Tan cerca, tan lejos

Cinco partidos sin perder dejaban al Celta en una cómoda situación antes de visitar al Elche. Además, la solvencia del equipo lejos de Balaídos invitaba al optimismo ante un partido que podía acercar la salvación de manera casi definitiva. En contra podía jugar precisamente eso, la posible relajación al saberse tan cerca del objetivo. Finalmente, el encuentro del Martínez Valero desempolvó viejos problemas de los de Luis Enrique, y los devolvió a la realidad de la Primera División. La lucha no acaba hasta bien entrada la primavera.

Tan cerca, tan lejos
El Celta dominó al Elche, pero no consiguió batir a Manu Herrera (Foto: Manuel Lorenzo)
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Por Miguel Gallego

Era una cita contra un rival directo, al que se podía dejar a siete puntos con una victoria, pero que ya había pescado en Balaídos hace unos meses. Uno de esos partidos trampa, que exigen ponerse el mono de trabajo y tener esa pizca de fortuna, como en las dos últimas salidas. En definitiva, una de las trece finales que le quedaban al Celta para intentar conseguir esas tres victorias, incluso puede que dos, que aseguren la permanencia. Era un partido para tomarse en serio, y Luis Enrique lo hizo desde el principio

Pertrechados

Ante la ausencia por sanción de Álex López y Nolito, dos de sus efectivos más talentosos, el técnico optó por dotar de músculo a su equipo en el centro del campo. Otra vez fue el turno para Fontás en el medio centro, esperando la vuelta de la mejor versión de Oubiña, y acompañado por Augusto Fernández y Krohn-Dehli. Debían hacerse con el control del partido pero, al menos en la primera media hora, no lo consiguieron. Fue uno de esos malos inicios que permiten al rival acumular ocasiones y hombres cerca de la portería de Yoel. A pesar de los dos balones al palo, el Celta fue capaz de salir indemne gracias a esa mejoría defensiva de la que hace gala en los últimos tiempos. Así que pudo ir creciendo a partir de ahí, y asomándose al área local.

Pero arriba el problema sigue siendo el mismo: la escasez de soluciones a la ausencia de Charles. El máximo goleador celeste superó a tiempo el esguince que lo tuvo entre algodones toda la semana, pero no entró en el once titular. Con Welliton todavía al margen de la dinámica del equipo, Santi Mina fue el elegido para sustituirlo. Pero, Volvió a aparecer la falta de acierto que también afecta al Celta en Balaídosconsciente de que el canterano rinde mejor por la banda, Luis Enrique apostó por Rafinha como falso nueve. El problema es que es precisamente en la banda donde el pequeño de los Alcántara está maravillando al fútbol español, y alejarlo de ella es un peaje muy alto.

En la segunda parte los futbolistas intercambiaron sus posiciones. Con Santi Mina en el centro y Rafinha como dueño y señor del ataque celeste llegaron los mejores minutos, pero volvió a aparecer la falta de acierto que también afecta al Celta en los partidos de Balaídos. Ya con el marcador en contra, Luis Enrique introdujo dos delanteros simultáneamente, algo que no había podido hacer contra el Getafe por culpa de la lesión de Charles. Pero todo fue en vano. El equipo volvió de vacío de Elche, y se quedó sin marcar tres partidos después.

La bestia negra

El resultado final del Martínez Valero impide al Celta seguir con su progresión, y representa un paso de gigante para los ilicitanos, que viven una situación muy desahogada El Elche es el único equipo que ha derrotado dos veces al Celta en esta Ligaen gran parte gracias a los seis puntos que se han llevado del doble enfrentamiento contra los vigueses, los mismos que los separan del descenso. Los de Fran Escrivá se han convertido por méritos propios en la bestia negra del equipo vigués. De hecho, son los únicos que lo han derrotado dos veces en Liga esta temporada. Todo lo contrario a lo que sucede contra los rivales andaluces, a los que los célticos tienen totalmente cogida la medida. Son esas cosas inexplicables que tiene el fútbol, y que llevan a los técnicos a recurrir a la fortuna para explicarlas.

Pero esto no se detiene, y en el horizonte aparece ya un duro rival para seguir sumando, el Atlético de Madrid. Un conjunto que pelea por el título de Liga, y que se va a presentar en Balaídos con ausencias importantes. Habrá que ver si el equipo vigués consigue dejar atrás la derrota de Elche y mejorar sus prestaciones como local. El objetivo sigue estando ahí, a unos ocho o diez puntos, tal y como ya avanzó Luis Enrique meses atrás. Y, como ya ha quedado más que demostrado, que el Celta los vaya consiguiendo no depende de la entidad del rival.