Sergio Rodríguez Hurtado ha llegado a un acuerdo con el club para finiquitar su relación con el mismo, en busca de una nueva aventura que le otorgue la estabilidad ansiada para demostrar su valía, desaparecida por Heliópolis.

El centrocampista pone así fin a más de una década deslumbrando y maravillando a todos los adeptos en las categorías inferiores, algo que le valió incluso para debutar con el primer equipo. Finalmente, su peculiar estilo de juego, la inestabilidad de  las lesiones y las fallidas cesiones han provocado que Pepe Mel le comunicara su itnención de prescindir de sus servicios y acabar así con su relación con la entidad de las trece barras. 

Su nulidad de minutos le obligó a buscar otra cesión

Sergio fue en la anterior campaña el único jugador de la primera plantilla bética que no ha disputó ni un solo minuto en la temporada. El debút de hombres como Chuli (finalmente cedido) o Casado, con los que Velázquez, Merino o Mel no parecía contar tampoco, dejó al canterano en una situación precaria.

El caso del mediocentro es peculiar. La dirección deportiva decidió el pasado verano descartarlo y buscar una cesión con la que pudiera encontrar la madurez ansiada y contar con minutos fuera deHeliópolis pero los planes cambiaron.

A última hora, el mismísimo Julio Velázquez se arrepintió y decidió dejar al canterano en la plantilla, viéndolo apto para disputar la Liga Adelante junto al resto de compañeros. Aquella decisión queda lejos y es que nada más lejos de la realidad, el mediapunta se vio obligado a buscar minutos en Tarragona.

Aún más perjudicial para Sergio resultó la confianza que Julio Velázquez mostró en Dani Ceballos (quizá lo único positivo a destacar del técnico), a quien el preparador antepuso en las jornadas precedentes tanto en la convocatoria como en los minutos de juego. De hecho, el juvenil relegó incluso a Nono en el banquillo, precisamente rescindido hace una semana.