El Real Betis lo tiene hecho. O casi. Si nada raro ocurre, si nadie le pone dos velas negras, va a ser equipo de Primera División la temporada que viene. Lo va a ser porque tiene arriba dos jugadores de esa categoría, que siguen demostrando que la Liga Adelante se les queda pequeña. Y venció en Mallorca gracias a ellos, a un canario y un alcoyano que se entienden como hermanos. Un triunfo clave en esta Jornada 37, donde habían ganado Girona, Sporting Gijón y Real Valladolid. Ante la presión, un triunfo de peso. El Mallorca no regaló la victoria, pues un tanto de Xisco metió el miedo en el cuerpo. Un gol que no debió subir al marcador, pues estaba adelantado. A pesar de todo, el cuadro de Pepe Mel supo sufrir hasta el final. Con la idiosincrasia de este club, que nunca conseguirá nada de forma sencilla.
El partido comenzó con dominio local, ante las siempres peligrosas llegadas al contragolpe del Real Betis. Marco Asensio era el mejor chico de los de Soler. El joven futbolista tiene una zurda que es un tesoro, una calidad innata. Ese talento, como ocurre con Dani Ceballos, no se negocia. El caso es que fue el único que supo mover al Mallorca y hacer daño a la zaga rival. El conjunto andaluz se mostraba bien plantado, buscando sus opciones tras las numerosas imprecisiones del cuadro bermellón.
La idea estaba clara. La primera clara del cuadro bético llegó tras las botas de Dani Ceballos, quién si no. El canterano utrerano abría rápidamente a la banda de Rubén Castro, que desde la izquierda servía un balón en bandeja a Jorge Molina. El delantero de Alcoy se marcó un gran recorte, sentando a un par de zagueros del Mallorca, pero no pudo ejecutar el disparo. Modo fácil. En tres toques, casi llega el primer gol del Real Betis. Ya lo celebraba el banquillo visitante, pero habría que esperar unos minutos más.
'RC24' dio el primer golpe
El líder tiene dinamita arriba. La emplea en situaciones obligadas y en las Islas Baleares había que ganar. Sobre el cuarto de hora, llegó el 0-1. Gran combinación entre Molinero y Rubén Castro, que culminaría el Pichichi de Segunda División. Un recorte bestial, para posteriormente batir de disparo cruzado a Cabrero. Ahora sí, el Real Betis ya ganaba en Mallorca. Este equipo no necesita mucho para adelantarse y lo volvió a demostrar.
Jorge Molina, en estado de gracia
A partir de ahí, el choque siguió por los mismos laureles. El conjunto balear tenía le pelota, buscaba espacios entre la bien situada defensa verdiblanca. Y volvió a ocurrir lo mismo que antes, que el cuadro de Pepe Mel golpeó. Lo hizo con los de siempre, con los que nunca fallan y con los que se comprenden con la mirada. Jorge Molina hizo una pared con Rubén Castro, que le mandó una pelota con la derecha al alcoyano que, de primeras y con la zurda, batía a Cabrero. 0-2. ¿Todo hecho?. Pues no.
Un 'injusto' sufrimiento
Porque pocos minutos después marcaría Xisco. Un balón en largo mal sacado por Jordi Figueras tras una indecisión con Adán fue aprovechado por Joselu, que se la dejó al delantero procedente del Córdoba para recortar diferencias. 1-2. El tanto, por cierto, llegó en un claro fuera de juego del ariete, que estaba adelantado. Incluso por delante del meta del Real Betis. Esa falta de entendimiento entre central y portero obligó a sufrir, a pasarlo mal hasta el final. Descanso.
El segundo acto arrancó de forma distinta. Ya la tenía un poco más el líder, liderado por Portillo. Del ex jugador del Málaga salía la creación de juego y el peligro en ataque. Fue Rubén Castro el que estuvo cerca de sentenciar en el arranque, pero tardó un mundo en resolver la acción. Su centro posterior quedó en nada. Poco después, se animó hasta Casado. El lateral izquierdo se marcó un disparo cruzado que tocó en un defensa balear, acabando en córner.
Otra más tuvo el delantero canario, que conectó con Portillo para inventarse una vaselina que terminaría con la intervención de Cabrero. El portero del Mallorca tuvo que enviar la pelota a saque de esquina. Ya se colaba. También 'RC24' estuvo a punto de meter el tercero, tras un recorte y un disparo que el meta local detuvo. No todos los domingos son festivos.
Hasta ahí llegó el Real Betis en ataque. A partir de ese momento, los de Soler se vinieron arriba. Pepe Mel, viendo la que se avecinaba, movió fichas. Retiró del césped a Dani Ceballos, con tarjeta amarilla y muy cansado, dando entrada a Álvaro Cejudo. El centro del campo había que reforzarlo, pues estaba muy mermado de cartulinas. Xavi Torres también estaba amonestado y no era plan de quedarse con uno menos. La entrada del canterano aportó entre poco y nada, todo sea dicho.
El calor apretaba y los perseguidores también lo hicieron. Por lo tanto, tocaba lo de siempre. A falta de un cuarto de hora, aproximadamente, Marco Asensio demostró por qué es una promesa. Condujo la pelota con criterio y se sacó un chut que repelió el travesaño. Ahí estuvo el empate del Mallorca, que lamentaba profundamente esa ocasión. Pepe Mel realizó un nuevo cambio, quitando a N'Diaye y sacando a Lolo Reyes. Medio por medio. Ningún invento.
Rubén Castro volvió a responder, aunque tímidamente, en un pase de genio de Portillo. El canario intentó zafarse de Cabrero, que le sacó la pelota desde el suelo. Bigas, primero, y Jorge Molina, después, tuvieron sus opciones también. Aunque, fue Truyols quien estuvo cerca de lograr el segundo tanto local, con un disparo que repelió Adán desde dentro del área. De todas formas, no valía por fuera de juego.
Así concluyó un partido sufrido, como era de esperar, para un Real Betis que cada vez lo tiene más cerca. Que vence más que convence, pero que tiene un 'colchón' de puntos para dormir tranquilo esta noche. Un liderato reforzado, una parada menos en el camino a la Liga BBVA y otra isla conquistada. Pepe Mel y su tropa ya han puesto el rumbo a Primera División.