El Real Club Celta tenía claro que si quería tener opciones ante un sólido bloque como es el Atlético de Madrid, estas pasarían por jugarle de tú a tú al tercer clasificado de la Liga BBVA. Se aplicó esta máxima el conjunto vigués, particularmente en el primer tiempo, que fue de dominio casi absoluto del Celta.

Bajas en los dos equipos

Llegaba a este encuentro el conjunto vigués con la sensible baja de Rafinha Alcántara, el jugador más en forma del Celta. Un edema en su pie izquierdo le apartó de la convocatoria. Luis Enrique resolvió su ausencia devolviéndole la titularidad a Oubiña en la posición de pivote y adelantando a Krohn-Delhi, que ocupó la posición del hispanobrasileño en la línea de tres cuartos.

También el Atlético llegó a Vigo con tres bajas sensibles, todas ellas por cumplir ciclo de tarjetas: Arda Turan, Diego Godín y, sobre todo, Diego Costa. David Villa volvió a la titularidad y el asturiano, gris en todo el partido, fue clave en la derrota de los vigueses, al ser el autor de los dos goles colchoneros.

El Celta tuteó al Atlético durante el primer tiempo

El Atlético era un muro casi inexpugnable, que dejó jugar al Celta, esperando dar un zarpazo a los gallegos en una jugada a la contra. Tras los primeros veinte minutos de juego, en los que Nolito y Álex López pusieron a prueba al meta Courtois, el conjunto colchonero empezó a desperezarse. Producto de esto, fue la pillería de Raúl García quien viendo adelantado a Yoel y sin pensárselo dos veces le lanzó un balón envenenado desde el costado derecho desde la zona de tres cuartos que salió alto por poco. Transcurría el minuto 23.

Un minuto después, Koke no logró enganchar un centro por la derecha que atrapó con seguridad de Yoel. Dio la impresión que el Celta perdería el control del partido, pero no fue así. El dominio seguía del lado vigués y los madrileños esperaban agazapados en su área para contragolpear en cuanto se le presentase la mínima oportunidad.

La ocasión más clara en estos últimos minutos fue para Charles que en el uno contra uno con Courtois no fue capaz de batir al meta del Atlético, saliendo el balón fuera por poco. La reanudación fue más igualada, dando la impresión de que cualquiera de los dos equipos podían desequilibrar el marcador, pero tanto Yoel como Courtois se mostraron muy seguros en sus intervenciones.

Dos zarpazos mortales

Y llegó la jugada que definió el partido. Corría el minuto 63 y un pase inicialmente inocente de Jonny a Fontàs fue cazado por un agudo Villa que se plantó al galope frente a Yoel y lo batió por su derecha pegado al palo, pese a que el vigués estuvo a punto de parar el disparo del asturiano.

Y antes de que los celestes pudiesen sobreponerse al terrible mazazo que supuso este gol, llegó el segundo, un minuto después. Un pase de Sosa al área fue cazado por el Guaje, quien no perdonó fusilando en segunda ocasión a Yoel.

Quiero y no puedo ante el muro atlético

El Celta ya no se sobrepuso al doble zarpazo. El resto del partido fue un quiero y no puedo. El Atlético, bien ordenado atrás, no le dio ocasión al conjunto gallego. Madinda entró en este período de tiempo, pero no pudo con la infranqueable defensa colchonera y sólo Augusto Fernández por el costado derecho hiló alguna jugada por su banda, cuyos centros, sin embargo fueron eficazmente atajados por Courtois o despejados por la defensa atlética.

El Celta perdió en Balaídos tras una racha de seis partidos en los que no conocía la derrota en el campo vigués. El Atlético, tras la derrota del FC Barcelona en Valladolid, dormirá colíder de la competición y mantiene intactas sus opciones para la consecución del campeonato de Liga.