Con coherencia y armonía llegaba Eduardo Macià a su presentación oficial como nuevo director deportivo del Real Betis. Acompañado y respaldado por el presidente Juan Carlos Ollero en todo momento, desgranó en algo más de una hora de comparecencia sus inquietudes a corto y medio plazo en el club de La Palmera.

Empezaba el cuestionario hablando de los primeros objetivos: "Queda un recorrido por etapas. El objetivo final, cuanto más ambicioso, mejor. No soy de marcar objetivos en palabras, sino trabajando. Tenemos que ir quemando las etapas justas a la velocidad adecuada. Insisto mucho en la estabilidad. No es fácil estabilizar un equipo una vez que se haya conseguido el objetivo del ascenso, por el cual todavía tenemos que trabajar. Esa primera etapa será la calve de todo nuestro trabajo futuro. Cuanto más fuertes sean los cimientos, más fácil será conseguir objetivos más altos", destacaba.

"Prefiero la palabra evolución a revolución"

Por otro lado, el valenciano subrayaba la confianza y seriedad que le transmitió el presidente y todo el Consejo de Administración a la hora de abordar su contratación: "Me he encontrado con un club que me ha transmitido credibilidad. Cuando uno elige un proyecto es lo primero en lo que debe de pensar. La seriedad del presidente, a la cabeza del consejo de administración me hecho sentir serenidad. Hoy el fútbol es muy competitivo, un mundo donde tenemos que ampliar nuestras fronteras y hacer que el nombre del Betis esté donde no ha estado".

Con el ascenso a la vuelta de la esquina, la reestructuración del plantel se antoja crucial, sin embargo Macià puntualizaba: "Prefiero la palabra evolución a revolución. Según la velocidad de los objetivos, esa evolución será más o menos agresiva. Hablar de revolución en una plantilla que está encaminando el objetivo, no me parecería lo más justo. Hay que apoyar a estos jugadores, a este cuerpo técnico para que logren el objetivo".

Entre las claves de su gestión, el levantino comentaba: "La clave es conocer bien a tu propio club. El Betis tiene una identidad y sobre esa identidad tiene que trabajar. Un director deportivo tiene que escuchar dónde está, a partir de ahí hay que empezar a construir. Nuestro trabajo es acertar en los futbolistas que sirven para el Betis. Durante mi trayectoria he estado en clubes muy diferentes, cada uno con su identidad, y en cada de uno he hecho un trabajo acorde a ello. Ahora trabajo para el Betis, por tanto, esta identidad es la que marcará mi trabajo", deslizó.