"No os relajéis. ¿Creéis que así vamos a ganar al Getafe? Más intensidad, por favor. ¿Cómo es posible que diez contra ocho vayan perdiendo el balón?"

La filosofía de Luis Enrique ha calado hondo en Vigo. Su tenacidad, su confianza en un ideal y su encomiable persistencia han logrado, finalmente, llevar al Celta de Vigo al punto en el que él quería situarlo. Situados a ocho puntos del descenso, en una cómoda plaza y disfrutando del mejor momento de juego de la temporada, el entrenador asturiano continúa insistiendo en que el trabajo, la dedicación y la ilusión pueden llevar a cualquiera a la cima. La ausencia de cualquiera de ellas, sin embargo, podría condenarte.

Los integrantes de la plantilla celeste se muestran conmovidos por el trabajo de su técnico. "Es un entrenador muy ambicioso, que nunca nos deja relajarnos. Estamos en una dinámica bastante buena y tenemos que continuar así. Somos un equipo que no nos podemos relajar porque, de lo contrario, nos puede ganar cualquiera". Estas fueron las palabras de Jon Aurtenetxe esta mañana en las inmediaciones de A Madroa. El central zurdo, que apenas ha podido demostrar su valía en Vigo en su temporada de cesión, es el claro ejemplo de que todos y cada uno de los jugadores que conforman a este equipo son un pilar fundamental para el funcionamiento del mismo. Y ellos lo saben.

La próxima parada en la carretera de esta temporada sitúa a los vigueses en Balaídos. Su rival, el Getafe, trae malos recuerdos a domicilio pero buenos en casa. El pasado, sin embargo, aparece sólo como un dato en el viento ante la voluntad de un conjunto que pelea por hacer las cosas bien y a su manera. De nuevo, trabajando. Trabajando por alcanzar cotas más altas de las previsiblemente alcanzables. Trabajando por superarse.

La imagen de Luis Enrique indicando a sus jugadores con insistencia se ha repetido numerosas veces a lo largo de la temporada. Es su intensidad, su capacidad para introducirse en el partido la que hace de él un entrenador capaz de inculcar fuertes valores a sus jugadores. Valores que subyacen a la heroicidad. Valores que empiezan a introducirse debajo de la piel de lo que conocemos como Real Club Celta de Vigo.