Celestes 2013: Mario Bermejo

Mario Bermejo fue una de las claves para la permanencia del Real Club Celta en la máxima categoría del fútbol español el pasado mes de junio. Su edad, 35 años, le ha impedido jugar muchos partidos completos, pero su pundonor y compromiso hicieron la diferencia con el delantero cántabro, alguno de cuyos goles fueron claves para la permanencia de los vigueses en la Liga BBVA.

Sus goles contra Granada, en la jornada 25 y Real Zaragoza, en la 32, fueron decisivos, pues permitieron sendas victorias del Celta y fueron una inyección de moral de los gallegos en la persecución de la permanencia en primera división. El propio jugador calificó el gol ante los maños como "uno de los más importantes de mi carrera".

Grave lesión contra el Atlético

Bermejo lesionado (Foto: La Voz de Galicia)

Un hecho que resultó decisivo para el jugador fue la grave lesión que sufrió durante la disputa del partido que enfrentó a los vigueses contra el Atlético de Madrid, el pasado 8 de mayo, en partido correspondiente a la jornada 36, que fue adelantado de fechas, debido a la final copera que disputarían los colchoneros.

Bermejo salió en sustitución de Jonny, como revulsivo, como venía siendo costumbre en este tramo de campeonato, en el minuto 64, cuando el Celta aún perdía por la mínima frente al Atlético. Minutos después, en una jugada aparentemente inocente con Medina, cayó fuera del campo con evidentes signos de dolor. Intentó seguir en el campo, pero finalmente fue sustituido por De Lucas en el 77. El Celta terminó perdiendo por 1-3 y, más gravemente, a uno de sus capitanes, al que le fue diagnosticado una rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda, que le tuyo seis meses en el dique seco.

En la retina de los aficionados vigueses quedó la imagen dolorida de Super Mario tras la valla publicitaria frente a la grada de Gol animando a sus compañeros de equipo como un celtista más. Pundonor y compromiso.

Renovación

Al mes siguiente de su lesión, el Celta anunció la renovación por una temporada más de Bermejo, una forma de agradecerle sus servicios prestados por el delantero al club vigués y con cinco meses por delante para recuperarse de su grave lesión. Mario participó en 33 de los 38 partidos de la temporada 2012/13, anotando cinco goles, más otro gol en Copa (frente al Real Madrid, en el partido de ida, en Vigo).

Bermejo, quien prometió en el momento de su lesión no retirarse de los campos de fútbol debido a una lesión y sí jugando, mostró su agradecimiento a la directiva del club gallego por apostar por él en tan difícil momento para él: "estoy muy satisfecho y muy contento porque la lesión fue un golpe duro en la situación en la que estaba, sin contrato en vigor, y la verdad es que estoy muy contento y muy agradecido al club por haber apostado por mí y darme este voto de confianza al renovar otro año más con el equipo" fueron sus palabras.

Autoridad dentro y fuera del vestuario

Si su pundonor en el terreno de juego es una seña de identidad del cántabro, también lo es, por actitud fuera del césped, a quien no le ha temblado el pulso a la hora de poner firmes a sus compañeros cuando lo consideraba necesario.

Así, fueron muy duras sus declaraciones en contra de Iago Aspas y Hugo Mallo tras el derbi disputado en La Coruña, que perdieron los vigueses por 3-1 frente al Deportivo. El delantero moañés, ahora del Liverpool, se auto expulsó al tercio de partido por propinar un cabezazo a Marchena, mientras que el de Marín, lesionado, viajó con la peña homónima hasta la ciudad herculina, haciéndose unas fotografías mofándose de la delicada situación del club coruñés.

Bermejo dijo de Aspas que debía de "madurar" y que un partido de primera división no es un partido de "patio de colegio", matizando que se le advirtió al canterano de que le buscarían las "cosquillas" y finalizando que el de Moaña es un jugador que "merece la pena". Respecto a Mallo, declaró el cántabro que "hay un dicho que dice que si duermes con niños te levantas meado", añadiendo que el club vigués es "un auténtico desastre en estos asuntos" y que el jugador debería de atenerse a las consecuencias que su actuación pudiera producir.

Super Mario no dejó de criticar, no obstante, la situación en la que se encontraba el equipo, que no era consecuencia de uno o dos jugadores, sino de todo el plantel, incluido él.

También, cuando ha tenido que mostrar su confianza en el equipo, lo ha hecho sin ambages, como lo hizo en declaraciones a la televisión autonómica gallega el pasado mes de octubre, en las que manifestó que pese a los malos resultados del Celta no existía nerviosismo en el vestuario y que había una confianza en todo el cuerpo técnico por parte de los jugadores. Si bien añadió que se lamentaba por los partidos perdidos ante rivales que no fueron superiores a los vigueses en juego, resultados que pueden pasar factura a final de temporada, como sucedió en la anterior.

Recuperación y retorno al terreno de juego

En octubre, Mario Bermejo ya empezó a tocar el balón con sus compañeros en A Madroa, una noticia que fue recibida con satisfacción por sus compañeros, cuerpo técnico y aficionados. Un mes después, el 11 de noviembre, recibió el alta médica. Alta que le permitió disputar unos minutos del partido de homenaje a Fernando Cáceres que disputó el Zaragoza dos días después.

Frente al Almería fue convocado por vez primera esta temporada en partido de competición oficial, no siendo utilizado finalmente por Luis Enrique. Respecto a esta primera convocatoria, Bermejo manifestó encontrarse "igual que cuando debuté con 16 años", en sus palabras. No por nervios, pero por la tensión que produce cada convocatoria, añadió el delantero cántabro.

Sin embargo, su retorno por la puerta grande, se produjo en el último partido que disputó el Celta frente a Osasuna el pasado fin de semana. Apenas jugó diez minutos, pero su salida al terreno de juego fue recibida con una gran ovación del respetable presente en el vetusto Balaídos, quien no se cansó de corear el nombre de Super Mario cada vez que merodeaba el área intentando llevar el peligro a la portería pamplonica.

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