Los verdiblancos proseguirán el domingo esta nueva aventura en la categoría de plata, en busca del retorno a Primera división. Los de Julio Velázquez afrontarán este encuentro ante un rival previsiblemente inferior. Tras un comienzo apático y similar al del ejercicio pasado, han desplegado un estilo de juego errático y nuboso, logrando cuatro pobres puntos. Los burgaleses, situados en la decimoctava plaza, buscarán este fin de semana una victoria en el feudo verdiblanco, donde ya venció dos semanas atrás el Albacete. Las carencias verdiblancas empiezan a ver la luz, algo que esperan aprovechar los rojillos.

Un rival inesperado

Si algún equipo no entraba en los planes de la Liga Adelante, ese es este. Por méritos propios, el CD Mirandés descendió a la división de bronce en el curso pasado. El polémico descenso administrativo del Real Murcia y la decimonovena plaza del Mirandés, última posición que ocupa la zona roja de la tabla, provocó que el club burgalés continuara en la categoría y afrontara inesperadamente la campaña 14/15 en Segunda división.

Con todo ello asumido, el club forjó a contracorriente un bloque de jugadores similar al del pasado curso, sin numerosos cambios. A pesar de ello, se marcharon los dos hombres más importantes del club, Pablo Infante y Javier Flaño. El primero fue el buque insignia del club en los últimos cursos, llevando a los suyos al estrellato tras la fulgurante temporada copera de hace ya dos años.

Indefenso e ineficaz

El conjunto burgalés llega a esta cita tras tres derrotas consecutivas, que han lastrado los planes del entrenador. El principal motivo de la racha negativa que acecha al equipo de Miranda del Ebro es la inoperancia en tareas defensivas, ofreciendo numerosas ocasiones al conjunto rival. Motivo de la impotencia del técnico rojillo son los múltiples cambios que ha realizado en la zaga, durante el transcurso de la actual campaña, siendo hasta ocho jugadores los utilizados en esa zona. Caneda, es el único zaguero fijo en el once inicial que ha disputado todos los encuentros hasta la fecha, actuando tanto central como en el lateral diestro.

En ataque, la falta de acierto ha privado al CD Mirandés de mayor fortuna en todos sus encuentros, anotando tan solo en dos encuentros y cosechando una sola victoria, precisamente fuera de casa. Caneda, Rúper y Urko Vera son los únicos anotadores del equipo. Para más inri, el único atacante que había saboreado el placer del gol, Urko Vera, causará baja un mes tras una luxación en el hombro.

La falta de claridad en el juego, les ha obligado a ir contra remolque en la mayoría de sus encuentros. Por ello, Terrazas quiere desplegar un juego ofensivo que lleve a los suyos adelantarse en el marcador, sin privarlos de las tareas defensivas.

Vuelta de viejos conocidos

El encuentro supondrá un bello reencuentro para dos jugadores. El guardameta Razak Brimah y el zaguero Álex Ortiz son viejos conocidos de la hinchada bética. Ambos, ya militaron en las filas hispalenses llegando incluso a debutar con el primer equipo en competición oficial, aunque no gozaron de demasiado protagonismo en la capital andaluza.

El primero es un jugador con una planta física imponente y a pesar de su corpulencia, supone un portero muy completo. Rápido y ágil en las estiradas, posee grandes reflejos suponiendo su talón de aquiles el juego con los pies, similar al estilo de los porteros africanos. Sus grandes actuaciones con el filial le hicieron debutar con el primer equipo en Copa del Rey, ante el Salamanca. Su lesión, le privará de jugar en el Villamarín.

El segundo, ha militado en las filas de los dos grandes equipos de la ciudad, siendo el Real Betis, el club que más oportunidades le brindó. En él, forjó su madurez futbolística y alternó el filial con el primer equipo. El buen hacer del zaguero, le hizo debutar en el Villamarín ante el Valencia C.F. Lejos quedan esas apariciones y la realidad les ha llevado a tierras burgalesas, donde esperan demostrar su valía e intentarán hacerlo saber a toda la parroquia verdiblanca.

El técnico rojillo lo tiene claro

Respecto al estilo de juego, Terrazas ejercerá un 4-4-2, asentado ya en las pizarras rojillas y en el que tanto confía el mister burgalés, a pesar de que los resultados no sean los deseados. A pesar de ello, acostumbra a trastornar el sistema en numerosos compases del encuentro. En su juego, destaca la electricidad y el desborde de sus extremos, que ejercen una asfixiante presión ofensiva aunque libres de cargas en las facetas más defensivas. Quizá, ahí llegan las mayores sensibilidades rojillas, dejando numerosos espacios en las bandas, algo que puede ser aprovechado por los laterales béticos.

En portería, el mejor posicionado es Imanol. La lesión del exbético Razak, ha provocado la titularidad del guardameta navarro de 24 años, que se ha ganado la confianza del míster. Corral y Álex Ortiz conformarán el centro de una zaga agresiva y que causa muchas dudas hasta el momento. La polivalencia de Caneda, le relegará al lateral diestro. En el lado opuesto, estará Cantero ofreciendo numerosas ayudas e internadas en facetas ofensivas. En la medular, Rúper aportará la garra y el tesón al mediocentro, intentando la difícil misión de arrebatarle la posesión que tanto le gusta al Betis. El veterano Emilio Sánchez, aportará la visión de juego. Por delante, entre Álex García, Docal y Jordi Pablo saldrán los dos jugadores protagonistas por las bandas. Ellos, serán serán los encargados de aportar el desborde y la velocidad, que supondrán la mayoría de peligro para la zaga bética. La lesión de Urko Vera, obligará a Terrazas a situar a Pedro junto a Juanjo en la dupla atacante, ambos inéditos de cara a gol hasta la fecha.

A pesar de llegar con la vitola de cenicienta, los de la ribera del Ebro pretenden dar las sorpresa y hacer saltar las alarmas en el Benito Villamarín, que ya se encuentra en horas bajas. Los resultados no son nada halagueños en el barrio de Heliópolis, algo que espera aprovechar el conjunto visitante.