Una buena segunda parte aclara la imagen de un Betis con altibajos

Betis y Athletic de Bilbao empataron a uno en un partido soso y anodino con una parte para cada equipo. Kike Sola adelantó a los vascos a los ocho minutos, mientras que Álvaro Cejudo, que salió en la segunda mitad, puso las tablas en el luminoso en una jugada enrevesada. Los fichajes no mostraron su mejor versión.

Una buena segunda parte aclara la imagen de un Betis con altibajos
Imagen del partido | Foto: VAVEL
manuelpedrero
Por Manuel Pedrero

Empate verdiblanco en la localidad gaditana de Arcos de la Frontera ante un Athletic de Bilbao que prepara la eliminatoria europea de Europa League para entrar en la fase grupos.

La igualdad en el luminoso deja satisfecho al conjunto andaluz, que apostó de inicio por  un once aparentemente titular. Al césped del Antonio Barbadillo saltaron: Adán; Piccini, Pezzella, Bruno, Tarek; Petros, Digard, Van der Vaart, Portillo; Jorge Molina y Rubén Castro. Primeros minutos de la pretemporada para el francés Digard y Rubén Castro. El ex del Niza jugó con una férula en su brazo izquierdo debido a la pequeña fractura que padece en el codo.

El Athletic, mucho más rodado, instauró una presión asfixiante desde el pistoletazo de salida. Argumento infinitamente trabajado por los pupilos de Ernesto Valverde. Elustondo e Iturraspe imprimieron un carácter férreo en la medular. Arriba, la presencia de Ibai Gómez, Borja Viguera y Kike Sola comenzaban a tantear el terreno ante una zaga verdiblanca dubitativa y falta de ritmo.

A consecuencia del empuje inicial, llegaría el tanto vasco. Un córner botado por Ander Iturraspe es cabeceado en el aire por Eneko Bóveda. El cuero se estrella en el palo a pesar de una buena estirada de Antonio Adán que no llega a tocarla en ningún momento. El rechace, escupido con virulencia, aterriza en las botas de un Kike Sola que no perdona y manda el balón hacia en interior de la portería verdiblanca.

Todavía no se había llegado al diez de envite y ya mandaban los leones. Hasta la media hora no ocurriría nada de relevancia. En ese momento, Pepe Mel optó por retirar a Petros Matheus, desubicado y desorientado en el verde para dar entrada a Alfred N'Diaye. El brasileño necesita adaptación y en los primeros test de pretemporada apenas se le vio. 

Los fichajes estuvieron tibios

Con el senegalés en la zona de población el Betis mejoró y se apresuraba a adelantar líneas. Digard modificó su demarcación y acompañado de una fornida corpulencia asomaba en tareas de recuperación. A las puertas del descanso y tras merodear por el área bilbaína llegaría la primera gran ocasión del Real Betis. Un pase medido de Rafael van der Vaart deja a Jorge Molina ante Iago Herrerín. El de Alcoy, en un alarde de valentía, intenta zafarse del meta pero cae al suelo y no consigue sortear al gigante portero rojiblanco. Con timidez reclamó penalti. No fue concedido.

Antes del ecuador, Borja Viguera, exariete del Deportivo Alavés, a punto estuvo de aprovechar un regalo de Amro Tarek. Un cuero aéreo de dirigido a la izquierda no llega a ser interceptado por el internacional egipcio sub-20 pese a los 189 centímetros de estatura. El delantero riojano definió ajustando al poste. Tanto, que se marchó lamiendo la cepa. Con el 0-1 se llegaría al descanso.

Herrerín, el muro

A la reanudación, las jugadas a balón parado siguieron cobrando protagonismo. Antonio Adán tuvo que salir de su guarida para hacer volar sus puños y abortar el peligro en un par de ocasiones. A pesar del aviso vizcaíno, la segunda parte se tiñería de verdiblanco. Además, Iago Herrerín se convertiría en el mejor jugador del Athletic Club de Bilbao.

Van der Vaart sacó el telescopio

El Real Betis empezaba a echar raíces en campo rival. Van der Vaart, en una muestra de sacrifio presionaba al excancerbero del CD Numancia y casi le mete en apuros. Avisaba de sus intenciones el cuadro heliopolitano. El holandés sacó vitolas y se erigió como el rendimiento más acertado de las nuevas incorporaciones béticas hasta la fecha.

De hecho, otro pase del tulipán pudo suponer el gol de Rubén Castro. El de Heemskerk se sacaba de la chistera una asistencia digna de alabar para el canario, que se topaba con el pie izquierdo del meta en su definición.

Herrerín sacaba una tras otra las intentonas andaluzas y los banquillos se movían. Xavi Torres, Fabián, Cejudo y Rennella por Portillo, Digard, Van der Vaart y Rubén Castro en el lado hispalense; San José, Aurtenetxe, Sabín y Laporte entraron en detrimento de Etxeita, Saborit, Lekue y el autor del gol Viguera.

Los menos habituales del conjunto de La Palmera dieron el do de pecho y mostraron señales de reivindicación. El contacto de partidos y la experiencia que acumularon la temporada pasada se notó.

A 19 minutos para la conclusión desembarcaría en Arcos el definitivo empate a uno. Una rocambolesca acción de ataque verdiblanca acabó dentro. Rennella para Molina; el de Alcoy retiene la bola en el interior del área esperando el vencimiento de uno de los centrales tras amago de recorte; la cede en puertas de área pequeña para que Cejudo, llegando desde atrás, fusile a placer.

El convoy de sustituciones seguía su rumbo pero el choque estaba visto para sentencia. Molina, Rennella y Xavi Torres probaron fortuna desde todos los ángulos encontrando la misma respuesta: Iago Herrerín.

De esta manera se llegaba al final. Empate con mejor sabor de boca para un Betis que todavía requiere de ritmo e intensidad en muchas facetas del juego. La próxima cita tendrá lugar en Cartaya, donde se medirá al Vitoria Setúbal portugués antes de partir a tierras germanas.