Que Jorge Molina siempre ha destacado desde su llegada al Betis por su profesionalidad no tiene sorpresa para nadie. Desde su llegada en 2010, el delantero bético ha sumado infinidad de goles y siempre ha sido uno de los pilares del equipo en los últimos cinco años. Pero en los últimos tiempos su rol cambió y sumado a la nefasta temporada que hizo el equipo el año pasado, hicieron que la situación entre Molina y el Betis cambiara. Con la llegada de un nuevo director deportivo y un nuevo entrenador, Alexis y Julio Velázquez, parecía que la continuidad que estaba teniendo el delantero alcoyano junto a Rubén Castro en la punta de lanza bética no iba a cambiar mucho.
Empezó la temporada con problemas por su renovación
Pero uno de los primeros problemas llegó desde los despachos. Jorge terminaba contrato en 2016 por lo que tenía dos años para mirar su futuro. Decidió quedarse en el club a pesar de tener muchas ofertas del club y anteponiendo el proyecto a la reducción salarial que sufrió la mayoría de la plantilla con el descenso. A pesar de eso, decidió quedarse. Tras varios cruces de declaraciones entre Alexis y él, la cosa cambió y se relajó pero en lo deportivo no. La confianza que puso el entrenador por aquel entonces Velázquez no fue demasiada y en su lugar disputaba casi todos los partidos Renella. Pero con el baile de entrenadores, la figura de Jorge Molina ha ido subiendo como la espuma y las estadísticas así lo demuestran.
En esta temporada, Molina ha disputado un total de 17 partidos, que no indica que todos sean de titular o juegue todo el tiempo. De esos partidos, ha anotado seis goles y ha dado cuatro asistencias. En total de minutos, el delantero bético ha disputado 966 teniendo un promedio de un gol cada 161 minutos. Estas cifras se acrecientan y se superan más cuando Pepe Mel volvió al banquillo del Benito Villamarín.
Su participación fue de más a menos con Velázquez y Merino
Volviendo la vista atrás, el de Alcoy no contó demasiado para el primer entrenador que tuvo el Real Betis esta temporada, Julio Velázquez. De los catorce partidos que dirigió al conjunto sevillano, Molina acumuló un total de 407 minutos. De esa cantidad de partidos, Jorge no participó en la mitad de ellos, siete. Su caída en picado desde el inicio de liga hasta la destitución de Velázquez fue de menos a más. Avanzando más en la temporada, en los cuatro partidos que dirigió Merino, Molina jugó algunos minutos en la mitad de ellos acumulando un total de 42 minutos.
Con Pepe Mel suma más goles que con los anteriores
Su actuación ante el Girona demostró su gran momentoYa con Mel en el banquillo, la evolución del delantero ha sido brillante. En los ocho partidos que lleva el entrenador madrileño, Jorge Molina ha disputado un total de 519 minutos, muchos más que con los dos entrenadores anteriores y en menos partidos. Ha jugado en todos los partidos y en casi todos de titular, excepto en dos. Pero un delantero vive de goles no de minutos y en eso Jorge Molina ha visto un incremento de su cifra desde la vuelta de Pepe Mel. Con Velázquez, anotó un gol en catorce partidos. Con Merino, otro gol en cuatro. Con Mel, ha anotado cuatro goles en ocho partidos y ha dado cuatro asistencias, el total que lleva en liga. De los seis goles en total que lleva el delantero en esta competición regular, casi el 75% de ellos, los ha anotado desde que retornó Mel.
Si hay un culpable de que Jorge Molina haya vuelto a ser el goleador que nunca dejó de ser y que haya recuperado esa confianza es sin duda alguna, Pepe Mel. Ya formaron un gran tándem entre Rubén Castro, Molina y él y en estos últimos partidos en los que el canario no está pasando su mejor momento, ha salido al quite el portador del dorsal 19 de la elástica verdiblanca. Un profesional que habla sobre el césped y que ha vuelvo por sus fueros, Jorge Molina.