El Real Betis logra una agónica victoria gracias a la efectividad de Rubén Castro

El Real Betis se enfrentaba a la inminente necesidad de sumar los tres puntos ante su afición. Con Julio Velázquez prácticamente en el patíbulo y con el recuerdo de la dolorosa derrota ante  Osasuna en mente, el equipo verdiblanco recibía al filial blaugrana. Rubén Castro en los albores de la segunda mitad lograba el tanto de la victoria para el Betis, que dominó la primera parte y acabó pidiendo la hora en la segunda.

El Real Betis logra una agónica victoria gracias a la efectividad de Rubén Castro
Foto: Juan Ignacio Lechuga | Vavel.com
sergiohernanz
Por Sergio Hernanz

Con una afición fiel a su equipo, el Benito Villamarín ofrecía nuevamente una imagen esplendorosa, rozando el lleno absoluto. El azar quiso que el cuero comenzase el partido en poder del conjunto catalán, con un Real Betis esperando atrás, sin presionar la salida del equipo rival. El FC Barcelona hacía lo que mejor sabe, tocar y tocar hasta abrir una fisura en la defensa rival. Con Adama y Sandro como baluartes, el equipo azulgrana llegaba con la intención de lograr un resultado positivo.

Ocasiones del Real Betis ante una débil defensa

El primero en llegar con claro peligro a la meta rival era el equipo verdiblanco, nada comenzar el encuentro. Un centro desde la derecha de Molinero era rematado por Matilla, estrellándose en el poste de la meta de Ortolá. No se había cumplido el cuarto de hora de partido cuando Rennella ganaba al lateral Patric en velocidad y ponía el esférico en el corazón del área. Rubén Castro, peligroso siempre, se lanzó para alcanzar el objeto de sus deseos, pero le faltaron centímetros.

Adama perdonó solo ante Adán

El Real Betis dominaba la posesión del esférico ante un Barcelona que intentaba llevar a la práctica su juego, sin mucho éxito. El equipo azulgrana moría al llegar a la orilla de Adán, fruto de las imprecisiones y el desorden. Así, poco después de la ocasión verdiblanca, eran los visitantes quienes perdonaban. Un contragolpe de los visitantes colocaba el cuero en los pies de Sandro, quien asistía a Adama con un gran pase entre líneas; el futbolista, de ascendencia malí, erró en su disparo cruzado cuando se encontraba solo ante el guardameta rival. El Barcelona B perdonaba a pesar de nadar contracorriente ante un Betis con balas de fogueo.

El encuentro mantenía el compás dictado desde sus inicios, con un Real Betis dominando la posesión del balón y colocando constantemente centros en el área rival. La defensa catalana, compuesta por Samper y Diagne achicaba las ocasiones rivales. Sin embargo, rondando el ecuador de la primera mtiad del partido, llegaba la ocasión más clara del encuentro, esta vez del lado verdiblanco. Un centro desde la izquierda de Rubén Castro era rematado por Rennella en el área chica. La épica estirada de Ortolá evitó el gol local tras un remate picado del italiano.

Polémica en el área del Betis y expulsión de Julio Velázquez

El FC Barcelona tenía en Adama y la velocidad de éste a su principal valedor para llevarse los tres puntos. Incapaz de tejer una jugada positiva, el equipo azulgrana lo intentaba al contragolpe. El de Hospitalet se marchaba desde el centro del campo frente a cuatro rivales, cayendo en la frontal del área ante Figueras. El colegiado del encuentro, González Fuerte, no vio nada punible en la acción y señaló que continuase el juego. Sin embargo, a pesar de que la decisión era favorable para los locales, su técnico, Julio Velázquez, se enzarzó en una violenta discusión con el banquillo visitante y el cuarto árbitro. El colegiado, ni corto ni perezoso, envió al entrenador local a los vestuarios antes de tiempo.

Torbellino verdiblanco y gol de Rubén Castro

La segunda mitad comenzaba con el mismo guión que terminaba la primera parte. El Barcelona salía con muchas dudas de los vestuarios y el conjunto andaluz aprovechaba para asediar a ocasiones la meta de Ortolá. El primero en avisar era Rennella, con un zurdazo desde dentro del área que se marchaba claramente desviado. Mucha intención y poca efectividad tanto del italiano como de Kadir, imprecisos en el pase.

Combinación de Kadir, Rennella y Álex que finaliza en gol de Castro

El Real Betis lo intentaba ante un Barça B muy individualista en la transición, ahogado en el centro del campo por la presión verdiblanca. Sin embargo, Rubén Castro conseguía perforar la meta rival tras una gran combinación desde la izquierda. Las bandas eran el gran problema del equipo blaugrana y el Betis lo aprovechaba; Kadir asistía al hueco al lateral para que éste se la dejase a Rennella, que se daba la vuelta dentro del área para asistir a R. Castro. El delantero no perdonaba y ponía al equipo andaluz por delante en el marcador. El Barcelona estaba muerto en ese momento y el conjunto heliopolitano trataba de aprovechar la ocasión para matar el partido. Esta vez era Kadir quien disparaba tras un centro de Rubén Castro, omnipresente en labores ofensivas, pero el argelino, muy desacertado, la envió a las nubes.

Los fantasmas del Betis entran en escena

A partir de ese momento, el equipo de Julio Velázquez entraba en un estado catatónico. El Barcelona se recomponía y se lanzaba al ataque en busca del empate. La banda izquierda del Betis naufragaba en defensa y Adama se aprovechaba de ello. El joven extremo lo intentaba una y otra vez de forma individual, pero tanto N'Diaye como Adán desbarataban las ocasiones más claras.

Halilovic, el revulsivo azulgranaEl equipo blaugrana, que había salido con una defensa de tres en los inicios, introducía al balcánico Halilovic para insuflar un poco de magia a su juego. Los problemas no hacían nada más que comenzar para el equipo verdiblanco, que perdía por lesión a Molinero y Álex Martínez. Sin laterales en el banquillo, el entrenador en funciones colocó a Bruno por la derecha con Perquis de central y Cejudo en banda izquierda.

Posible penalti y expulsión de Adán cuando se acercaba el final

La presión barcelonista se hacía cada vez más insoportable y el gol rondaba la meta de Adán. El encuentro se acercaba a su fatídico final cuando se producía la jugada polémica del partido. Sandro se internaba en el área bética tras un pase al hueco de Halilovic. El delantero caía aparentemente derribado por el guardameta; el silencio se hizo en el Benito Villamarín ante 50.000 almas que aguantaban la respiración ante la inminente y fatídica decisión del juez de la contienda. Cuando todo parecía indicar que Adán sería expulsado y el penalti señalado, el colegiado amonestó a Sandro por simular el derribo. El Real Betis tomaba aliento para aguantar la última acometida rival. El fútbol pasó a un segundo plano, marcado por las interrupciones y constantes amonestaciones. Victoria agónica para el conjunto verdiblanco ante su afición, que pidió en algunas fases del partido la cabeza de su entrenador.