilla y Nono, con la velocidad y las ganas de Vadillo y el regreso de Rubén Castro, los jugadores del conjunto verdiblanco demostraron que, cuando juegan como saben, pueden plantarle cara a cualquier equipo. Los acercamientos con peligro se sucedían en las inmediaciones rayista, y poco antes del descanso Jorge Molina remató a las manos de Cobeño cuando se encontraba libre de marca dentro del área grande. 
 
Ahí tuvo el equipo heliopolitano. La oportunidad más clara, durante el primer envite, de dejar muy tocado a su rival, que solo se acercó a la portería defendida por Guille Sara en contadas ocasiones y sin crear demasiado peligro. 
 

Verdú trajo la alegría

Una prueba de lo poco que le estaba gustando lo que hacían sobre el terreno de juego sus futbolistas es que, en el minuto 22, Paco Jémez retiró del campo a Falqué para dar entrada a Alberto Bueno. Al principio no le resultó muy efectivo el cambio a los de Vallecas, pero tras la reanudación, el propio atacante madrileño aprovechó el error de Sara, que no consiguió quedarse con un balón aparentemente sencillo, para introducir la pelota en la portería local y empatar el encuentro. 
 
Justo antes de esta jugada, Rubén Castro había estrellado el esférico en el larguero. A partir del empate, un nuevo partido comenzó a vivirse en el Benito Villamarín. El Rayo empezó a tener más el control del juego y los béticos no sabían ni dónde estaban. Mel en 10 minutos retiró del campo a Molina, Salva Sevilla y Vadillo, y dio entrada a Verdú, Juan Carlos y Chuli. 
 
Las cosas no pintaban muy bien para el Betis, pero una mala salida de Cobeño, que salió a despejar de puños ante Rubén Castro, el balón le llegaba a Verdú, que con un bonito disparo, volvió a adelantar a los suyos. Faltaban solo diez minutos para el término del choque y los locales a punto estuvieron de ampliar su ventaja en el marcador por medio del delantero canario, que estuvo muy activo en su vuelta tras su larga lesión. 
 

El Rayo empata en el descuento

Pero si antes fue el travesaño, en estas otras dos ocasiones fueron Tito y Cobeño, respectivamente, los que evitaron que el ariete hicieran en el tercero para su equipo. Y quien falla, lo termina pagando: error tremendo de Jordi Figueras, que midió mal un balón aéreo de Viera para Alberto Bueno. Este controló y remató a placer para empatar a dos el partido en el tiempo añadido. 
 
Un gol así hunde a cualquiera, pero si encima es un equipo que está en el último puesto de la Liga BBVA, que lleva semanas sin ganar y queno transmite buenas sensaciones, aunque sea un empate, te deja completa y absolutamente destrozado. Este partido era una final para el Real Betis y así se vio al final del mismo, cuando los jugadores se quedaron tirados en el suelo totalmente abatidos por el mazazo final.
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Sobre el autor
María Trigo
Extremeña y periodista. Intento hacerme un hueco en este complicado, pero apasionante mundo de la comunicación. Estoy casada con el deporte y soy amante del fútbol. Creo firmemente que el trabajo y el esfuerzo son la base de todo aquello que te propongas hacer en la vida. Pueden leerme en VAVEL y escucharme en Deportes COPE Sevilla