Tan 'Real' como la vida misma

El Real Betis ha caído goleado, sin contemplaciones, ante el Real Madrid. Una 'manita' blanca de realidad, de tan aplastante y lógica superioridad. Un par de dobletes de Bale y James más un tanto de Benzema dejaron sin opciones a un equipo de Pepe Mel perdido, sin fe y sin ideas. Rubén Castro, que tampoco tuvo su noche, hasta falló un penalti. Un descalabro absoluto con unas sensaciones para echarse a temblar.

Tan 'Real' como la vida misma
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Por José Manuel Gelo

El Real Betis ha visto lo que hay. El Real Madrid le ha dado la bienvenida a Primera División de una forma cómoda, real y eficaz. 5-0 para demostrar que en esta categoría, si no compites, lo pasas mal. Y si esa falta de actitud la muestras en el Estadio Santiago Bernábeu ante un aspirante a ganar la Liga BBVA, mejor quedarse en casa. Bale abrió la lata pronto, James la clavó de falta directa después. En la segunda parte, nada más empezar, Benzema y otra vez el colombiano certificaron la goleada. Rubén Castro, más solo que quien fue a América, erró una pena máxima también. El galés, ya casi al final, cerró la cuenta. Una 'manita' que casi ni sorprende. Dos partidos, mucho trabajo por delante y dos días para fichar. Tan Real como la vida misma.

Un planteamiento casi suicida

Hasta antes del pitido inicial, ya las sensaciones eran peligrosas. Había que ver cómo funcionaba el plan, pero extraño era cuanto menos. Pepe Mel dio entrada a Molinero y Dani Ceballos. Un lateral derecho que ha tenido que jugar en la izquierda con el objetivo de parar a Bale, de los más rápidos del planeta. Un centrocampista que, ahora mismo, no está lo suficientemente mentalizado como para demostrarle al Real Madrid que es un gran jugador. La lógica puede estar en reforzar el centro del campo. Xavi Torres y N'Diaye acompañaron al canterano en la medular, con Álvaro Cejudo y Juan Vargas en las bandas. Hay gente en Segunda División B que crea mucho más daño.

Si la fórmula se estropea en la primera llegada del rival, apaga y vámonos. Bien es cierto que el equipo de Rafa Benítez salió al césped como si le fuera la vida en ello. Era de esperar tras el empate de Asturias. James se la puso como mandan los cánones a Bale, un galés criticado que dejó las críticas a un lado con su buen partido. Solo remató ante la salida de Adán, que llegó muy tarde. El Real Betis no había saltado al verde y ya estaba perdiendo. 1-0. Los blancos presionaban fuerte, arriba, a por todas. Eso tampoco es fácil de contrarrestar.

El Real Betis se enteró de qué iba la película con el paso de los minutos. Poco a poco, con menos complejos, los de Pepe Mel salían de la cueva. Subidas de Piccini, intentontas de Álvaro Cejudo y detalles de Dani Ceballos. Rubén Castro hacía la 'guerra' por su cuenta. El dominio ya no era tan blanco y adquirió un tono más verde. Paciencia porque quedaba mucho partido por delante.

La primera llegada bética en Madrid fue del de siempre, del '24'. Rubén Castro buscaba con un disparo cruzado empatar el encuentro, aunque su chut lo repelió la bien colocada zaga blanca. Minutos después, se atrevió Juan Vargas. El peruano, de extremo en esta ocasión, colgó un centro peligroso que Varane tuvo que mandar a córner. El canario, cómo no, ya andaba con la caña preparada. No era un peligro verdadero, pero eran acercamientos. Eso, viendo cómo había empezado el panorama, no es 'moco de pavo'.

El Real Madrid despertaba. Cristiano Ronaldo tuvo el segundo tras marcharse de Pezzella en un uno contra uno, pero Adán salvó los muebles. Gran parada del ex portero madridista en el mano a mano con 'CR7'. El equipo local te puede perdonar una, dos no. Hernández Hernández ayudó a cocinar el guiso con una falta muy dudosa de Molinero sobre el astro portugués. Exquisita para un zurdo. James es uno de ellos. El colombiano hizo el 2-0 con una obra de arte. Su lanzamiento tocó en la madera del lado del portero, que se vio sorprendido con ese tremendo chut. Cerca del descanso. Antes de terminar, el Real Betis tuvo una clara. Muy clara. La tuvo, para variar, Rubén Castro. Lo hicieron bien, todo hay que decirlo, Álvaro Cejudo y Molinero en la jugada. El defensor se la entregó al delantero, que buscó por dos veces recortar a Keylor Navas. El meta costarricense se quedó con la pelota cuando parecía batido. Si perdonas, te matan. Así funciona la vida por la 'Casa Blanca'.

La cosa podía empeorar todavía

Sí. No era suficiente con un mal planteamiento, un gol al inicio y al final con la ayuda del palo y del colegiado y un ocasión clarísima de Rubén Castro. El partido se podía poner peor. Y eso que Pepe Mel quiso reaccionar, más buscando un milagro que otro tema. Jorge Molina salió en la segunda parte, en lugar de Molinero que tenía tarjeta amarilla. Error reconocido. Juan Vargas retrasaba su posición, ahora en el lateral izquierdo. El alcoyano, como es normal, acompañaría a Rubén Castro en el ataque.

Lo de salir despiertos es algo que no va con este equipo. Para qué. Primera llegada blanca, gol de Benzema. 3-0. Segunda llegada blanca, gol de James. 4-0. Todo eso, en unos cinco minutos. Es cavarte tu propia 'tumba'. Goleada certificada y casi una mitad al completo por delante. La que se avecinaba era buena. El manual de cómo no salir a un campo de fútbol debe recoger la palabra 'Real Betis'. Una falta de actitud, ganas y valentía asombrosas. Cero concentración. Inadmisible.

Por fortuna, el Real Betis ha tenido, tiene y tendrá una afición que no paga con millones. Que no tiene precio. Goleada en contra y ánimos a un equipo que no merecía ni el aliento de los suyos. La conclusión de que no era la noche llegó a la hora de encuentro. Penalti de Varane sobre Jorge Molina que Rubén Castro se encargaría de marrar. Keylor Navas volvió a ganarse la ovación del Estadio Santiago Bernabéu al detener la pena máxima en dos tiempos. Para dimitir del partido e irse a la cama. Ni el que siempre hace algo hizo nada en Madrid.

Los blancos querían cerrar la cuenta, no bajar el listón y firmar su primera 'manita'. Cristiano Ronaldo estuvo cerca de conseguirla pero, curiosamente, tampoco era la noche de 'CR7'. Una estrella que no brilló. Pezzella, bajo palos, salvó el disparo del luso. Bale, ya casi al final, cerró ahora sí el marcador con un lanzamiento lejano y fuerte que, con la ayuda del palo, besó las redes. Adán, abatido, solo pudo mirar el esférico. 5-0. Primera derrota de un Real Betis de pena, que se fue goleado y con miedo desde antes de empezar. Si sales a empatar, pierdes. En Madrid, te golean. Tan Real como la vida misma.