Cuatro partidos en Inglaterra se han saldado con tres empates y una victoria. Con un Celta invicto y goleador, que ha conseguido 8 tantos, pero que ha encajado 6, y que ha empezado perdiéndolos todos. Un viejo defecto que ha vuelto, no se sabe si para quedarse. Es la dicotomía propia de la pretemporada, mientras el equipo sigue buscándose a sí mismo a falta de solo un par de semanas para que empiece la Liga.
Solo un fichaje en el once
Si el equipo inicial que Eduardo Berizzo dispuso sobre el césped de Prenton Park puede dar alguna pista de lo que espera al celtismo, esa es la de la continuidad. Nueve de los titulares ya estaban el año pasado a las órdenes de Luis Enrique. Borja Fernández sigue siendo un fijo por necesidad, haciendo las funciones del lesionado Borja Oubiña y de ese mediocentro por el que suspira el técnico para completar la plantilla, y que aún no ha sido fichado. La única cara nueva era Planas en el lateral izquierdo, si bien es cierto que Pablo Hernández y Jota no viajaron a Inglaterra.
Esta apuesta por los veteranos parece dar la razón a la idea de la directiva, que apostó por la continuidad cuando se decidió por la contratación de Berizzo en el lugar de Luis Enrique. El nuevo técnico ha llegado con nuevas ideas, y dispuesto a llevarlas a la práctica. Pero, de momento, está aprovechando los mimbres de un equipo que la temporada pasada fue de menos a más, y que acabó en estado de gracia.
Cuestión de sistemas
Berizzo manifestó a su llegada que le gusta jugar con mediapunta, y para eso ha reunido dos futbolistas de calidad para esta posición: uno de ellos, Pablo Hernández, fue su primera apuesta personal, con un gran bagaje a sus espaldas; el otro, Jota, una promesa que amenaza con explotar en cualquier momento. El problema es que los dos se encuentran lesionados, y ninguno ha podido debutar a sus órdenes.
Berizzo está aprovechando los mimbres de un equipo que acabó la temporada en estado de gracia
La solución a este problema, de momento, es abrazar el sistema que ya funcionaba en Vigo: un 1-4-3-3, con una pequeña variación. Berizzo lo ha convertido en un 1-4-1-2-3, con un pivote defensivo, el inamovible Borja Fernández, y dos centrocampistas por delante. Contra el Everton jugaron Krohn-Dehli y Álex López. Se trata de una posición clave en un sistema que exige una presión alta y muchísima intensidad. Y trae como resultado un Celta mucho más incisivo, mucho más eléctrico y, sobre todo, mucho más peligroso. La incorporación de los centrocampistas al área en fase ofensiva, y la tendencia de los extremos (Nolito y Orellana) a penetrar hacia el medio buscando combinaciones y posiciones de disparo, hacen que el equipo vigués se asome con mucho más peligro al área rival y, por lo menos en pretemporada, esté viendo puerta con suma facilidad.
En este sistema el gran beneficiado a nivel ofensivo es Michael Krohn-Dehli. El danés llegó a Vigo hace dos veranos con la etiqueta de centrocampista goleador. No ha podido demostrarlo ni a la primera, situado sobre todo en banda, ni la temporada pasada, cuando fue reconvertido en pivote por necesidad. Berizzo ha descartado esta opción, lo sitúa algo por delante, y el nórdico está exhibiendo su disparo con facilidad, además de mostrar su habitual derroche físico.
¿Mediocentro o mediapunta?
Berizzo apuesta por un mediapunta (cuando los tenga), pero lo cierto es que, de momento, esa firme convicción de situar un solo pivote, e incluso de pedir un solo fichaje para esta posición a pesar de la lesión de Oubiña, y de descartar otras posibilidades como Madinda o Krohn-Dehli, arroja algunas dudas sobre el sistema que va a utilizar. La inclusión de un mediapunta por detrás del 9 suele traer aparejado el uso de un doble pivote. De lo contrario, la disposición sería demasiado vertical, a no ser que se optase por jugar con dos delanteros, algo que en el fútbol moderno está claramente en desuso. Y esa opción, la del doble pivote, no es posible a día de hoy.
Habrá que ver cómo encaja Berizzo las piezas de las que dispone, pero lo que parece claro es que el engranaje ofensivo funciona a la perfección tal y como está. Una solución podría pasar por ubicar al mediapunta en esa línea de dos futbolistas por delante del pivote, y justo por detrás del delantero centro, posición para la que continúa la encarnizada lucha entre Larrivey y Charles, titular contra el Everton.
Nolito, enchufado
En el acierto de cara a puerta tiene una importancia capital uno de los mayores activos vigueses. Nolito llegó el año pasado en baja forma. Le costó meses conseguir esa explosividad con la que eliminaba rivales en busca del gol en el tramo final de la temporada. Este año, la cosa ha cambiado. Consciente de que va a tener galones, ha llegado mucho más fino, y se ha echado el equipo a la espalda desde el principio. Aparece en ataque y colabora en defensa. Buena prueba de ello es la jugada del segundo gol, que se cocinó él solito, desde el robo hasta la definición con una espectacular vaselina.
Consciente de que va a tener galones, Nolito ha llegado mucho más fino, y se ha echado el equipo a la espalda
El celtismo cruza los dedos. Berizzo ya ha manifestado que espera que no haya más salidas, pero la buena prensa de Nolito en Inglaterra lo ha puesto en el punto de mira desde que el Celta voló a las islas. Y el equipo más interesado es precisamente el Everton, que sufrió en sus carnes la saña goleadora del gaditano. El club de la Premier acaba de desembolsar 35 millones de euros por Lukaku, además de ganar la partida al Celta en el fichaje de Besic. Si el interés es firme, retener a Nolito, llamado a ser la piedra angular de este equipo, puede ser tarea complicada.
Viejos vicios
El Celta de Berizzo ha ganado presencia ofensiva y también pegada. Las razones son las ya explicadas, con un sistema que prioriza la posesión lo más cerca posible del área rival, en contraposición con el modelo de Luis Enrique, con un centro del campo algo más retrasado y el pivote casi incrustado entre los centrales.
El Celta ha empezado perdiendo los cuatro partidos en Inglaterra. Un viejo defecto que ha vuelto, no se sabe si para quedarse
El problema es que el equipo se desarma un poco defensivamente. Las pérdidas de balón provocan que el rival tenga espacio y pueda hacer daño. Durante la gira inglesa se ha visto en todos los partidos. El Celta siempre ha empezado perdiendo.
Contra el Everton, el equipo sufrió las acometidas del rival, sobre todo por su costado izquierdo. Planas es un lateral muy ofensivo, aparece muchísimo en ataque, pero sufrió atrás cuando tocaba defender, incluso perdiendo la posición. El gol inglés llegó por su costado. La ayuda defensiva de Nolito se antoja fundamental de cara a la Liga.
Queda por saber cómo afrontará el Celta sus partidos como local, o cuando no empiece perdiendo. Nada hace suponer que no vaya a buscar el balón como lo ha hecho lejos de Vigo. Si esto se confirma, y el equipo ha dado un paso adelante, a la afición le esperan esta temporada partidos espectaculares, pero cargados de tensión.