El filial vuelve a respirar

Los pupilos de Juan Merino deleitaron al respetable allí presente, tras culminar una remontada agónica a la par que idílica ante el Jumilla. La pizarra de Merino determinó el devenir del encuentro con la entrada de Sergio Navarro, Pibe y Robaina, que dinamitaron el choque. Loren se destapó como goleador y llevó en volandas a los suyos hacia la victoria.

El filial vuelve a respirar
(Foto vía: JILechuga/VAVEL.COM)
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Por Álvaro Borrego Domínguez

El filial verdiblanco culminó una remotada agónica ante el Jumilla, inferior en juego pero superior en oficio y efectividad. Los de Merino tuvieron que remar a contracorriente durante los noventa minutos, remontando una y otra vez. Los tantos de Robaina, César de la Hoz y el doblete de Loren, destapado en el día de hoy, otorgaron los tres primeros puntos de la temporada al conjunto hispalense.

Esta vez, la pizarra de Merino fue decisivo y la entrada de savia nueva marcó el devenir del encuentro. Los juveniles Pibe, Toni Robaina y Sergio Navarro aportaron el descaro y la calidad necesaria para desequilibrar el choque y decantarlo al lado local. Cabe destacar la capacidad del filial verdiblanco para reponerse en todo momento y remontar un partido imposible, deleitando con los goles finales al respetable allí presente.

Muchos goles, poco juego

Desde el pitido inicial el conjunto de Merino adquirió el papel protagonista. La incapacidad de los mediocentros para enlazar balones óptimos con Loren, la referencia ofensiva, hizo volcar todas las posibilidades de ataque en Fran Díaz y Juanma. El paso de los minutos fue apagando las apariciones de hombres como Rayco, Julio o César de La hoz, dejando desierta la medular local.

A pesar de ello, los verdiblancos no cesaron en su intento y acecharon tímidamente el marco defendido por Seral. Un disparo de Loren y un cabezazo de César de la Hoz, lo más destacado. Cosas del fútbol, los murcianos vieron portería en el único acercamiento peligroso a la portería defendida por Pedro. Un saque de esquina botado por Julien se paseó por el área verdiblanca y Madrigal anotó en propia puerta dando victoria momentánea a los visitantes. El tanto que abrió el marcador deparó unos minutos de locura.

En la reanudación, Loren robó un balón en zona de tres cuartos rival y ganó a los defensas en velocidad, plantándose solo ante el portero murciano y batiéndolo por bajo, subiendo el empate al marcador. Pero la alegría fue efímera. Un nuevo error en la zaga verdiblanca dejó muerto una pelota en el punto de penalti, algo que no desaprovechó Manzanara. El central rojillo empaló el esférico y lo coló por la escuadra izquierda de Pedro, haciendo imposible la estirada del arquero.

Con la victoria momentánea, los visitantes se vinieron arriba y asumieron el peso del juego pero el colegiado decretó el final del tiempo reglamentario.

El filial toma oxígeno en cuarentaicinco minutos de infarto

Pocos hinchas hubieran confiado o creído en lo que iban a avistar tres cuartos de hora más tarde. Lejos de reponerse del mazazo inicial, los locales se encerraron atrás sufriendo una y otra vez los arreones murcianos. El reloj corría y el partido carecía de vistosidad, con numerosas interrupciones y disputas sobre el terreno de juego. La zaga bética, a pesar de no pasar por su mejor momento, evitó males mayores atajando los intentos de los atacantes murcianos, un conjunto que anotó tres goles con dos llegadas a puerta.

Entonces Juan Merino se dispuso a mover sus filas, e introdujo a hombres que aportaran oxígeno en zona de tres cuartos. Robaina, Pibe y Sergio Navarro entraron al tapete de la C.D Luis del Sol para aportar velocidad, desborde y descaro, y vaya si lo hicieron. En una de las primeras pelotas que tocó, Sergio Navarro colgó un balón sobresaliente al segundo palo para que César de la Hoz mandara el balón al fondo de las mallas y subiera el empate al marcador, pero esto no acabaría ahí.

Al igual que en la primera mitad, la alegría no duró más que un par de minutos, cuando Etamané volvió a adelantar a los suyos tras un error defensivos. Fue entonces cuando erigió el jugador número doce. El aliento de la afición llevó en volandas a los verdiblancos hasta los compases finales, buscando una y otra vez la portería rival. La recompensa llegaría por partida doble cuando el encuentro expirana.

Loren a tres minutos del final y Robaina, tras una triangulación con Loren, cuando el árbitro ya se disponía a decretar el pitido final remontaron el encuentro y desataron la locura de los más de dos mil aficionados béticos alí presentes, que enloquecieron tras la agónica remontada.

Los tres puntos permiten coger oxígeno a los chicos de Juan Merino y sumar el primer botín de la temporada y salir de los puestos de descenso. La próxima cita será ante el Real Murcia en la nueva Condomina, una dura piedra de toque para medir las aspiraciones heliopolitanas.