El Real Betis se presentaba ante su parroquia después de su dudoso periplo de pretemporada por tierras murcianas, en primer lugar, e Inglaterra en segundo, donde regresó hace unos días. Por delante, una Fiorentina liderada por Joaquín Sánchez, y jugadores de la talla de Vargas, Iakovenko o Mario Gómez.

Con un Benito Villamarín engalanado como en las mejores ocasiones, el público se desgañitó desde los prolegómenos, donde el excapitán Nacho fue homenajeado por su brillante trayectoria con la camiseta de las trece barras.

Nacho recibió una fuerte ovación

Bajo la atenta mirada de más de 20.000 espectadores, Julio Velázquez alineó de inició a Adán en portería; con una línea de cuatro formada por Bruno, Jordi Figueras, Álex Martínez y Molinero. En el doble pivote, Xavi Torres y Perquis, que volvía a repetir en esta demarcación. En las bandas, Pacheco y Cedrick, dejando arriba al tándem Molina-Rubén Castro.

El choque arrancó con ritmo y en los primeros diez minutos llegaron las primeras ocasiones de relevancia. En las filas de Vincenzo Montella, el senegalés Babacar comenzaba a inquietar a la cuestionada zaga heliopolitana a base de velocidad. De hecho, suyo sería el primer disparo a puerta de la escuadra italiana. Tan solo unos minutos después, volvía a probar fortuna, aunque su disparo se marchó a la izquierda de la portería defendida por Antonio Adán.

La réplica del Betis no se hizo esperar y al filo de los diez minutos una buena jugada de Rubén Castro la culmina en el interior del área Jorge Molina, aunque su definición se topó con el arquero rumano Tatarusano.

La Fiorentina comenzó a afianzarse en el duelo y las ya tan famosas incursiones de Joaquín por el costado hacían presagiar que el marcador se movería con prontitud.

A los veinte minutos se produjo el primer cambio en las filas transalpinas: Rafal Wolski se retiró del campo tras recibir un golpe, dejando su sitio a Iakovenko.

En el 27, una galopada por la derecha del jovensísimo Cristiano Piccini derribó el muro defensivo heliopolitano y su centro, al corazón del área, la empaló libre de marcas el peruano Vargas. El Betis sufría, no encontraba su sitio y la posesión que acumulaba era efímera.

Vargas abrió la lata

A falta de ocho para el descanso, un pase del portuense Joaquín ancló a Molinero. Babacar, sería el encargado de abrir brecha en el luminoso, batiendo por bajo a Adán. De nuevo, libre de marcaje.

La segunda mitad trajo consigo el vaivén habitual de cambios en el Betis, que le aportaron mayor frescura y mejoraron un juego más vertical y conciso. Vincenzo Rennella, uno de los futbolistas más activos de la pretemporada, se movía entre líneas para crear huecos. Primero Rubén Castro y posteriormente el propio ariete franco-italiano cercaron la meta morada.

El toledano Matilla recortó diferencias a la tercera intentona tras la reanudación cuajando un fortísimo disparo desde la frontal se colaba en la portería de Florencia.

Con Rennella, Chuli y Rubén Castro, que disputó los 90 minutos, el conjunto verdiblanco se adueñó del cuero en todo momento.

Los cambios en las filas italianas llegaban y hombres seguidos como Cuadrado y Mario Gómez saltaron a la cancha. Nono, que probaba fortuna desde la lejanía, intentó poner en aprietos al guardameta viola.

El tramo final de partido apenas ofreció acción. Tan solo destellos del alemán Gómez e internadas del colombiano Juan Cuadrado. En el Betis, Rubén Castro, pero sobre todo el onubense Chuli, que tuvo en sus botas el empate en un disparo a la media vuelta que se marchó rozando el palo.

Las sensaciones y el juego dan la espalda al Real Betis que hasta el 31 de agosto podrá reforzarse. Nueva derrota para los de Velázquez que tendrán que mejorar mucho de cara al inminente arranque liguero. El último test antes del estreno será este viernes en Huelva ante el Recreativo.

Los goles