Ha sido el primer refuerzo del Real Betis para la temporada 14/15. Se llama Francisco Molinero, un jugador que llega del Real Murcia avalado por Julio Velázquez. Actúa como lateral diestro, y podría competir por ganarse la titularidad con Juanfran, con su futuro en el aire, y con un nuevo defensa, que también trabajaría en banda derecha, cuyo nombre está por saber.

Molinero nació el 26 de julio de 1985 en Toledo. Tiene 28 años, llevando a sus espaldas una amplia carrera deportiva. Comenzó su andadura en el fútbol en la cantera del Atlético de Madrid, en el filial rojiblanco, donde militó durante tres temporadas. Tras ellas, dio el salto al primer equipo. A partir de ahí, Francisco Molinero empezó a buscar minutos, pues a orillas del Manzanares no los encontraba. Málaga, Mallorca o Levante fueron sus posteriores destinos, sin lograr esa regularidad y confianza necesarias para la continuidad. Siguió buscándose la vida, emigrando a Rumanía, para jugar un año en el Dínamo de Bucarest. En 2010, el Huesca se fija en él, pero tampoco encontró acomodo duradero. Finalmente, ha sido el Real Murcia quien ha apostado más fuerte por él, habiendo jugado tres campañas con una gran cantidad de encuentros. Julio Velázquez apostó firmemente por su llegada al Real Betis, conocedor de su sacrificio, compromiso y dedicación como jugador.

.

Molinero posa como verdiblanco. | Foto: Real Betis.

Llega con ilusión al Real Betis. Molinero considera a la entidad verdiblanca como "un club grande", de ahí el hecho de no dudar un solo segundo en su decisión. El lateral diestro mide 1’75 metros, y ha llegado a ser convocado con la Selección Española Sub-16. Viene a coste cero.

Molinero se caracteriza principalmente por su buena colocación defensiva, no exento de llegada por banda derecha en el ataque. Un jugador siempre comprometido, trabajador, correcto en el marcaje y con buena capacidad para colocar centros al área. Esta temporada, anotó un tanto con el Real Murcia.

Es un futbolista que quizá no destaque tanto como otros, pero que cuando no está su ausencia se nota. Molinero tiene la confianza de Velázquez, que lo conoce perfectamente, pero tendrá que ganarse la del beticismo.