90 años celestes

El Real Club Celta celebra su aniversario este 23 de agosto. 90 años ligados a Vigo y a Galicia. 90 años de sentimientos y emociones. 90 años del color del cielo.

90 años celestes
90 años de Real Club Celta. 90 años de celtismo. (Foto: Real Club Celta).
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Por Borja Refojos

23 de agosto de 1923. 23 de agosto de 2013. Apenas un suspiro entre la creación del Real Club Celta y el presente. Un leve pestañeo ha pasado entre la fusión del Vigo Sporting y el Fortuna y la previa de la segunda jornada del Campeonato Nacional de Liga 2013/14. Tan solo una hoja en el viento entre el Conde de Torrecedeira (primer presidente del club) y Carlos Mouriño. 90 años no son nada.

A pesar de que la fecha oficial será el 23 de agosto, trece días antes se concretó el nacimiento. Los dos clubes de la ciudad, fundados en 1905, se fusionaban gracias a la iniciativa de Manuel de Castro y Juan Baliño Ledo. El Fortuna y el Vigo Sporting se unían. Nacía el Real Club Celta.

Celeste es el color. Celeste es el cielo. Celeste es Galicia. La firme intención de sus creadores de hacer de la nueva entidad una embajadora de su tierra, desembocó en el nombre del club y en el color de su indumentaria. La parte más significativa de su escudo, la Cruz de Santiago, se la ganaría al Deportivo de La Coruña, su eterno rival, en un partido en 1931.

48 temporadas en Primera convierten al Celta en el club gallego con más participaciones en la máxima categoría. Pedregoso ha sido el camino. Enorme el esfuerzo. Ingrata la recompensa. El Celta no ha podido alzarse con ningún título nacional, quedándose a las puertas varias veces. Tres finales de Copa y un par de Ligas en las que se llegó a soñar con el milagro.

Manolo cabece entre dos rivales. (Foto: yojugueenelcelta.com).

Mitos

Fabulosos jugadores defendieron la Cruz de Santiago en diversas épocas. Cada generación encontró un líder, un jugador franquicia que lideró al equipo de la época. Manuel Fernández, Pahiño, fue el primer gran futbolista celeste. Pichichi de la Liga, disputó la primera final de Copa del club en el año 48, perdiendo ante el Sevilla en Chamartín. Fue traspasado al Real Madrid, donde volvió a ser máximo goleador del campeonato. Manolo, el gran capitán. El estandarte. 16 temporadas de celestes llenas de entrega, lucha y pundonor. También 16 fueron los años del otro gran capitán histórico del club: Vicente. El ourensano vivió experiencias de todos los colores en el Celta, desde el fatídico descenso a Segunda B en el 80, a la final de Copa del 94 contra el Zaragoza.

Mostovoi celebra un gol. (Foto: Emilio Lavandeira).

Vlado Gudelj y Aleksandr Mostovoi son los ídolos de la época moderna. El bosnio, actual delegado del primer equipo, fue la referencia goleadora del equipo vigués durante nueve años. Pichichi de Segunda en su primer año, ascendió al equipo a la máxima categoría. Aquella generación fue la precursora del mejor Celta de la historia y se quedó a las puertas del metal, en la final de Copa del 94 que perdió por penaltis ante el Zaragoza en el Calderón.

El Zar, fue el último gran símbolo del club. El futbolista con más partidos en Primera con el Celta y la cabeza visible de un equipo que enamoró a Europa. La máquina celeste se fraguó desde sus botas. El ruso fue el líder en la época dorada del club. Otra final de Copa perdida contra el Zaragoza. Exhibiciones europeas, con una Intertoto incluida, y una Liga que se rozó con los dedos.

La época dorada

Fue aquel equipo el que hizo soñar al Celta. Con Víctor Fernández al frente, había nacido el fútbol de salón. Atrás quedaron épocas como equipo ascensor, la primera clasificación europea del equipo, en el año 72, o la final de Copa del 94. La máquina celeste se había consolidado en la élite del fútbol español. Mostovoi, Karpin, Revivo, Mazinho, Gustavo López… Muchos jugadores fueron pasando por aquel equipo en una etapa que duró siete años. Irureta puso la semilla en la 97/98 y el equipo se clasificó para la UEFA. Víctor tomó el testigo y el manantial se convirtió en torrente. El fútbol fluía cada quince días por Balaídos, con un Celta que bordaba el juego y que maravilló a Europa eliminando al Liverpool y al Aston Villa y endosando goleadas históricas a equipos de tanto nivel como el Benfica o la Juventus.

La final de Copa del 2001 fue el cénit de aquel grupo. Tras un año portentoso, el equipo de Víctor se presentaba como gran favorito contra el Zaragoza en Sevilla. Las cosas no salieron y los blanquillos volvieron a arrebatarle un trofeo a los celestes.

Todavía quedaba una gran alegría por conquistar. El Celta jugaría la Copa de Europa en la 2003/04. La máxima competición continental en Balaídos. El Celta logró superar la fase de grupos y clasificarse para octavos, donde cayó ante el Arsenal. Sin embargo aquella aventura tuvo un peaje elevadísimo. El equipo acabaría descendiendo tras una nefasta temporada en Liga. El fútbol de salón desaparecía. “El pecado de nuestro grupo fue que no ganó nada”, comentaba con amargura Giovanella en una entrevista.

Los tumbos y la vuelta a la normalidad

Fernando Vázquez se hizo cargo del equipo y, aunque al principio le costó, el Celta terminó carburando y logrando el ascenso esa misma temporada. El regreso a la élite no pudo ser mejor. Los celestes cuajaron una temporada y terminaron sextos, consiguiendo una nueva clasificación europea. Pero el peaje de jugar la UEFA fue el mismo que el de la Champions: el Celta volvió a descender.

Cinco años. Cinco largos años en Segunda fue el bagaje en esta etapa. Los dos primeros, nefastos, se saldaron con una salvación in extremis de descender a Segunda B. Tras la semilla plantada por Eusebio Sacristán, Paco Herrera llegó al club en 2010. Con él regresó la normalidad. Una idea. Un estilo. Al segundo intento el barcelonés conseguiría el ascenso a la Primera División en la que todavía sigue el Celta, aunque ya sin el técnico, destituido en su día.

El Celta afronta este año su segundo año consecutivo en Primera. La afición se ha reenganchado al equipo y en Vigo se respira celtismo como demuestra la histórica masa social alcanzada este año que roza los 25.000 socios.

90 años no son nada, pero multitud de personas han escrito la historia del Celta hasta este momento. Historias de grandeza, de emociones, de sacrificios y de superación. El club entra en la última década antes del centenario gozando de buena salud. De este momento, otra multitud seguirá escribiendo el futuro con el color del cielo.

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Sobre el autor
Borja Refojos
Estuve en VAVEL desde octubre de 2012 a enero de 2016. En ese período coordiné la sección del Celta desde julio de 2013 hasta diciembre de 2015, así como la cobertura del Mundial 2014, además de escribir crónicas, reportajes y todo tipo de artículos informativos. Actualmente trabajo como redactor en la Axencia Deportiva Galega (ADG Media) y colaboro en tuRadio 88.4 Vigo. Email de contacto: [email protected]