Rubén debutó en Liga cuando el Celta pendía de un hilo. Con Varas y Sergio lesionados, el canterano era la única opción que Resino encontraba en el banquillo para cubrir la meta. Corrían los últimos minutos del penúltimo encuentro de la pasada campaña y el Celta estaba prácticamente descendido. Medio año después sus minutos no han crecido en demasía pero sí la esperanza que rodea a su figura. 

Un diamante en A Madroa

El Celta sabía que tenía entre manos un tesoro, un meta extremadamente joven y con la seguridad bajo palos que sólo otorgan los encuentros de mayor nivel. Rubén destacó desde sus inicios por ser un portero extremadamente maduro para su edad, una cualidad que dado su puesto no pudo pasar desapercibida. Rubén Blanco ha sido parte de las categorías inferiores de la Selección Española desde que empezase a despuntar años atrás y el tiempo le otorgó una oportunidad, que aprovechó hasta el punto de que parte de la afición viguesa pidiese a gritos su titularidad para la temporada pese a sólo contar con un encuentro y medio de experiencia en la más alta de las categorías. 

Un sueño prematuro

Javi Varas era amo y señor de la portería viguesa. El sevillano (cedido por el Sevilla) fue indiscutible durante todo el curso pasado por méritos propios pero a menos de dos partidos por cerrar la temporada se rompió, en el banquillo la opción era una figura imberbe de la que nadie esperaba gran cosa, salvo aquellos que habían tenido la ocasión de verle jugar. Sergio Álvarez formaba parte de la enfermería a la que se unía Varas y Yoel formaba parte de las filas del Lugo en calidad de cedido. Rubén no se amilanó y sacó sus mejores cualidades a pasear en Zorrilla; algunos jamás olvidarán una parada a Manucho que de no haberse producido podría haber significado el descenso a la división de plata. Rubén se ganó una semana de titulares en la prensa con menos de una hora sobre el terreno de juego. 

Llegó su gran oportunidad con la última jornada del pasado curso. El Celta debía ganar y esperar que otros pinchasen, Sergio salió de la enfermería durante la semana y algunos pidieron por su titularidad por delante del "niño". Resino confió en Rubén y el joven canterano le demostró que había acertado, un nuevo encuentro en su haber como celeste (el primero como titular y el primero completo) y una nueva actuación destacada, Rubén Blanco logró defender su portería cual veterano y permitió que el gol de Natxo Insa significase los tres puntos cosechados por el conjunto vigués, tres puntos que significaban la salvación. Un sueño prematuro. 

Cambio de entrenador, vuelta al filial

Llegó el verano y la directiva decidió dar un golpe de timón en el conjunto celeste. Resino daba paso a Luis Enrique y el asturiano no cerraría las puertas a nadie desde el inicio, el preparador llegó a afirmar que cualquiera de los tres porteros en plantilla (Yoel, Sergio y Rubén) tenía posibilidades de jugar, pero el tiempo acabó por evidenciar lo que muchos presagiaban. Luis Enrique decidió dar el mando a Yoel y ante tal situación era insostenible tener a Rubén sentado en el banco un año entero por lo que Blanco recibió ficha del filial, donde es habitual como titular y desde donde lucha por hacerse un hueco con los mayores. Sin embargo, desde las oficinas del club vigués no se ha visto mermada la confianza en Rubén, quien este verano renovó con el club celeste hasta el año 2018.

No se esperaba pero Rubén volvió a la titularidad hace apenas unos días. Lo hizo para cerrar su participación con el primer equipo en el año 2013, siendo titular en la vuelta de la eliminatoria ante el Athletic Club en la Copa del Rey 2014. El Celta cayó por un abultado 4-0. La actuación de Rubén en el Nuevo San Mamés no fue sobresaliente, ni siquiera notable pero pese a que pudo hacer algo más en algún caso concreto tampoco se le puede achacar a él la derrota. Rubén Blanco, como algunos otros aquel día, fue víctima de un pésimo planteamiento, una mala ejecución y un error arbitral de bulto que desniveló la balanza todavía más de lo que ya lo estaba. 

Un sueño y una lección

El 2013 de rubén se resume con la consecución de un sueño, el de debutar en Primera, y un traspiés que hará más fuerte al meta gallego, deberá seguir ganándose el puesto desde abajo, desde la constancia y la entrega a una idea, la de convertirse algún día en el amo y señor de la meta viguesa. 

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Sobre el autor
Bruno Pérez Alborés
Madrid y Vigo. Redactor de VAVEL. E-mail de contacto: [email protected]